En medio del auge digital y los grandes proyectos de infraestructura, México enfrenta un desafío crucial: cerrar la brecha en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) desde una perspectiva que priorice los valores humanos. No se trata solo de incrementar números, sino de construir una innovación tecnológica con conciencia, arraigada en el humanismo, la ética y los valores. Jóvenes, familias, instituciones y el sector productivo están llamados a labrar un futuro donde el desarrollo científico esté al servicio del bien común.
El estado de la matrículas STEM: datos y realidades
Según IMCO con datos del INEGI, en el ciclo 2020-2021, de 4.4 millones de estudiantes en educación superior, 1.5 millones (35 %) estaban inscritos en carreras STEM, pero solo el 22 % de mujeres lo hacía —y apenas el 10 % en universidades privadas—. Coahuila registra el mayor porcentaje femenino en STEM, con 28 %, seguido por San Luis Potosí y Guanajuato (26 %)
UNICEF destaca que, de 2023 a 2024, solo el 38 % de la matrícula STEM eran mujeres
La UNESCO y el Banco Mundial han señalado que en América Latina la presencia femenina en STEM no supera el 41 %
Esto no es solo una cuestión numérica, sino de justicia social: el ingreso promedio de profesionistas STEM supera el resto, y aunque persiste una brecha salarial (las mujeres ganan en promedio 82 pesos por cada 100 que gana un hombre), es menor que en otras áreas
Barreras desde la infancia: estereotipos y falta de estímulo
El IMCO señala que las causas de la baja participación femenina empiezan desde la primaria: estereotipos de género, baja confianza en las habilidades matemáticas y ausencia de modelos a seguir son factores determinantes
La OCDE ya había detectado que cuando niñas y niños tienen niveles similares de confianza, desaparecen las brechas en desempeño en matemáticas
PISA y competencias: más que datos duros
En PISA 2022, México obtuvo un promedio en matemáticas de 407 puntos, 77 menos que el promedio de la OCDE (478), ubicándose como uno de los países con peor desempeño en ese rubro
Solo alrededor del 43 % de estudiantes alcanza un nivel mínimo de competencia matemática, según estimaciones expresadas por Movimientos STEM
Este déficit cognitivo impacta directamente en la capacidad para innovar y participar de manera crítica en el mundo digital.
Hacia una educación STEM humanista: ejemplos y modelos en el mundo
Hay modelos internacionales que integran de manera efectiva ciencia y humanismo. Aunque aún faltan datos precisos de países específicos, la OCDE ha documentado que países exitosos en educación logran combinar excelencia STEM con valores éticos y enfoque inclusivo
El caso de Estrella de los Ángeles Lázaro, egresada en Ingeniería Mecatrónica de una universidad oaxaqueña, es emblemático. Gracias al programa Impulso STEM de Iberdrola, recibió beca, mentoría y logró empleo en el sector automotriz en Querétaro. Este programa ha beneficiado a más de 2 000 jóvenes, especialmente en comunidades rurales marginadas. Actualmente, solo el 30 % del alumnado en ingeniería es mujer, y apenas 2 de cada 10 mujeres ingenieras trabaja en el sector
El contexto nacional: urgencias, oportunidades y desafíos
Proyectos como el Corredor del Istmo de Tehuantepec o el centro de datos de Amazon en Querétaro demandan talento especializado. Sin embargo, la educación superior sigue siendo insuficiente: solo 2 de cada 100 jóvenes entre 15 y 29 años tienen educación superior y especialización técnica
En el ciclo 2023 se registraron más de 175 000 egresados STEM (115 340 hombres y 60 378 mujeres). A pesar de una leve alza en egresos STEM, solo el 16.5 % de los jóvenes ocupados realizan actividades profesionales o técnicas
Propuestas inspiradas en valores, legalidad y solidaridad
Basado en la dignidad humana, bien común, solidaridad, subsidiariedad—, México puede impulsarse en esta dirección:
- Incorporar desde la educación básica un enfoque ético y de igualdad de género en STEM, desmantelando estereotipos y promoviendo vocaciones. El IMCO sugiere integrar un mensaje de equidad entre hombres y mujeres en contenidos científicos desde preescolar
- Ofrecer becas y mentorías para jóvenes vulnerables, especialmente mujeres rurales —como hace Impulso STEM— para generar redes solidarias de vocación y persistencia
- Fortalecer la vinculación educativa–productiva: adaptar planes de estudio a las necesidades reales, con criterios de justicia, equidad y bien común, para que los egresados tengan oportunidades laborales dignas en México, evitando la fuga de talentos
- Crear observatorios estatales con metas, indicadores y presupuesto: que permitan seguimiento, continuidad interadministrativa y rendición de cuentas, como propone IMCO
- Visibilizar ejemplos positivos de mujeres en STEM, como Estrella, difundiendo sus historias como modelos para la nueva generación.
México tiene una ventana de oportunidad: una población joven, necesidades tecnológicas urgentes y un creciente interés en carreras STEM. Sin embargo, para responder con justicia y perspicacia, no basta con promover ciencia: esta debe estar imbuida de ética, humanismo y valores. Solo así construiremos una innovación inclusiva, que reconozca la dignidad de cada persona, promueva la igualdad de oportunidades, y esté orientada al bien común.
El futuro del país no se define exclusivamente con algoritmos y ecuaciones, sino con corazones y convicciones. El deber de este momento es formar no solo científicos, sino ciudadanos comprometidos, innovadores con conciencia, y profesionales que comprendan que la ciencia, bien guiada, es un acto de amor al prójimo.
¿Estamos listos para cambiar el rumbo con valentía, ética y raíces mexicanas profundas?
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