Crean “humanimales” en China

Al inyectar células madre humanas a embriones de mono, investigadores lograron crear exitosamente un híbrido conocido como humanimal o quimera, lo que violenta la naturaleza en nombre de la “ciencia”.


Humanimal o quimera


Gestado en un laboratorio en China, se logró crear a un nuevo ser, parte humano y parte mono. No, no es un mito ni tampoco una leyenda de la antigua Grecia; es el resultado de años de experimentación con células madre introducidas en diversas especies animales bajo el pretexto de generar órganos que sirvan para trasplantes a personas que los necesitan.

Encabezados por el bioquímico español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, un grupo de investigadores tomó un grupo de embriones de monos a los cuales se les inactivaron los genes responsables formar determinados órganos para posteriormente inyectarles células madre humanas capaces de generar tejidos de cualquier tipo.

El desarrollo de estos fetos ocurrió conforme a lo esperado por el equipo de Izpisúa, pero al llegar la semana 14 suspendieron el desarrollo de estos híbridos a fin de evitar que nacieran. De esta manera se logró, por primera vez con éxito, crear estas quimeras, dado que en anteriores ocasiones este mismo científico experimentó con embriones de cerdos y células madre de humanos, pero sin obtener resultados favorables como el alcanzado con los monos.

Juan Carlos Izpisúa dirigió por nueve años el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, uno de los más prestigiados en Europa, al cual renunció debido a que consideraba que le faltaban apoyos financieros y políticos. En 2018 la revista Time lo nombró en su lista de las 50 personas más influyentes debido a la relevancia mundial de su trabajo para buscar alternativas a la escasez de órganos humanos para trasplantes.

La investigación de la creación de una quimera hombre–mono hecha por Izpisúa se llevó a cabo en China porque en ese país existe la infraestructura para realizar experimentos de este tipo, además de que las leyes son más permisivas que en otras partes del mundo para este tipo de investigaciones.

Cabe subrayar que no es la primera vez que se han creado embriones híbridos de humanos y animales, pues muchos de ellos se han desarrollado en Estados Unidos, pero nunca llegaron a término.

Japón legaliza creación de quimeras

En distintas épocas y partes del mundo se han realizado los experimentos para crear híbridos como resultado de la mezcla de seres humanos y animales, prácticas controvertidas e inclusive prohibidas por algunos países, por lo que la decisión que en marzo de este año tomó el Ministerio de Educación y Ciencia de Japón para permitir la creación de embriones humano-animales que pueden ser trasplantados en animales sustitutos y llevados a término, convierten a esta nación en la primera en legalizar esas prácticas.

En junio de 2013, el biólogo japonés Hiromitsu Nakauchi, quien está al frente de investigadores de las universidades de Tokio y Stanford, solicitó al gobierno nipón autorización para cultivar órganos humanos en el cuerpo de animales, a fin de desarrollar órganos que puedan ser útiles para trasplantes humanos. En respuesta, el gobierno conformó un panel de expertos para discutir el tema y finalmente en marzo de 2019 dieron luz verde a la petición.

En Japón estaba prohibida la utilización de embriones que contienen células humanas más allá de 14 días, así como tampoco estaba permitido el trasplante de los embriones en un útero sustituto, pero a partir de las conclusiones del panel de expertos, el Ministerio de Educación y Ciencia dio su aval a la realización de esas investigaciones, así como a que los embriones, nazcan.

Jugando a ser Dios

La justificación para gestar humanimales es que los órganos que se desarrollen en estos seres, manipulados genéticamente, puedan extraérseles para ser trasplantados a seres humanos para así tener alternativas ante la escasez mundial de órganos.

A pesar de que en una primera impresión esto puede parecer muy loable, muchas personas, grupos y asociaciones no aprueban esas prácticas por considerarlas antiéticas, además de que existe un grave riesgo para la humanidad.

Tal es el caso del actual director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, Ángel Raya, científico reconocido internacionalmente por desarrollar importantes tratamientos en enfermedades genéticas y neurodegenerativas, quien ha puesto en tela de juicio lo que sucedería en los experimentos en caso de que las células madre se liberaran y formaran neuronas humanas en el cerebro del animal, lo que es una probabilidad que estaría fuera del control de los investigadores.

 

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