Los mexicanos sabemos encontrar enseñanzas en la llamada filosofía popular que generalmente se encuentra en nuestros ya famosos dichos, pero también acuñamos frases célebres de mexicanos destacados que nos ayudan a entender alguna forma de comportamiento.
Por ello viendo la realidad de la política y del comportamiento popular, vienen a mi mente un par de estas enseñanzas:
“Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”, un dicho que comúnmente se utiliza como una forma de decir que a lo nuestro no se le toque ni por la voluntad de Dios, entonces mucho menos por la de la ley.
“A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley a secas”, frase atribuida a Benito Juárez García, como una manera de expresar la benevolencia que podía tener con los amigos y la aplicación de toda la fuerza de la ley a sus enemigos. Por esta y por muchas razones más, debo confesar que no soy su fan.
Pues así, ni más ni menos, es como estamos viendo la política de justicia de los gobiernos de la autollamada 4T. Por un lado, no pierden la oportunidad de acusar, juzgar y condenar en el discurso a cuánto llamado adversario se les ocurra. Ahí están los expresidentes Calderón, Fox y Zedillo, a quienes se les quiere crucificar mediáticamente, sin que prive de por medio denuncia penal o administrativa alguna en su contra.
¡¡¡Ah!!!, pero si se es político cuatrotero, así sea en el ámbito local como nacional, no se les puede tocar “ni con el pétalo de una rosa”, frase que inmortalizó el poeta mexicano Amado Nervo, simbolizando la idea de no causar daño a una persona, particularmente a una mujer.
Cuando la justicia de los Estados Unidos de Norteamérica (USA) aprendió a Genaro García Luna acusado de nexos con el narcotráfico, desde el púlpito mañanero se resaltó el hecho de que dicho individuo se había desempeñado como Secretario de Seguridad Pública durante el sexenio del Presidente Felipe Calderón, y se afirmó sin prueba alguna que seguramente éste estaba enterado de los nexos de aquel. Y hay que recordar, que las pruebas con las que fue condenado en USA emanan de acusaciones de delincuentes, integrantes de los carteles mexicanos que hicieron tratos con el gobierno norteamericano para ser “testigos protegidos”.
El entonces presidente mexicano López Obrador se regodeo por esas acusaciones.
Pero, en los últimos días, que el delincuente Ovidio Guzmán acaba de acordar con la justicia de USA volverse testigo protegido, y ya se habla de que ha entregado una lista de políticos de la 4t involucrados con el crimen organizado, la respuesta de los gobiernos cuatroteros, comenzando por la presidente Sheinbaum, es de descalificaciones, se cuestiona la validez de lo declarado por un delincuente, se acusa al gobierno norteamericano de pactar con terroristas, etcétera.
Otro caso destacado de la forma de aplicación de la política cuatrotera ha surgido en días pasados, cuando han trascendido señalamientos de la Fiscalía del estado de Tabasco realizados contra el exsecretario de Seguridad en esa entidad federativa, Hernán Bermúdez Requena, quien dicen lidereo un cartel llamado “la barredora” durante el mandato como gobernador de Tabasco del actual coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández. Hoy los políticos de la 4t consideran que no debe involucrarse al exgobernador en los hechos delictivos de su secretario de seguridad, mientras que abiertamente han señalado al expresidente Felipe Calderón por los delitos de su entonces secretario de seguridad. De nuevo, un criterio diferente para sus aliados al que se tiene para sus adversarios.
¿Y qué decir de la acalorada respuesta del gobierno de la presidente Sheinbaum a lo declarado por el abogado de Ovidio Guzmán en el proceso que se le sigue en USA, Jeffrey Lichtman, quien acusó a la presidente de México de ser vocera del crimen organizado? Sin querer ser defensor de oficio del abogado norteamericano, simplemente preguntaría: ¿Por qué descalificar lo dicho por el abogado de un delincuente, pero se impuso a otros abogados del crimen organizado para ocupar cargos en el Poder Judicial mexicano?
Es mi opinión, definitivamente, para la 4T hay 2 varas para medir, una para los amigos y otra para los que no les convienen, practican una auténtica justicia facciosa. Esta es otra manera de seguir engañando al pueblo bueno y sabio que cree en ellos, pueblo al que le urge abrir los ojos y descubrir que todo ha sido mentira, que se cambió para estar peor.
Y, para terminar, me permito citar de nuevo a Benito Juárez García para condenar estos y otros engaños cuatroteros: “Malditos aquellos que con palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”.
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