Lo que no sabes sobre los microplásticos

Dependiendo de su procedencia, los microplásticos, se pueden dividir en dos categorías: primarios y secundarios.


Microplásticos


Los microplásticos son piezas diminutas de material plástico cuyo tamaño suele ser inferior 5 milímetros y que contaminan el medioambiente. Estos provienen de una gran variedad de fuentes como la industria cosmética, productos de limpieza, ropa, desechos plásticos de uso diario u otros numerosos procesos industriales.

Dependiendo de su procedencia, se pueden dividir en dos categorías: primarios y secundarios.

En primer lugar, los microplásticos primarios son partículas de plástico que son lanzadas directamente al medio ambiente. La Unión Europea estima que este tipo de vertidos representan entre el 15% y el 31% de los microplásticos presentes en los océanos.

Una de las principales fuentes de emisión de estas microesferas de plástico, proviene del lavado de ropa confeccionada a partir de materiales sintéticos como el poliéster, nylon o lycra. Esto está estrechamente relacionado con el aumento de tiendas de ropa low cost, en la que se emplean tejidos derivados del petróleo que resultan mucho más económicos que materiales como el algodón o el lino.

Otra de las principales fuentes de emisión de microplásticos es la industria cosmética que agrega de manera intencionada microesferas de origen plástico en los productos de cuidado personal como la pasta de dientes o jabones exfoliantes. Del mismo modo, también podemos encontrar esos mismos elementos en los detergentes en polvo para lavar la ropa o para lavavajillas.

Por último, el roce con el asfalto de los neumáticos provoca la abrasión del caucho que termina liberando pequeñas partículas de plástico al entorno que, en muchas ocasiones, van a parar al mar.

Por su parte, los microplásticos secundarios provienen de la degradación de grandes objetos de plástico como las bolsas de la compra, botellas y envases o redes de pesca. Este tipo de desechos representan, nada más y nada menos, entre el 69% y el 81% del microplástico que se encuentra en los mares, ríos y océanos de todo el planeta.

A pesar de su pequeño tamaño, este tipo de vertidos puede ocasionar un sinfín de efectos negativos en el ecosistema marino. Miles de peces, tortugas y aves acuáticas confunden estas pequeñas partículas de plástico con alimento. De ese modo, el plástico se acumula en su organismo y, como consecuencia, puede terminar en el cuerpo humano a través del consumo de platos de pescado o marisco.

Estas micropartículas también están presentes en alimentos y bebidas como en el agua del grifo, ya que, debido a su reducido tamaño, son capaces de sortear los filtros que depuran en el agua que llega a los hogares. Relacionado con esto, se ha comprobado la presencia de microplástico en alimentos como pan, sopas y cremas en los que se emplea el agua del grifo para la cocción de los alimentos.

Para contribuir a la reducción de esta sustancias tan contaminantes, podemos comenzar por pequeños actos como utilizar cepillos de dientes biodegradables, evitar los globos en fiestas y celebraciones y sustituirlas por otras actividades divertidas como una partida en el casino NetBet o llevar siempre encima una botella de agua reutilizable.

El efecto que estas partículas pueden provocar en los humanos es todavía desconocido, pero al tratarse de materiales que provienen de elementos químicos, normalmente contienen aditivos y sustancias químicas que pueden resultar tóxicas para los animales y las personas.

 

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