Con el avance del invierno, México enfrenta la circulación simultánea de diversos virus respiratorios, entre ellos la influenza A H3N2, una variante que mantiene presencia activa en distintas regiones del país.
Aunque el subtipo predominante continúa siendo AH1N1, los reportes epidemiológicos recientes confirman casos de H3N2 en entidades clave, lo que ha reforzado los protocolos de vigilancia sanitaria. En un contexto marcado por bajas temperaturas y mayor movilidad social, las autoridades de salud observan de cerca el comportamiento de esta variante y reiteran la importancia de la prevención, especialmente entre los grupos más vulnerables.
Circulación activa de la variante H3N2
Durante la temporada invernal 2025, México registra la circulación simultánea de diversos subtipos de influenza, entre ellos AH1N1 y H3N2. Aunque el subtipo predominante a nivel nacional continúa siendo AH1N1, la variante H3N2 mantiene una presencia relevante dentro del panorama epidemiológico actual.
De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Salud, correspondiente a la semana epidemiológica 49 con corte al 11 de diciembre de 2025, el 16.2 % de las infecciones confirmadas de influenza en el país corresponden a la variante H3N2, con un total de 154 casos registrados. Las autoridades sanitarias mantienen vigilancia activa ante el comportamiento de este virus y su coexistencia con otros patógenos respiratorios propios de la temporada.
Las características clínicas de la influenza H3N2 subclado K no presentan diferencias respecto a la influenza estacional. Su manejo clínico y las medidas de prevención recomendadas permanecen sin modificaciones, conforme a los protocolos vigentes de atención médica.
Distribución regional de la influenza H3N2
El comportamiento del virus presenta variaciones por región. La mayor concentración de casos de influenza H3N2 se observa en la zona norte del país, donde representa el 45.5 % de los registros. En la región centro alcanza el 33.4 %, mientras que en la región sur-sureste se reporta un 9.5 %. En la península, la presencia de esta variante es menor, con apenas el 1.1 %.
Entre las entidades donde la influenza H3N2 tiene mayor predominio se encuentran Baja California Sur, Sonora, Durango, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro y la Ciudad de México. En contraste, la influenza A H1N1 mantiene una alta presencia en la península y el sur-sureste, con porcentajes superiores al 79 %, así como una distribución importante en el centro y norte del país.
Temporada invernal y comportamiento del virus
La influenza H3N2, junto con la AH1N1, forma parte de los subtipos de mayor circulación durante la temporada de influenza, la cual en México se extiende generalmente de octubre a mayo. Durante este periodo, los virus respiratorios experimentan mutaciones y acumulación de cambios genéticos que pueden favorecer la aparición de variantes con mayor capacidad de propagación.
De acuerdo con los sistemas de vigilancia epidemiológica nacionales e internacionales, el subtipo AH3N2 ha sido identificado como uno de los virus predominantes en distintas regiones del mundo, lo que ha motivado un seguimiento constante de su comportamiento. Estos mecanismos permiten evaluar su impacto y ajustar las estrategias de prevención y atención sanitaria.
Las complicaciones asociadas a la influenza incluyen neumonía de origen bacteriano o viral, infecciones de oído y sinusitis, así como el agravamiento de enfermedades crónicas preexistentes como asma, diabetes o insuficiencia cardíaca. En casos graves, la infección puede derivar en miocarditis, encefalitis, falla multiorgánica e incluso la muerte, especialmente en poblaciones de riesgo.
Grupos con mayor vulnerabilidad ante la influenza
Las autoridades sanitarias identifican a diversos sectores de la población con mayor riesgo de desarrollar complicaciones por influenza H3N2. Entre ellos se encuentran los adultos mayores de 60 años, quienes suelen presentar una respuesta inmunológica menos eficiente, lo que incrementa la probabilidad de cuadros respiratorios graves.
Los niños menores de cinco años también integran este grupo vulnerable debido a que su sistema inmunológico se encuentra en proceso de desarrollo. En el contexto actual de México, se ha señalado que los niños que han cursado recientemente infecciones como el sarampión requieren especial atención, ya que su sistema inmune puede encontrarse debilitado.
Las mujeres embarazadas representan otro grupo de riesgo, debido a los cambios fisiológicos propios de la gestación que pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones y complicaciones. Asimismo, las personas con enfermedades crónicas —como diabetes, hipertensión, asma, EPOC, insuficiencia renal o cardiopatías— enfrentan un mayor impacto ante la infección.
El personal de salud y los cuidadores de pacientes se encuentran expuestos de manera constante al virus, lo que incrementa su probabilidad de contagio y de transmisión a personas vulnerables. También requieren precauciones adicionales las personas con obesidad y aquellas que viven con inmunosupresión, ya sea por enfermedades o tratamientos médicos.
Vacunación: principal herramienta de prevención
Ante la circulación de la influenza AH3N2, conocida popularmente como “supergripa” por su alta transmisibilidad y su impacto en adultos mayores, las autoridades sanitarias reiteran la importancia de la vacunación como medida preventiva. La aplicación del biológico contra la influenza estacional puede reducir entre 40 y 70 % las hospitalizaciones durante la temporada invernal.
El secretario de Salud, David Kershenobich, señaló que la vacuna indicada para enfrentar la variante AH3N2 subclado K es la correspondiente a la influenza estacional. Durante una conferencia matutina, confirmó que México cuenta con disponibilidad de este biológico, el cual forma parte de las estrategias de prevención frente a las variantes de influenza con circulación activa a nivel internacional.
Las campañas de vacunación incluyen, además, la aplicación de vacunas contra COVID-19 y neumococo, de acuerdo con los esquemas establecidos para cada grupo de riesgo. La vacunación contra la influenza estacional se ofrece de manera gratuita en centros de salud estatales, unidades del IMSS, ISSSTE, IMSS-Bienestar, SEDENA, SEMAR y en puntos de vacunación temporales habilitados durante la temporada.
Recomendaciones sanitarias ante síntomas de influenza
Las autoridades recomiendan que las personas que presenten síntomas compatibles con influenza o que obtengan un diagnóstico positivo acudan de manera temprana a atención médica. En los casos indicados, se debe iniciar el tratamiento antiviral estándar conforme a la valoración clínica.
Asimismo, se exhorta a reforzar las medidas preventivas, como el uso de cubrebocas, el aislamiento de personas con síntomas, el lavado frecuente de manos, la limpieza de superficies y el evitar tocarse el rostro. Estas acciones buscan reducir la transmisión del virus y proteger a los grupos más vulnerables.
Finalmente, se subraya la importancia de no automedicarse y de consultar siempre a un profesional de la salud ante la presencia de síntomas respiratorios, con el fin de recibir el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
La presencia de la influenza H3N2 en México no representa un cambio en los protocolos clínicos ni en las medidas de atención, pero sí refuerza la necesidad de mantener una vigilancia epidemiológica constante durante la temporada invernal. La coexistencia de distintos subtipos de influenza y otros virus respiratorios exige una respuesta coordinada basada en la vacunación, la atención médica oportuna y la prevención comunitaria.
En este escenario, la información clara y el seguimiento sanitario continúan siendo herramientas fundamentales para reducir complicaciones, proteger a los grupos de riesgo y evitar una mayor presión sobre los servicios de salud.
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