En un escenario sin precedentes recientes, el Jubileo del año 2025 ha comenzado en Roma mientras la Iglesia universal transita una sede vacante tras la muerte del papa Francisco. Bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, millones de fieles están llamados a cruzar las Puertas Santas, obtener indulgencias y vivir un año de renovación espiritual. Pero ante la incertidumbre, muchos se preguntan: ¿se mantiene la celebración del Jubileo? ¿Los peregrinos podrán vivirlo plenamente aunque aún no haya papa?
La respuesta del Vaticano ha sido clara y firme: sí, el Jubileo se celebra con normalidad. Y su sentido, en este contexto histórico, se intensifica. Este año jubilar no solo honra la misericordia divina, sino que se ha convertido también en un tributo vivo al legado espiritual del Papa Francisco.
El Jubileo 2025: ¿qué es y por qué es especial?
Convocado oficialmente por el papa Francisco en 2022 mediante la bula Spes non confundit (“La esperanza no defrauda”), el Jubileo 2025 es el primer Año Santo ordinario desde el Gran Jubileo del 2000, celebrado por san Juan Pablo II. Francisco lo había imaginado como un año de reconciliación, peregrinación y perdón, tras los estragos de la pandemia, las guerras y la crisis ecológica.
En su mensaje navideño de 2024, pocos meses antes de su muerte, Francisco declaró:
“Un mundo colmado de esperanza y amabilidad es un mundo más hermoso.”
Conmovido por los dolores del presente, deseaba que el Jubileo reavivara el corazón creyente y tendiera puentes. Hoy, esa esperanza toma un significado más profundo y colectivo.
¿Qué pasará ahora con las celebraciones?
El cardenal Kevin Farrell, como camarlengo (responsable de administrar el Vaticano durante la sede vacante), ha confirmado que todas las actividades del Jubileo siguen adelante, respaldadas por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, organismo encargado del evento.
“La Puerta Santa está abierta. Y lo que Francisco soñó, lo estamos viviendo en su memoria”, expresó Mons. Rino Fisichella, encargado general del Jubileo.
La infraestructura ya estaba preparada: se rehabilitaron rutas históricas, iglesias, plazas y espacios de acogida para millones de fieles. El flujo previsto de peregrinos podría incluso superar los 20 millones, según autoridades italianas.
Fechas clave para quienes viajarán a Roma
A continuación, algunas fechas centrales confirmadas por el sitio oficial del Jubileo y autoridades vaticanas:
Fecha | Evento |
---|---|
24 diciembre 2024 | Apertura de la Puerta Santa en San Pedro (presidida por el Papa Francisco antes de su fallecimiento) |
Enero – Diciembre 2025 | Peregrinaciones, eventos temáticos, semanas jubilares por sectores (jóvenes, familias, trabajadores, etc.) |
9 – 15 marzo 2025 | Semana Jubilar de los adolescentes |
28 septiembre – 4 octubre 2025 | Semana Jubilar del mundo laboral |
26 diciembre 2025 | Clausura de la Puerta Santa (prevista para el próximo Papa) |
“Habrá ceremonias, catequesis, visitas guiadas, confesiones en varias lenguas y momentos de adoración perpetua durante todo el año”, informan desde el Dicasterio para la Evangelización.
¿Se obtienen indulgencias plenarias aunque no haya Papa?
Sí. La indulgencia jubilar no depende de la presencia del Papa en cada acto, sino de las condiciones establecidas por la Iglesia. Para obtenerla, se requiere:
- Visitar una de las cuatro basílicas mayores de Roma (San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor).
- Cruzar la Puerta Santa.
- Participar en la Eucaristía y confesión sacramental, comulgar y orar por las intenciones del Papa.
- Realizar una obra de misericordia (corporal o espiritual).
El hecho de que haya sede vacante no suspende estas condiciones. La oración por el “Papa” se entiende como oración por su sucesor o por el Colegio Cardenalicio durante el cónclave.
Testimonio: un peregrino conmovido
“Llevaba 10 años soñando con venir al Jubileo. La muerte del Papa Francisco me dio más razón para hacerlo”, cuenta Pablo Roldán, maestro argentino de 52 años que viajó a Roma con su esposa y dos hijos.
“Cuando pasamos por la Puerta Santa de San Pedro, lloramos. No solo por lo que vivimos, sino porque sentimos que Francisco estaba con nosotros. Este Jubileo lo organizó él, es su legado”.
Como ellos, miles de fieles están haciendo de este Jubileo una experiencia no solo religiosa, sino también de gratitud al Papa que convocó el evento.
Un Jubileo más significativo que nunca
Aunque inusualmente marcado por una transición papal, el Jubileo 2025 mantiene su fuerza espiritual y su vigencia eclesial. No hay razón para que los fieles que deseen peregrinar a Roma se abstengan. Por el contrario, este Jubileo se ha transformado en un símbolo de continuidad en la fe, más allá de la figura del Papa.
La Iglesia peregrina, incluso sin pastor visible en su cátedra, no se detiene. Como dijo un cardenal en las congregaciones previas al cónclave:
“Quizá Dios quiso que este Jubileo comenzara con el trono vacío, para recordarnos que el Espíritu guía a la Iglesia.”
Para quienes acudan, será una experiencia de reconciliación interior, de memoria agradecida y de esperanza activa. Y cuando finalmente resuene el Habemus Papam, lo hará en una Roma llena de peregrinos jubilares, abrazando pasado y futuro bajo el signo de la misericordia.
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