Los tránsfugas y sus deslealtades
La ciudadanía ya no se chupa el dedo, y los tránsfugas no dejan de serlo por más razones que aleguen, cuando su conducta, inmediata por lo demás, contradice sus declaraciones de pureza y congruencia ideológica.
La ciudadanía ya no se chupa el dedo, y los tránsfugas no dejan de serlo por más razones que aleguen, cuando su conducta, inmediata por lo demás, contradice sus declaraciones de pureza y congruencia ideológica.