María Corina Machado, la heroína

La historia reciente de Venezuela puede leerse, en parte, a través de la trayectoria de María Corina Machado (MCM): una primaria opositora masiva que le otorgó un mandato ciudadano, una inhabilitación que cercenó su derecho a competir, una elección presidencial (28 de julio de 2024) sin publicación de actas, y una oleada de represión documentada internacionalmente. La escena se cierra —provisionalmente— con el Premio Nobel de la Paz 2025 a MCM, que internacionaliza su causa y coloca un reflector ético sobre la crisis venezolana. Este primer artículo de la serie ofrece un panorama 2023–2025: quiénes son los actores, cómo se mueven las fuerzas, qué sabemos con evidencia, con qué método leeremos la información y qué claves conviene llevarse para entender los siguientes capítulos. 

Panorama rápido (2023–2025)

Octubre de 2023. La oposición organiza una primaria autogestionada sin apoyo del árbitro oficial. MCM arrasa con más del 90% de los votos y una participación que superó los 2 millones. Días después, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) suspende los resultados y exige listas de votantes, reavivando el fantasma de represalias políticas. 

Enero de 2024. El TSJ ratifica la inhabilitación de MCM por 15 años, en un movimiento que choca con el espíritu del Acuerdo de Barbados —que prometía condiciones competitivas y observación electoral— y provoca el anuncio de que Washington reconsideraría alivios sancionatorios. 

Julio–agosto de 2024. La elección presidencial del 28J queda marcada por la opacidad: el CNE proclama la reelección de Nicolás Maduro con un boletín oral, sin publicar actas de mesa. La Unión Europea afirma que, “sin evidencia que la respalde”, la publicación del CNE “no puede ser reconocida” y exige las actas. Estados Unidos declara que la “evidencia abrumadora” muestra ganador al candidato opositor Edmundo González. 

Agosto 2024–abril 2025. Se desata un patrón de represión y criminalización contra manifestantes y opositores: asesinatos, detenciones masivas, torturas y desapariciones forzadas, según Human Rights Watch y Amnistía Internacional. 

Octubre de 2025. El Comité Noruego otorga el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado “por su incansable labor promoviendo derechos democráticos y su lucha por una transición justa y pacífica”. El reconocimiento potencia su perfil internacional y, a la vez, puede elevar los riesgos internos. 

El telón de fondo humano. El éxodo venezolano alcanza casi 7.9 millones de personas desde 2014; más de 6.7 millones están en América Latina y el Caribe. Es la mayor diáspora en la historia reciente de la región.

Actores y correlación de fuerzas

Poder político-militar oficialista. El gobierno de Nicolás Maduro articula el aparato estatal, el control de la autoridad electoral (CNE), el sistema judicial (TSJ) y fuerzas de seguridad, con apoyo de grupos civiles armados. Los informes de HRW describen “abusos generalizados” tras el 28J, mientras Amnistía documenta desapariciones forzadas como política de represión del disenso. En esta correlación, el monopolio de la coerción y el uso del sistema de justicia como herramienta política inclinan la balanza. 

Oposición y liderazgo de MCM. Tras la inhabilitación, MCM se convierte en liderazgo moral y vector de organización cívica. Apoya la candidatura unitaria de Edmundo González y promueve redes territoriales y denuncia internacional. El Nobel multiplica su “soft power” y protección simbólica, pero también puede provocar reacciones adversas del régimen. 

Sociedad civil y diáspora. La primaria de 2023 mostró músculo organizativo ciudadano; la diáspora aporta recursos, advocacy y legitimidad moral. La Iglesia y organizaciones humanitarias despliegan apoyo en rutas migratorias y países de acogida, mientras ACNUR y la plataforma R4V alertan de necesidades básicas no cubiertas para una gran parte de la población desplazada. 

Comunidad internacional. La UE niega reconocimiento a resultados sin actas; la OEA denuncia un “manual completo de manejo doloso del resultado”; EE. UU. pide reconocer a González y condiciona sanciones a avances democráticos. A su vez, aliados de Caracas respaldan la versión oficial, configurando un tablero geopolítico partido. 

Qué sabemos con evidencia

a) Primaria 2023: legitimidad social. Hubo participación masiva y una victoria arrolladora de MCM. El posterior fallo del TSJ suspendiendo los resultados y exigiendo datos de votantes sembró alarma por posibles represalias, recordando antecedentes de discriminación política. 

b) Inhabilitación 2024: quiebre de garantías. El TSJ confirmó la inhabilitación de MCM el 27 de enero de 2024, chocando con expectativas creadas por el Acuerdo de Barbados. Esto llevó a reacciones diplomáticas y al replanteamiento de alivios sancionatorios. 

c) 28J 2024: opacidad sin actas. El CNE proclamó ganador a Maduro sin publicar resultados desagregados. La UE puntualizó que, “sin evidencia que la respalde”, la publicación del CNE “no puede ser reconocida” y exigió actas; EE. UU. afirmó que la evidencia muestra ganador a González. 

