Buscan evitar amputaciones por pie diabético


Cada día, más de 230 mexicanos pierden una pierna o un pie a causa de la diabetes, según estimaciones de la Secretaría de Salud. Son amputaciones que, en la mayoría de los casos, pudieron evitarse con diagnóstico oportuno, educación y atención interdisciplinaria. Detrás de cada cifra hay una historia de dolor, discapacidad y duelo. Pero también, un área donde la ciencia busca soluciones: entender por qué, pese a décadas de avances médicos, miles de personas siguen perdiendo sus extremidades.

Con esa pregunta al centro, la doctora Patricia Mehner Karam, académica del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, desarrolla una investigación que pretende cambiar la forma en que se aborda el pie diabético, una de las complicaciones más devastadoras de la diabetes mellitus. Su propuesta: integrar la psicología con las mejores prácticas clínicas europeas para construir un modelo psicoeducativo capaz de prevenir amputaciones.

La investigación, parte de su tesis doctoral, se gesta en la Universidad Lusíada de Portugal, donde la académica realiza una estancia de investigación. Mehner trabaja de la mano con especialistas de la Clínica del Pie Diabético del Hospital São Teotónio de Viseu, considerada la más grande del país y una referencia europea en el tema.

“Tenemos que entender que la amputación no es un fracaso, porque gracias a esta técnica quirúrgica se le salva la vida a la persona. Sin embargo, las consecuencias en la autoimagen corporal y la calidad de vida son profundas, no solo para el paciente, sino también para su familia y su comunidad”, explica la doctora Mehner. Su planteamiento es claro: prevenir no basta con medicamentos, sino con una educación emocional y conductual sostenida.

La diabetes mellitus es la tercera causa de muerte en México y un terreno fértil para complicaciones crónicas. Entre ellas, el pie diabético se ubica entre las más graves: hasta el 25 por ciento de las personas con diabetes lo desarrollan en algún momento, y de ellas, un 15 por ciento termina en amputación, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública. En muchos casos, la lesión comienza con una pequeña herida en el pie, imperceptible al principio, pero que se infecta debido a la pérdida de sensibilidad y a un mal control glucémico.

El costo sanitario y humano es enorme. Cada amputación implica no solo hospitalización y rehabilitación, sino un golpe a la independencia, la movilidad y la autoestima. “Cuando se amputa una pierna, se amputa también una parte de la vida cotidiana”, indicó la investigadora.

Por eso su proyecto busca algo más que un modelo médico: quiere abrir la conversación hacia una visión integral, donde participen médicos, psicólogos, nutriólogos, enfermeros y familiares. “Los profesionales de la salud también necesitan herramientas para acompañar emocionalmente al paciente; la prevención tiene que empezar desde ahí”, destacó.

La estancia de la doctora Mehner en Portugal no es solo una experiencia académica. Es una colaboración internacional de alto nivel entre la IBERO y la Universidad Lusíada, que nació tras una revisión sistemática de literatura en la que la mexicana identificó el trabajo de la doctora Susana Pedras, especialista en Psicología Aplicada del Centro de Investigación en Psicología del Desarrollo.

Juntas, están desarrollando un modelo psicoeducativo para prevenir amputaciones, sustentado en la integración de prácticas clínicas europeas con la comprensión cultural y emocional del paciente mexicano. El proyecto se complementa con una rotación clínica en el Hospital Sao Teotónio, bajo la supervisión de la doctora Natália Santos, responsable de la Unidad del Pie Diabético.

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