La cumbre del Grupo de los Siete (G-7), celebrada en las Rocosas de Kananaskis, Canadá, concluyó este martes con una agenda sin profundizar, principalmente en el tema de aranceles, como la mayoría de los mandatarios de los países que conforman este grupo deseaba, debido al retiro anticipado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien regresó a Washington para atender el conflicto entre Israel e Irán.
Trump tenía programadas para el martes reuniones con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; y el mandatario de Ucrania, Volodymir Zelensky.
También mantendría una conversación con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, sobre el tema arancelario; el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, con quien tenían previsto continuar las negociaciones sobre aranceles a los autos japoneses, y el premier australiano, Anthony Albanese, con quien trataría sobre el pacto Aukus (alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos), tarifas comerciales y defensa.
Cada año los líderes de los países económicamente más importantes del mundo se reunen para definir pasos a seguir en diversos temas que involucran al mundo entero como lo son el cambio climático, pobreza, salud o derechos humanos, sin embargo, debido a que después del regreso de Trump a la Casa Blanca sus decisiones como la del incremento de aranceles, la agenda se centró en tres temas:
1. Proteger a las comunidades y el mundo: Coordinando seguridad global, contrarrestando crimen transnacional y fortaleciendo la respuesta ante los incendios forestales.
2. Fortalecer la seguridad energética y acelerar la transición digital: Impulsar las cadenas de minerales críticos, la inteligencia artificial y la tecnología cuántica.
3. Forjar alianzas futuras: Promover la inversión privada, infraestructura y los empleos de alto valor.
A pesar de que la presencia de todos los integrantes de este grupo es fundamental, en esta ocasión era imprescindible la participación del mandatario estadounidense en varios de los temas, este abandonó la Cumbre que se llevó a cabo en Canadá para regresar a Washington y supervisar la evolución del conflicto en Oriente Medio. “Hicimos todo lo que tenía que hacer en el G-7. Tuvimos un buen G-7”, aseguró Trump.
Entre las reuniones a las que no asistió fue la de la que abordó el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como la de las disputas comerciales globales.
En tanto los líderes de Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón sostuvieron un encuentro estratégico con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y el nuevo jefe de la OTAN, Mark Rutte, centrado en la persistente agresión rusa contra Ucrania.
El primer ministro británico Keir Starmer y otros mandatarios anunciaron nuevos aranceles dirigidos a presionar al Kremlin para un alto el fuego.
De acuerdo a información de la agencia AFP, los líderes instaron al presidente estadounidense a retroceder en su guerra comercial, argumentando que representa un riesgo para la estabilidad económica global. La pidieron revertir sus planes de imponer aranceles más altos en todo el mundo como prevé hacer el mes que viene.
“Varios participantes pidieron terminar con la disputa por los aranceles lo antes posible”, dijo a periodistas un alto funcionario alemán bajo condición de anonimato.
Según dijeron, la disputa debilita las economías del G-7 y que “al final solo fortalecerá a China“, añadió el funcionario.
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