Médicos del IMSS se esfuerzan para salvar vidas

Gracias a la atención médica oportuna y profesional, muchas personas han recibido una nueva oportunidad de vivir. Estos factores positivos se pueden frustrar, debido al recorte de recursos para el setcor salud.


Salvan vidas


A pesar de crecer en el mismo lugar, sólo a uno le correspondía permanecer en ese espacio. Un bebé y un tumor ya no podían coexistir en el vientre materno. Determinar la manera de eliminar el mioma y preservar la vida de la mujer y de su hijo nonato, que aún carecía de condiciones para vivir fuera de su madre, significaba todo un reto para los médicos.

El Hospital General de Zona Número 3 del IMSS en Aguascalientes fue el escenario donde tuvo lugar un milagro de vida: un equipo multidisciplinario de médicos retiró un tumor uterino de 22 centímetros a una mujer con 23 semanas de embarazo, mediante la extracción del útero con el feto dentro, que fue reimplantado posteriormente. La paciente se recupera y el bebé se desarrolla satisfactoriamente.

Mariela Serna Murillo, de 34 años de edad, quedó embarazada antes de saber que también en su vientre se había formado un mioma. Al paso del tiempo y crecer ambos, tanto el tumor como el bebé, la mujer sentía molestias debidas a la compresión de algunos órganos.

Los estudios clínicos que le hicieron mostraron la existencia de una masa de 22 centímetros de diámetro adherida al útero, coexistiendo con el bebé, quien corría el riesgo de ser aplastado o expulsado del útero porque no había lugar para ambos.

Ante este hallazgo, la coordinadora de Ginecología del Hospital del IMSS, Irene Carrillo Muñiz, y un grupo interdisciplinario de médicos conformado por cirujanos, ginecólogas, angiólogos, anestesiólogas y enfermeras quirúrgicas analizaron el caso y consideraron viable realizar una miomectomía que, por sus características, fue compleja dado que para quitar el tumor tuvo que sacarse el útero con el bebé y posteriormente ser devuelto a su lugar.

Mariela se recupera satisfactoriamente y su bebé se desarrolla sin ninguna complicación, según el parte médico de ambos.

Al compartir su testimonio, la paciente aseguró que “fuera del IMSS recibí malos pronósticos para mi embarazo, sin embargo, al llegar aquí encontré médicos con tanta experiencia en estos casos que, tras valorar el mío, optaron de inmediato por la miomectomía, con muy buenos pronósticos para continuar con la gestación”.

Los milagros existen

La de Valentina es otra historia.

Transcurrían apenas 23 semanas del embarazo de su madre cuando un dolor de cabeza la llevó al hospital. Se le diagnosticó un tumor cerebral que requirió atención quirúrgica, pero la madre no se pudo recuperar y cayó en estado de coma.

Al cumplirse las 27 semanas de gestación y ante el progresivo deterioro de la salud de la mujer, los médicos del Hospital General Regional Número 1, Ignacio García Téllez, del IMSS en Mérida, Yucatán, decidieron hacer una cesárea de emergencia.

La bebé, quien lleva el nombre de Valentina, logró sobrevivir, aunque su madre no corrió con la misma suerte.

Valentina nació antes de las 28 semanas de gestación, lo que determinó múltiples complicaciones de salud por su peso de apenas 680 gramos. La pequeña tuvo asistencia ventilatoria mecánica por 41 días y un total de 86 días con aporte de oxígeno adicional, ya que presentó diversas complicaciones como síndrome de dificultad respiratoria, neumonía, hemorragia pulmonar, anemia, displasia broncopulmonar, retinopatía del prematuro y reapertura del conducto arterioso.

Asimismo, fue operada por la retinopatía que presentó a consecuencia del oxígeno que recibió en el tiempo en el que permaneció en la incubadora. Los médicos aseguraron que la cirugía fue satisfactoria, se encuentra fuera de peligro y no tendrá problemas de la vista. De igual forma, se le realizó un tamiz auditivo en el que los resultados indicaron que la niña escucha adecuadamente.

Tijeretazo insalubre

Estas historias en la que se demuestra que preservar la vida es prioridad para médicos, enfermeras y demás personal del sector salud, pueden verse disminuidas drásticamente no por falta de vocación, talento o interés en sus pacientes, sino debido a que el Gobierno Federal aplicó una política de austeridad que afecta a todo el sistema que componen infraestructura, personal, servicios e insumos, todo en menoscabo de la atención de los pacientes, principalmente los más vulnerables.

El recorte del gobierno federal al sector salud es de mil doscientos un millones de pesos, lo que ha repercutido en falta de medicamentos en clínicas, hospitales e institutos, además de afecta a los programas de Atención a la Salud Materna y Reproductiva; Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes; Prevención de Adicciones; Vacunación; y Atención a pacientes con VIH, principalmente.

El golpe más reciente lo han sufrido los beneficiarios del Programa Prospera que fue cancelado, por lo que ahora miles de personas que viven en zonas urbanas marginadas que no contaban con seguridad social, pero eran atendidas en las Unidades Médicas Urbanas distribuidas en 28 entidades, ya no contarán con ese servicio toda vez que los recursos que se asignaban a estos centros de atención médica se asignaron al nuevo Programa de Becas para el Bienestar de Educación Básica Benito Juárez.

 

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