El organismo empieza a producir anticuerpos IgM y a generar una respuesta primaria entre 15 y 12 días después de aplicar la primera dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2.
Un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) indicó que las vacunas que se aplican en México contra el virus SARS-CoV-2 generan un nivel similar de anticuerpos neutralizantes, por lo que su calidad es buena para evitar el desarrollo de COVID-19 grave.
La científica del IPN, Paola Castillo Juárez, realizó una investigación posdoctoral en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) para evaluar las aplicaciones de la inyección contra el virus.
La especialista en virología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) destacó que los resultados obtenidos dan cuenta de la eficacia de las vacunas; por ello, la población debe hacer caso omiso de publicaciones en redes sociales, las cuales plantean la posibilidad de volverse a vacunar, aun cuando ya se tenga el esquema completo de alguna inmunización, debido, según dicen, a la “mala calidad” de ciertos biológicos.
Explicó que ante el surgimiento de nuevas variantes el radio de transmisión del coronavirus ha aumentado con respecto al inicio de la pandemia, antes una persona podía contagiar a un promedio de 2.5 personas y ahora la cifra asciende a 7.5-8 individuos aproximadamente; “por ello se debe reforzar las medidas sanitarias, ya que se ha visto que después de año y medio el virus ha sufrido diversas mutaciones y las nuevas variantes del SARS-CoV-2 tienen otro comportamiento e infecta a personas jóvenes y a niños, quienes pueden desarrollar cuadros severos”, aseveró.
La investigadora politécnica recordó que el organismo empieza a producir anticuerpos IgM y a generar una respuesta primaria entre 15 y 12 días después de aplicar la primera dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2.
“En los estudios hemos observado que muchas personas producen bajo nivel de anticuerpos IgM con la primera dosis y hasta que reciben la segunda generan anticuerpos IgG de memoria, que originan una respuesta neutralizantes y son capaces de bloquear al virus”, resaltó.
Paola Castillo precisó que en alrededor de 300 muestras analizadas en el INER ha observado que personas que han enfermado de COVID-19, sin importar si sufrieron síntomas leves o graves, responden mejor a las vacunas y desarrollan mayor nivel de anticuerpos neutralizantes que quienes no han enfermado.
“Eso no quiere decir que no se pueda volver a infectar, quizá no presentes síntomas o estos sean leves, pero al ser portadores del virus pueden contagiar a personas sanas, por ello deben continuar con los cuidados”, advirtió.
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