Grooming, el engaño por el que menores son atraídos por pederastas

Cada vez es más fácil y común tener acceso a internet, lo que aprovechan niñas, niños y adolescentes para entretenerse, pero no son los únicos que utilizan las redes sociales también hay quienes acechan a los menores para hacerlas víctimas de grooming, que es una práctica mediante la cual una persona adulta se gana la confianza de estos con el fin de obtener imágenes o videos con connotación o actividad sexual, alertó el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).

Resaltó que las imágenes o videos obtenidas mediante grooming suelen caer en manos de pederastas o distribuirse en redes de abuso sexual y de prostitución infantil, comprometiendo la seguridad física y emocional de las niñas, niños y adolescentes, generando trastornos como depresión y ansiedad e, incluso, revictimización futura.

En temporada vacacional, los menores suelen pasar mayor tiempo en internet lo que aumenta el riesgo de que se conviertan en blanco fácil para delincuentes de todo tipo, señaló el Inai.

Indicó que las personas que llevan a cabo las prácticas de grooming engañan a los menores mediante conversaciones frecuentes que crean la idea de una relación cercana en la que no hay nada que temer, para obtener información personal como fotos o videos, en los que, por lo general, hay una alta exposición de su cuerpo.

Así los agresores logran obtener la información que quieren y pueden llegar a acordar un encuentro cara a cara con ellos amenazándolos con mostrar el material a sus familiares o grupo social, externó el organismo.

Destacó que las víctimas de grooming tienden a ocultar la situación por sentimientos de vergüenza o culpabilidad, también pueden pensar que la relación que mantienen con la persona agresora es real, y no ser conscientes de que están siendo o han sido víctimas de un abuso.

Para evitar que los menores sean víctimas de estos delincuentes, el Inai hizo una serie de recomendaciones a padres, madres y tutores:

1. Estar atentos a señales de alerta, como que su hija o hijo pase más tiempo de lo habitual con su teléfono y no permita que otros lo usen.

2. Supervisar si tiene nuevos amigas o amigos que no conoces o en los que no confías.

3. Vigilar su comportamiento para detectar algo fuera de lo común, como mantener en secreto sus actividades.

4. Observar si recibe obsequios de personas con las que solo interactúa a través de sus redes sociales.

5. Realizar un seguimiento respetuoso de los hábitos de las niñas, niños y adolescentes en internet.

6. Informarse y conocer más sobre las redes sociales, juegos y páginas de internet que frecuenta; así como con quienes se comunica.

7. Alertar a las niñas, niños y adolescentes sobre los riesgos de compartir sus datos personales como nombre, domicilio e imagen, con las personas que interactúan en el entorno digital.

8. Configurar los controles parentales en televisores, cables y plataformas para limitar los contenidos y evitar que las niñas, niños y adolescentes accedan a sitios donde pueden correr riesgos.

9. Crear un círculo de confianza entre los padres, madres, personas tutoras y personal docente de las niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, el organismo de transparencia indicó que cuenta con un Código de buenas prácticas para orientar el tratamiento en línea de datos personales de niñas, niños y adolescentes, y que la población puede conocer a través de esta liga: https://home.inai.org.mx/wp-content/documentos/DocumentosSectorPrivado/codigobuenaspracticasnna.pdf

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