¿Dejar fluir?
A este “dejar fluir” suelen relacionarlo con la metáfora de la olla exprés, de un río al cual se le ponen diques o de una energía luminosa que entra y sale, y que se si detiene se vuelve oscura y dañina.
La templanza, una virtud de capital importancia
La templanza se traduce en el dominio de nosotros mismos, en ser señores de nuestras propias pasiones y aprender a controlarlas y encauzarlas bien.