Urgen proteger a embarazadas: Unicef

La Unicef hizo un “llamado urgente” a los gobiernos de todo el mundo para asignar recursos y ofrecer la atención médica adecuada a las mujeres que van a ser mamás y a sus bebés.


 Bebés y mamás


La ilusión y el temor de las mamás que ahora esperan un bebé se conjugan de una manera singular como una más de las consecuencias del COVID-19, pues no se trata sólo de los sentimientos naturales a los que se enfrenta toda mujer que lleva en su vientre una nueva vida, sino que la incertidumbre por la pandemia y el miedo de contagiarse ella o su hijo está presente.

La Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que 116 millones de bebés nacerán a la sombra de la pandemia y “serán recibidos por duras realidades que incluye medidas de contención global, como cierres y toques de queda; centros de salud abrumados con esfuerzos de respuesta; escasez de suministros y equipos; y la falta de suficientes parteras calificadas como trabajadores de salud, incluidas las parteras, se redistribuyen para tratar a los pacientes con COVID-19”.

El organismo internacional advirtió que las medidas de contención del COVID-19 pueden alterar los servicios de salud que salvan vidas, como la atención del parto lo que pone en riesgo a millones de embarazadas y a sus bebés que están en espera de nacer.

Frente al panorama de riesgo y con miras a salvaguardar la vida de las mamás y sus hijos en gestación, la Unicef hizo un “llamado urgente” a los gobiernos de todo el mundo para asignar recursos y ofrecer la atención médica adecuada ante estos casos, como son las revisiones periódicas, la atención especializada en el parto y después del nacimiento de los pequeños, al tiempo de que de requerirlo también reciban cuidados relacionados con el COVID-19.

Para que esto sea posible, la Unicef destacó que los profesionales de la salud deben recibir el equipo de protección personal necesario para ellos además de ser sometidos a pruebas y en cuanto esté lista la vacuna también a fin de proteger su salud y de esta manera tengan la posibilidad de seguir atendiendo a las embarazadas y a los recién nacidos.

A fin de salvar la vida de quienes no pueden acceder a los hospitales o centros de salud, planteó la posibilidad de que a los profesionales de la salud se les permita asistir al domicilio de las futuras madres, lo que será de gran ayuda para quienes viven en lugares poco accesibles, a lo que también podría servir ofrecer teleconsultas.

Intensificar cuidados

Debido a que aún se desconoce si el virus del COVID-19 se transmite de una madre a su bebé durante el embarazo y el parto, la Unicef hizo una serie de recomendaciones a fin de prevenir algún contagio en esta situación.

En primera instancia, aconseja seguir al pie de la letra las recomendaciones generales para evitar contraer el virus como son el distanciamiento físico, estar atentos a cualquier síntoma como tos seca, fiebre, cansancio, congestión nasal, abundante secreción nasal, dolor de garganta, dolores y diarrea.

Las embarazadas no deben descuidar el apoyo médico de revisión (bajo las condiciones posibles) y cuando nazca el bebé continuar con el apoyo médico, incluidas las vacunas correspondientes a las etapas del pequeño, lo que evitará que enfermen de cualquier otra cosa que ponga en riesgo sus vidas.

La Unicef destacó que antes de la pandemia de COVID-19, se estima que 2.8 millones de embarazadas y recién nacidos murieron cada año, o 1 cada 11 segundos, principalmente por causas prevenibles, por lo que insistió en que deben canalizarse recursos inmediatos a profesionales de la salud con la capacitación adecuada, que estén equipados con los medicamentos adecuados para garantizar que cada madre y recién nacido sean atendidos por un par de manos seguras para prevenir y tratar complicaciones durante el embarazo y el parto.

Cuidar la vida antes de nacer

La Unicef destacó que después de que el COVID-19 fue declarado como una pandemia en el mundo se espera el nacimiento de muchos bebés en el mundo, por lo que los cuidados que deben guardarse para salvaguardar la vida de los no nacidos, así como el de sus mamás deben hoy más que nunca intensificarse.

Destacó que los países con el mayor número esperado de nacimientos en los 9 meses posteriores a la declaración de pandemia son: India (20.1 millones), China (13.5 millones), Nigeria (6.4 millones), Pakistán (5 millones) e Indonesia (4 millones). Cabe señalar que la mayoría de estos países tenían altas tasas de mortalidad neonatal antes de la pandemia situación que puede acrecentarse por las condiciones que se han derivado del COVID-19.

Asimismo, indicó que el riesgo no sólo es para quienes viven en naciones pobres, y que naciones con recursos no escapan a este peligro. Mencionó que Estados Unidos es el sexto país con la cantidad más esperada de nacimientos, se prevé que nazcan más de 3.3 millones de bebés entre el 11 de marzo y el 16 de diciembre de 2020.

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