Deuda, inflación y desigualdad: 2025

La economía mundial llegó a 2025 sin un solo motor de estabilidad. El crecimiento es débil, las desigualdades se amplían, la pobreza laboral se multiplica, los precios de alimentos siguen tensos, la inteligencia artificial reconfigura empleos y países enteros enfrentan deudas históricas. Por primera vez desde la posguerra, el FMI, la OCDE, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial coinciden en algo: el sistema económico global necesita una reconstrucción moral, productiva y social antes de que las fracturas sean irreversibles.

Este reportaje analiza los hitos económicos más relevantes a nivel global, con base en datos oficiales, evaluaciones de riesgo, informes de instituciones internacionales y testimonios de ciudadanos reales afectados por las nuevas dinámicas de la economía.

Crecimiento débil: la nueva normalidad global

El FMI proyectó para 2024–2025 un crecimiento mundial promedio de apenas 2.7%, muy por debajo del promedio histórico del 3.8% del periodo 2000–2019. Las causas son múltiples:

  • Inflación persistente
  • Deuda pública récord
  • Conflictos geopolíticos (Ucrania, Medio Oriente, Sahel)
  • Fragmentación del comercio global
  • Disrupciones en cadenas de suministro
  • Caída de la inversión privada
  • Volatilidad financiera

El Banco Mundial advirtió que el crecimiento a largo plazo podría caer al nivel más bajo en 40 años si no se implementan reformas profundas.

El economista Nouriel Roubini lo describió como: “Una década de riesgos superpuestos: pandemias, guerra, inflación, deuda y cambio climático. La tormenta perfecta ya no es una metáfora: es una estructura permanente”.

Inflación alta y alimentos más caros: el costo de la vida como crisis central

Aunque la inflación general ha empezado a moderarse en algunas economías avanzadas, el precio de los alimentos sigue subiendo: guerras, sequías, bloqueos comerciales y aumento de costos logísticos mantienen presión sobre la canasta básica global.

Datos de FAO (2024):

  • El índice de precios de alimentos sigue 18% más alto que en 2019.
  • El precio del arroz alcanzó su nivel más alto en 15 años.
  • El trigo y el maíz continúan volátiles por tensiones en el Mar Negro.

En Egipto, India, Nigeria, México y Filipinas, las familias gastan entre 30% y 50% de su ingreso total solo en comida. Isabella, madre en São Paulo, lo expresa así: “La carne ya es un lujo. El aceite, los huevos y el arroz son luchas diarias. Trabajo como si fuera clase media, pero vivo como pobre”. La inflación alimentaria es la nueva raíz del descontento social global.

Deuda pública en niveles históricos: el fantasma que recorre al mundo

La deuda pública global alcanzó los $93 billones de dólares, según el FMI. Las causas principales:

  • Respuesta fiscal a la pandemia
  • Subsidios energéticos
  • Caída de ingresos tributarios
  • Aumento de tasas de interés
  • Gasto militar creciente

Países de ingreso bajo y medio enfrentan la peor parte: 60 naciones están en riesgo alto o moderado de crisis de deuda. Caso crítico:

  • Ghana, Sri Lanka, Pakistán, Zambia y El Líbano tuvieron que reestructurar.
  • Argentina volvió a estar en impago en 2023 y mantiene inflación de tres dígitos.
  • Italia, Japón y EE. UU. cargan deudas insostenibles a largo plazo.

El economista Kenneth Rogoff advierte: “En el siglo XXI, la próxima crisis financiera probablemente será una crisis de deuda soberana global”.

Desigualdad creciente: la economía deja fuera a la mitad del mundo

La desigualdad no solo económica, sino tecnológica y educativa, es ahora el factor que más define el futuro de los jóvenes.

Claves de la desigualdad global:

  • El 1% más rico concentra casi 40% de la riqueza mundial (Global Inequality Lab).
  • 4,700 millones de personas viven con menos de $10 dólares al día.
  • Solo 1 de cada 3 personas tiene competencias digitales avanzadas.
  • La brecha entre países ricos y pobres se agranda: África crecerá menos que el resto del mundo pese a su potencial demográfico.

