Ora’ ¿hacia dónde?

La democracia es una realidad y es un paso importante para buscar el desarrollo de los pueblos, de las sociedades y de las familias.



Las campañas electorales en México pasaron. Fuimos bombardeados hasta en veda electoral (caso de los “influencers” del Partido Verde), pero lo más importante, el proceso electoral del pasado domingo 6 de junio nos deja muchas reflexiones.

Se sabía que sería un proceso polarizado. Por ejemplo, el caso de Morelos; hubo candidatos que ganaron la contienda electoral con el 19% de los votos emitidos en esos ayuntamientos/distritos electorales. Otro ejemplo de polarización fue que, por primera vez la “oposición” gana más de una alcaldía (9 en total) en la CDMX. Desde 1997 la CDMX ha sido gobernada por corrientes de izquierda desde Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y por último, Claudia Sheinbaum. Sin contar los jefes de gobierno interinos como, Rosario Robles, Alejandro Encinas Rodríguez, José Ramón Amieva Gálvez. Después de 24 años, la “oposición” le quita parte del bastión de la izquierda.

Hay realidades políticas, siempre hay ganadores y perdedores; siempre habrá más de un candidato que diga “fraude” y pida “voto por voto”, realidad ligada a la ambivalencia de la perfección-imperfección de la democracia en México. Si bien, no somos una nación de primer mundo, aspiramos llegar a serlo, y uno de los pasos que tenemos para llegar es una institución que vale la pena cuidar, fortalecer y mejorar, el Instituto Nacional Electoral. La democracia es una realidad y es un paso importante para buscar el desarrollo de los pueblos, de las sociedades y de las familias.

Otra realidad existente es considerar en la gobernanza las encuestas realizadas por el INEGI como la Encuesta Nacional de Seguridad Publica Urbana (ENSU) en la que nos muestra una realidad social y política. La percepción ciudadana (población de 18 años o más) en las zonas urbanas sobre temas de inseguridad, conductas delictivas, desempeño de las autoridades, conductas antisociales derivadas de problemáticas familiares, vecinales, trabajo/escuela , entre otros temas, tomando en cuenta 70 ciudades de la República Mexicana y las alcaldías de la CDMX, es una realidad social, porque es lo que perciben los ciudadanos, y una realidad política porque es lo que los ganadores de la contienda deberán comenzar a trabajar. Recordemos que uno de los principios básicos de la política es el servicio, y servir en lo público a las familias mexicanas es lo que deben aspirar los ganadores de la contienda electoral.

La jornada electoral terminó (por fin, gracias), pero se debe comenzar a construir puentes con sociedad civil y gobierno. Los ganadores deben construir políticas públicas de la mano de la sociedad civil; políticas que brinden bienestar social, económico y emocional a las familias mexicanas. Los próximos gobernantes tienen el deber de brindarnos condiciones óptimas para nuestro desarrollo. Algunas ideas están en las encuestas del INEGI, algunas otras nacen de la Sociedad Civil Organizada. Se puede construir un México mejor, solo falta que se quiera hacerlo.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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