El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez, fue electo como Papa este jueves 8 de mayo, convirtiéndose así en el 267 sucesor de Pedro y tomando el nombre de León XIV.
Robert Francis Prevost Martínez, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Estados Unidos, de formación agustina, es el segundo papa de origen americano y el primer Norteamericano.

Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en 1977 y fue ordenado sacerdote en 1982. Se especializó en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, obteniendo su doctorado en 1987. Su formación académica y su experiencia pastoral lo llevaron a desempeñar un papel clave en la Iglesia latinoamericana.
En 1985, inició su misión en Perú, donde trabajó en la formación de sacerdotes y en la dirección de seminarios. Su compromiso con la comunidad lo llevó a ser nombrado obispo de Chiclayo en 2015, cargo que ocupó hasta 2023. Durante su tiempo en Perú, enfrentó desafíos como la crisis del grupo Sodalicio y promovió reformas para fortalecer la transparencia en la Iglesia.
En 2023, el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, convirtiéndose en el responsable de la selección de obispos en todo el mundo. También asumió la presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina, consolidando su liderazgo en la región.

Prevost ha sido un actor clave en la diplomacia eclesiástica. Su experiencia en Perú le permitió desarrollar una sensibilidad especial hacia los problemas sociales y políticos de América Latina. En el Vaticano, ha trabajado para garantizar que los nombramientos episcopales reflejen los valores de la sinodalidad y la opción por los pobres, alineados con la visión del papa Francisco.
Posturas teológicas y visión pastoral
A lo largo de su ministerio, Prevost ha defendido con firmeza varios principios teológicos:
• Una Iglesia misionera: Ha promovido la importancia de la evangelización en comunidades marginadas, destacando la necesidad de una Iglesia cercana a la gente.

• Diálogo interreligioso: Ha trabajado activamente en la cooperación entre cristianos y otras religiones, insistiendo en que la fe debe ser un puente entre culturas.
• Compromiso con los pobres: Su liderazgo ha estado marcado por la cercanía a los marginados, promoviendo iniciativas de asistencia social y apoyo a los más necesitados.
• Reforma eclesial: Ha enfatizado la necesidad de transparencia y renovación dentro de la Iglesia, especialmente en la selección de obispos y en la gestión de crisis internas.
Prevost ha demostrado ser un líder comprometido con la justicia y la paz, con una visión pastoral que busca unir la fe con la acción social. Su trayectoria lo ha convertido en una figura influyente dentro de la Iglesia, con un impacto que trasciende las fronteras eclesiásticas.