Ciudad de México

La Ciudad de México y sus alcaldías

Una de las principales propuestas dentro de los principios y doctrina panista es la cercanía del gobierno a la ciudadanía. Es por eso que, una de sus banderas, es la del Municipio Libre, que incluso una de las principales avenidas de la Ciudad de México lleva ese nombre en la demarcación Benito Juárez, bastión panista desde el año 2000.


 


Es por ello que, uno de los principales objetivos de la Constitución en la Ciudad de México y su respectiva reforma era descentralizar al gobierno de la capital y darle más poder y autonomía a las todavía aún denominadas delegaciones. Y es que, a diferencia de un Municipio, la Delegación no cobra el predio, tampoco el agua y depende de la seguridad que le provea la Jefatura de Gobierno.

Lo anterior ha tenido grandes afectaciones en los vecinos de la gran capital. Por ejemplo, robo de agua en Tláhuac a fin de surtir con el vital líquido a la delegación más grande de la ciudad que es Iztapalapa. Que un jefe de gobierno utilizara al Sistema de Aguas de la ciudad a fin de financiar sus interminables campañas. Falta de capacidad de las autoridades delegacionales en materia de seguridad.

En materia de construcciones, donde impera la corrupción por violar reglamentos y mediante programas hechos a la medida para que los jefes de gobierno abusen y obtengan de forma ilícita dinero para sus campañas. Corrupción que, por cierto, fue develada en el pasado sismo. La autoridad delegacional solo puede dar el visto bueno mientras que SEDUVI otorga permisos.

Eso sin contar, el reparto inequitativo y con fines políticos de la recaudación catastral. Donde las colonias que votan por el partido en el poder reciben mayores descuentos que, en las delegaciones donde el color partidista es otro. Delegaciones como Benito Juárez y Miguel Hidalgo reciben menos recursos pese a que recaudan más en el impuesto predial que otras.

En materia de agua, la Ciudad de México sufre una esquizofrenia que viene de años atrás. Por un lado, siendo un vaso natural de agua, la capital sufre de severas inundaciones en los meses que van de mayo a octubre. Por el otro, la población sufre carencia de agua pese a la condición de valle de la metrópoli y que ésta fue construida sobre un lago.

Empero de lo anterior, la Ciudad de México tiene que traer agua de lugares muy remotos, lo cual se traduce en un alto costo y que, en esos lugares, sus habitantes, se queden sin el servicio del vital líquido. Pese a su estatus como órgano desconcentrado, el Sistema de Aguas de la Ciudad, no cuenta con autonomía plena por parte del gobierno central, el cual, además, lo usa como caja chica.

Es por ello por lo que, los cambios que se darán dentro de la gran Capital realmente serán de índole nominativa ya que en lo práctico no se verá cambio alguno. El Gobierno de la Ciudad de México seguirá siendo un gobierno centralista que mantendrá el monopolio político de la entidad y de los recursos que obtiene mediante la recaudación de parte de sus ciudadanos.

 

@yoinfluyo

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

 

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