Por primera vez desde 1986, México vuelve a ser sede de la Copa Mundial de la FIFA, y aunque la organización del torneo será compartida con Estados Unidos y Canadá, a México se le otorgó el privilegio de tener el juego inaugural. Por consiguiente, vale la pena analizar los dilemas y las acciones que se están tomando para que nuestro país sea adecuado para albergar una competencia de esta magnitud. A propósito, hay que recordar que las tres sedes de México para este torneo son el Estadio Azteca en Ciudad de México, el Estadio BBVA en Monterrey y el Estadio Akron en Guadalajara.
Los inconvenientes para organizar el Mundial
El Mundial de 2026 se ve amenazado por la actual tensión que hay entre los tres anfitriones, ya que no solo existen presiones políticas y guerra comercial, sino también desacuerdos en la asignación de partidos e ingresos, además, del notorio control excesivo de la Federación de Fútbol de Estados Unidos en decisiones clave del torneo. Dichas coyunturas representan una muy posible falta de coordinación logística, proyectos de infraestructura binacional y campañas turísticas conjuntas de cara al Mundial.
Asimismo, la organización de un evento de esta importancia trae consigo efectos negativos en la economía. Un estudio hecho por Robert A. Baade y Victor A. Matheson, economistas especializados en deporte, confirmó que las altas inversiones que se hacen para un Mundial tienen una variación insignificante o incluso negativa en el PIB. En el caso de México, expertos ya han indicado que el principal riesgo de la inversión hecha para el Mundial es que se dejará de lado la inversión dirigida a aspectos como la recreación, la cultura y el turismo, lo que podría afectar no solo la imagen internacional del país, sino también el desarrollo de la calidad de vida de los mexicanos.
También cabe señalar que México es víctima de problemas de violencia y vialidad, factores que influyen en el desarrollo de un torneo internacional como la Copa del Mundo. En los últimos años, tanto Ciudad de México, como Monterrey y Guadalajara, han sufrido un incremento en la cantidad de homicidios y feminicidios, provocando que al menos el 68% de habitantes de cada una de las tres entidades no se sientan seguros de salir a la calle. Por otro lado, la vialidad puede representar dificultades en el traslado hacia los estadios, sobre todo en la CDMX, pues según una investigación de TomTom Traffic Index, la capital del país es la ciudad con más congestión vial del mundo, pues un conductor pierde en promedio 6 días y 8 horas en el tráfico al año. Guadalajara y Monterrey, no se quedan atrás, pues son la segunda y la tercera ciudad más congestionadas de México.
¿Qué se está haciendo para mejorar?
En la Ciudad de México, se instauró una Comisión de Seguimiento a la Organización y Desarrollo del Mundial de 2026, encabezada por el anterior subsecretario de Bienestar Social de la CDMX, Fernando Zárate Salgado. Entre los principales cambios se encuentra la remodelación del Estadio Azteca, ahora llamado Estadio Banorte, para la cuál el gobierno de la CDMX ha invertido más de 6,000 millones de pesos con la intención de renovar vestidores, butacas y techo, además, de la creación de un espacio para prensa local e internacional y el aumento de la capacidad del estadio de 83,264 espectadores a 90,000 asistentes, convirtiéndolo en el estadio más grande de Latinoamérica.
Así mismo, también está previsto que se renueven zonas turísticas como el Centro Histórico, Xochimilco y El Ajusco, la adquisición de nuevas unidades para el tren ligero y una ciclovía que conecte al Zócalo con Calzada de Tlalpan, la remodelación de las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y la restricción del comercio ambulante y la piratería en los alrededores del estadio.
Con respecto a Monterrey, el Estadio BBVA recibió una inversión de 7 millones de pesos, dinero que será utilizado para adecuar el terreno de juego a las estrictas normas de la FIFA y para mejorar la zona de prensa y palcos del estadio. También, se planea trabajar en la renovación de rutas, señalización y red de movilidad, como señaló Alejandro Hutt, encargado de la sede de Monterrey: “Sabemos que el transporte es un tema sensible. Estamos coordinando con el gobierno estatal y municipal para garantizar una experiencia fluida. Esto incluye transporte público, rutas especiales, aplicaciones de movilidad y señalética pensada para visitantes internacionales”.
Por otro lado, a pesar de ser la sede que menos partidos albergará, Guadalajara obtuvo una inversión de 23,000 millones de pesos, los cuales estarán destinados a la construcción de una nueva línea en el transporte público de la ciudad, la renovación de zonas turísticas y del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, así como la prevención de actos delictivos en los alrededores del recinto y áreas concurridas. Además, el Estadio Akron sufrirá un único cambio de cara a la Copa del Mundo, el cuál será la adecuación del terreno de juego para cumplir con los estándares de la FIFA.
Así que será cuestión de tiempo para ver que tan provechosas resultan las estrategias que se están implementando para poder recibir el torneo más importante del fútbol. Tanto aficionados como gente ajena a este deporte esperan que estas decisiones favorezcan tanto el desarrollo de la competencia como al crecimiento a corto y largo plazo del país. En otras palabras, no hay otra expectativa más que ver a México ganar dentro y fuera de la cancha.
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