Seguridad alimentaria, en ‘jaque’ por alza en alimentos: Ibero

La académica dijo que el incremento de los alimentos juega un papel fundamental en la decisión de compra de las familia, por lo cual tiene un impacto en la inseguridad alimentaria.



De acuerdo con la Encuesta Sobre los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares con Niñas, Niños y Adolescentes en la Ciudad de México-ENCOVID19 (julio-diciembre 2020), 62% de los hogares reportó tener un ingreso menor que antes de la pandemia, un valor igual al encontrado en julio de 2020.

Alejandra Cantoral, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana, apuntó que estos resultados son preocupantes pues indican que los hogares están disminuyendo la cantidad de alimentos que consumen por falta de recursos. Agregó que ante una situación de inseguridad alimentaria severa, se asocian temas de desnutrición, bajo peso y talla, sobre todo en niñas y niños.

La académica dijo que el incremento de los alimentos juega un papel fundamental en la decisión de compra de las familia, por lo cual tiene un impacto en la inseguridad alimentaria.

Recordó que, a principios de año, se dio a conocer el Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO), el cual registró un crecimiento de un 28.1 por ciento, en comparación con el 2020, el más alto en los últimos diez años.

Para la especialista, la seguridad alimentaria tiene que ver con las posibilidades de una familia para, en todo momento, tener el acceso físico y económico a una suficiente cantidad de alimentos, que sea inocuos y nutritivos. Explicó que, de acuerdo con la Escala Latinoamérica y Caribeña de Seguridad Alimentaria, la inseguridad se clasifica en: 1) leve, cuando existe ansiedad y preocupación por los suministros alimentarios. En esta etapa, se empieza a hacer ajustes en el presupuesto del hogar, lo cual puede afectar la calidad de la dieta; 2) moderada, cuando los adultos limitan la calidad y la cantidad de los alimentos que consumen; y 3) severa, cuando se afecta la calidad y la cantidad de los alimentos consumidos por los niños.

Alejandra Cantoral dijo que, en México, en las etapas leve y moderada, lo que hacen las familias es empezar a comprar alimentos más baratos, así como productos ultraprocesados que se caracterizan por ser altos en energía, en azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio, cuyo aporte de nutrimentos como las vitaminas es bajo.

En tanto que en la inseguridad alimentaria severa no sólo cambia la dinámica de lo que compra, sino que las familias consumen menos o no realizan alguna comida al día, pero también se puede llegar al extremos de no comer.

La docente señaló que las familias con niñas, niños y adultos mayores son más vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria, lo cual es preocupante.

 

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