A poco más de un año de haber asumido la presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo ha puesto en marcha una agenda ambiciosa que combina continuidad con el proyecto del gobierno anterior, pero imprimiendo su estilo en áreas clave como medio ambiente, digitalización educativa y conectividad. No obstante, la mandataria también enfrenta críticas por la persistente violencia, rezagos estructurales en salud y pobreza, así como la creciente desconfianza en las instituciones de justicia.
En el tiempo de su administración ya se pueden tener algunos resultados de las políticas públicas que implementó y estos son algunos resultados en seguridad pública, salud y combate a la pobreza, en los que no ha salido bien librada, pero no todo es negativo, sí se han tenido resultados aceptables en energías renovables y en conectividad para la educación.
Seguridad, violencia sin tregua
Pese a las promesas de redefinir la estrategia de seguridad, la presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido en gran medida el enfoque militarizado heredado de su antecesor. La Guardia Nacional continúa siendo el eje operativo en territorio, mientras las policías locales siguen debilitadas institucionalmente.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y mayo de 2025 se registraron más de 12 mil homicidios dolosos, una cifra que, aunque ligeramente menor al mismo periodo de 2024, sigue siendo alarmante. Estados como Guerrero, Michoacán y Guanajuato siguen siendo epicentros de violencia.
María Elena Morera, presidenta de la asociación civil Causa en Común, el crimen organizado mantiene control territorial en múltiples regiones y las medidas anunciadas por Sheinbaum Pardo aún no logran cambiar el fondo del problema. Además, continúan las denuncias por violaciones a derechos humanos y uso excesivo de la fuerza por parte de elementos de seguridad.
La presidenta ha anunciado la creación de una nueva política nacional de pacificación, centrada en inteligencia, prevención y coordinación con las fiscalías, pero aún no hay resultados palpables.
Salud tropiezo tras tropiezo
En materia de salud, el gobierno de federal ha buscado fortalecer el sistema IMSS-Bienestar, prometiendo ampliar la cobertura universal gratuita. Sin embargo, los desafíos estructurales persisten.
Se planteó que, para 2025, el IMSS-Bienestar otorgará 50 millones de consultas generales, cinco millones de consultas de especialidad y un millón de cirugías. Sin embargo, tales cifras no representan una mejoría en el nivel de atención otorgado a la población sin seguridad social formal, ya que están por debajo de años anteriores.
Pero de acuerdo a México Evalúa, estos indicadores de atención han disminuido paulatinamente desde su máximo registrado en 2016, cuando el extinto Seguro Popular otorgó 90.1 millones de consultas. Si nos centramos únicamente en los 23 estados que ahora están suscritos al IMSS-Bienestar, ese año recibieron 68 millones de consultas.
“La cifra de 50 millones de consultas generales del IMSS-Bienestar estimadas para 2025 es 27 por ciento inferior al mejor nivel alcanzado en 2016 en los estados suscritos. Si esa meta se plantea para todo el país, el retroceso sería aún mayor: 45 por ciento”.
Combate a la pobreza
Uno de los sellos de la gestión de Sheinbaum ha sido la continuidad de los programas sociales emblemáticos de la Cuarta Transformación, como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y las pensiones universales para adultos mayores.
Según CONEVAL, al cierre del primer trimestre de 2025, más de 30 millones de personas recibían apoyos directos del gobierno. Sin embargo, la pobreza laboral (personas cuyos ingresos no les permiten adquirir la canasta básica) aumentó levemente del 37.3 al 38.1 por ciento entre diciembre de 2024 y marzo de 2025.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera que con la apuesta por el bienestar directo, pero sin crecimiento económico sólido ni inversión productiva, la pobreza estructural no se modificará, ante ello considera que es necesario un enfoque económico más amplio que combine el bienestar social con el crecimiento económico, la inversión y la creación de empleo para abordar la pobreza estructural de manera efectiva.
Energías renovables
En uno de los frentes más sólidos, el gobierno de Sheinbaum ha tomado decisiones ambiciosas y bien ejecutadas en materia de energías renovables y transición ecológica, áreas donde ya tenía experiencia como jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
La presidenta anunció el Plan Nacional de Transición Energética 2024-2030, que incluye una meta de alcanzar el 50 por ciento de generación eléctrica con fuentes limpias para el final de su sexenio. En 2025, ya se alcanzó el 34 por ciento, según datos de la Secretaría de Energía (SENER).
Pese a que en los años 2016 y 2017 se demostró que invertir en energía renovable en México era rentable y generó un importante portafolio de proyectos e inversiones, en 2018 se “apagó el switch”.
Adrián Fernández Bremauntz, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México, reconoció que la presidenta Claudia Sheinbaum se encargó de encender el switch está impulsando proyectos e inversiones en energías renovables, almacenamiento y energía distribuida, sin embargo, consideró que el desafío principal es la velocidad y la escala que logrará alcanzar.
La escala significativa de inversión que se requiere para la descarbonización, especialmente en el sector eléctrico, sólo se puede conseguir con muchísima más inversión privada, ya que ningún gobierno, y ciertamente ningún país emergente, tiene los recursos suficientes, advirtió el director de Iniciativa Climática de México.
Educación digital
La educación es otra área donde el gobierno ha mostrado resultados concretos. En el primer año, la presidenta Sheinbaum relanzó el programa Internet para Todos, ampliando la cobertura de internet gratuito a más de 140 mil localidades.
Además, se invirtió en la adquisición de más de dos millones de tabletas educativas para estudiantes de secundaria y telesecundaria, así como en la capacitación de 80 mil docentes en herramientas digitales.
Entre los beneficios que se han tenido con la incursión de las nuevas tecnologías en el campo educativo, es posible señalar que existen comunidades rurales que han visto mejoras gracias a redes de conectividad comunitaria, como el proyecto Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias (TIC), que ofrece internet a bajo costo a más de 70 localidades en Oaxaca y Chiapas.
Esta conectividad permite que niños y adultos participen en cursos en línea, presenten tareas digitales y accedan a recursos globales sin depender de infraestructura costosa. Según datos del Inegi, el acceso a internet en zonas rurales ha crecido de 23 por ciento en 2018 a más del 38 por ciento en 2023, en gran parte gracias a iniciativas de inclusión digital promovidas desde la sociedad civil.
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