La desigualdad tiene rostro femenino: en 146 países, las mujeres ganan menos, tienen menos acceso al crédito, heredan menos y cargan con más trabajo no remunerado.

Trabajo en transformación radical: IA, automatización y empleo precario

El Foro Económico Mundial estima que hacia 2025:

  • 85 millones de empleos desaparecerán
  • 97 millones nuevos surgirán

Pero el problema no es la cantidad: es la calidad, distribución y velocidad de transición. Sectores más afectados:

  • Manufactura
  • Logística
  • Servicios administrativos
  • Call centers
  • Educación básica
  • Medios y comunicación

La automatización desplaza a millones, especialmente a trabajadores sin educación superior. Luis, operador de maquinaria en Monterrey, lo resume: “Antes temíamos que nos corrieran. Ahora tememos que nos reemplace un software”. La falta de capacitación es el gran divisor del siglo XXI.

Fragmentación comercial: el fin de la globalización “clásica”

Después de tres décadas de comercio integrado, el mundo entra en una etapa de desglobalización estratégica. Tendencias clave:

  • EE. UU. y Europa reubican industrias críticas (nearshoring, friendshoring).
  • China fortalece cadenas de suministro propias.
  • Países del Sur Global exigen reglas más justas.
  • Tensiones en semiconductores y energía verde reconfiguran alianzas.

México, India, Vietnam y Filipinas emergen como hubs industriales alternativos, pero con desafíos estructurales (infraestructura, seguridad, corrupción). El FMI afirma que la fragmentación podría costar entre 0.2% y 7% del PIB global.

Energía, clima y economía: un triángulo de riesgo

El cambio climático se convirtió en un actor económico. Efectos económicos globales:

  • Pérdidas por desastres climáticos: más de $140 mil millones anuales.
  • Sequías históricas afectan producción agrícola (México, España, India).
  • Transición a energías limpias requiere inversiones gigantes.

El Banco de Pagos Internacionales advierte sobre “riesgos climáticos sistémicos”: eventos extremos que podrían afectar bancos, aseguradoras y mercados financieros.

Innovación: el lado luminoso de la economía 2025

No todo es crisis. Hay innovación extraordinaria:

  • IA generativa que abarata procesos y acelera investigación.
  • Biotecnología con terapias personalizadas y avances en edición genética.
  • Tecnologías de salud que permiten diagnósticos tempranos.
  • Fintech que democratizan pagos, crédito y transferencias.
  • Economías creativas que generan empleo para millones de jóvenes.

La humanidad enfrenta riesgos, sí, pero también una capacidad inédita de reinventarse.

El impacto en jóvenes: precariedad, ansiedad y nuevas búsquedas

Los jóvenes de 18 a 35 años enfrentan:

  • empleos mal pagados,
  • vivienda inaccesible,
  • inflación,
  • competencia global,
  • incertidumbre profesional.

Pero también lideran soluciones:

  • cooperativas digitales,
  • emprendimientos sociales,
  • movimientos por justicia climática,
  • innovación tecnológica accesible.

La  economía debe estar al servicio de la dignidad humana; los jóvenes reclaman exactamente eso.

Conclusión: una economía agotada que necesita ética

2025 revela un sistema económico global frágil, desigual y tensionado. Pero también un sistema lleno de posibilidades si se coloca al centro lo que siempre debió estar ahí: la persona humana.

La economía del futuro deberá ser:

  • productiva,
  • sostenible,
  • ética,
  • digital pero inclusiva,
  • centrada en familias,
  • guiada por el bien común.

Esa es la única vía para reconstruir la confianza y cerrar las brechas que amenazan la estabilidad del planeta.

@yoinfluyo

Facebook: Yo Influyo

comentarios@yoinfluyo.com 

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.