La película Descalzos reseña el testimonio de un grupo de jóvenes españoles quienes encontraron en el silencio y la música a Dios en quien están inspiradas sus canciones que son parte del grupo de música católica Hakuna y que en poco tiempo el mensaje que el Creador movió en su corazón hicieron suyo miles de personas más, en varias latitudes del planeta.
La cinta que se exhibe en diversas salas de cinematográficas de la República Mexicana, y en este mismo mes de junio se estrenará en varios países de Latinoamérica, busca hacer reflexionar a las audiencias a la importancia de la música como enlace natural con Dios y con la humanidad.
El director de Descalzos, Santos Blanco, comentó que el relato de la película parte de la experiencia del grupo musical Hakuna, era esencial mantener la perspectiva de que la música, desde sus orígenes, ha sido un lenguaje universal y transformador para la humanidad.
Y es verdad, pues la música tiene la capacidad de hacer vibrar el corazón, generar sentimientos y motivar acciones, pero también es un catalizador de encuentros entre personas y también un medio a través del cual es posible acercarse a Dios.
En esta época en la que el ruido forma parte del entorno en el que viven los jóvenes, parece casi increíble que en el silencio escuchen la voz del Creador y más aún, que de la paz la alegría y la esperanza encontrada al estar “descalzos” surjan melodías con las que niños, jóvenes y adultos de distintas latitudes se sientan identificados, los ayude a reflexionar y sacar lo mejor de sí mismos para compartir en este mundo que hoy tan conflictivo.
No puedes perderte esta película que habla de cómo Dios habló al corazón de un grupo de jóvenes quienes con sus canciones han replicado el mensaje de amor que el Señor tiene para esta generación y para todas las que con sencillez abran su corazón para escuchar el mensaje personal que Dios tiene para cada uno.
Búscala en carteleras de cine en tu país y se testigo de cómo el mensaje y el amor de Dios se extiende a todos.
Cuando el hombre se atreve a descalzarse, abriéndose a la Verdad, la música que brota es como una flecha imparable que alcanza el corazón de la persona que se atreve a ponerse a tiro.
La Vida era la pregunta; la música, la respuesta.
Y entonces: CANTAS. REZAS. AMAS.
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