d) Represión 2024–2025: patrón sistemático. HRW documenta asesinatos de manifestantes, más de dos mil detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas; Amnistía sostiene que las desapariciones forman parte de una política estatal de represión entre julio de 2024 y junio de 2025. La Misión de la ONU ha señalado la detención de familiares de opositores como táctica para generar miedo. 

e) Éxodo: 7.7–7.9 millones. UNHCR/R4V estiman un desplazamiento que roza los 7.9 millones —más de 6.7 millones en la región—, con altas tasas de inseguridad alimentaria y vivienda inadecuada. 

f) Reconocimiento internacional: Nobel 2025. El Comité Noruego premia a MCM por su defensa pacífica de derechos democráticos, elevando los costos políticos de una represión abierta contra ella y su equipo. 

Metodología, criterios de rigor y limitaciones

Fuentes y verificación. Este artículo se apoya en documentos y comunicados oficiales (UE, OEA), prensa internacional reputada (Reuters, The Guardian, Al Jazeera), y organizaciones de derechos humanos (HRW, Amnistía). Se privilegian datos posteriores a junio de 2024 para cubrir la fase electoral y poselectoral. Se usan citas breves y se adjuntan referencias enlazadas. 

Limitaciones. El CNE no ha publicado la totalidad de actas de mesa (a la fecha señalada por la UE), lo que impide una auditoría pública completa del 28J. En consecuencia, varias conclusiones sobre el resultado descansan en evidencia independiente, comunicaciones diplomáticas y peritajes de terceros. Asimismo, la persecución a activistas dificulta el acceso a testimonios en tiempo real y de fuente directa dentro del país. 

“Caminamos cuatro días. En Lima vendía dulces a la salida del metro para dar de comer a mis hijos. Quiero volver cuando pueda votar y que ese voto cuente.” —Zorayne, venezolana en Perú, relato recogido por ACNUR. 

Claves para leer el resto de la serie

  1. El nudo de las actas. Mientras el CNE no publique el total desagregado, la controversia electoral seguirá abierta. La exigencia europea de “mostrar las actas” es la vara mínima de credibilidad. 
  2. Represión como política de Estado. Los informes coinciden en un patrón sostenido de violencia, detenciones, tortura y desapariciones. Sin garantías básicas, cualquier calendario electoral luce precario. 
  3. Soft power vs. coerción. El Nobel fortalece la proyección global de MCM, pero no disuelve —por sí mismo— el control interno del régimen sobre fuerzas de seguridad, justicia y recursos. 
  4. Diáspora y presión internacional. La diáspora (7.7–7.9 millones) influye en la agenda de países receptores y sostiene a familias con remesas, pero también sufre precariedad y xenofobia. Su voz será decisiva para sostener la atención internacional. 
  5. Marco ético (DSI). Dignidad, justicia, subsidiariedad y bien común no son “adorno moral”, sino criterios para evaluar decisiones: ¿se respeta la voluntad del votante? ¿se protege al disidente? ¿se empodera a las comunidades? ¿se orienta la política al bien de todos?

Entre 2023 y 2025, Venezuela transitó de la esperanza cívica de una primaria masiva a la frustración de un proceso presidencial sin actas y a un ciclo de represión avalado por un aparato de Estado ensamblado para conservar el poder. En ese trayecto, MCM concentró expectativas y agravios: símbolo para unos, adversaria irreductible para otros. El Premio Nobel de la Paz 2025 no resuelve la parálisis institucional, pero sí reconfigura el tablero: eleva los costos de la violencia abierta, ancla la causa en un relato de derechos y paz, y demanda a la comunidad internacional coherencia con sus propias normas.

Para las juventudes latinoamericanas —incluida la mexicana— el caso venezolano ofrece tres lecciones prácticas: (1) la logística democrática importa (centros, testigos, actas, verificación); (2) la verdad documentada sostiene la protesta (informes y evidencia son antídoto al cinismo); y (3) la ética pública no es opcional: sin dignidad y bien común, las urnas pierden sentido. Esta serie seguirá desglosando actores, cronología y escenarios, con testimonios y datos verificables, para entender no sólo qué pasó, sino qué puede pasar y qué puede hacer la ciudadanía para que su voto —y su voz— valgan en la práctica. 

Citas clave verificadas

  • UE (04/08/2024): “Sin evidencia que la respalde, la publicación del CNE no puede ser reconocida.” Consejo Europeo
  • OEA (30/07/2024): denunció un “manual completo de manejo doloso del resultado”. Reuters
  • HRW (30/04/2025): “abusos generalizados desde las elecciones del 28 de julio de 2024.” Human Rights Watch
  • Amnistía (15/07/2025): las desapariciones forzadas forman parte de una política de represión. Amnesty International
  • Nobel (10/10/2025): reconocimiento a MCM por su “incansable labor promoviendo los derechos democráticos”. NobelPrize.org

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