La reforma electoral propuesta por el jefe del Ejecutivo e impulsada por Morena sigue sumando adeptos en su contra, pues ahora además de las fuerzas políticas opositoras, la sociedad civil ha manifestado su rechazo a la pretensión de cambiar regresivamente la ley electoral, y más aún, de eliminar al Instituto Nacional Electoral (INE).
En el marco de la discusión de la reforma político electoral en la Cámara de Diputados, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió no poner en riesgo la estabilidad y gobernabilidad democrática del país, por lo que apeló a la prudencia legislativa y al compromiso del gobierno con los ciudadanos, lo que va más allá de intereses partidistas o de protagonismo histórico.
La jerarquía católica del país exhortó respetuosamente a los poderes Ejecutivo y Legislativo a que asuman su responsabilidad con la historia y con las futuras generaciones, haciendo a un lado intereses ideológicos particulares e inapropiados para el bien común, en un Estado de Derecho Democrático como es México.
La CEM aseguró que la pretendida reforma “constituye un agravio a la vida democrática del país” toda vez que está “destinada a afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del gobierno federal centralista, afectando su gestión presupuestal, eliminando su autonomía ciudadana y su imparcialidad partidista”.
Asimismo, advirtió que ningún ciudadano y menos los gobernantes que juraron guardar y hacer guardar la Constitución, tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las Instituciones que son el soporte del Estado Mexicano, como es el caso del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). “La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, remató.
Inversiones en vilo
De manera aparte, pero en este mismo sentido, se manifestó José Medina Mora Icaza, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), al afirmar que “cuando algo funciona bien no es momento de cambiarlo, y hoy la ley electoral funciona muy bien y el INE funciona muy bien“, resaltó.
Agregó que en este momento una reforma electoral pone en riesgo la democracia, y sin democracia no hay desarrollo lo que traerá nuevamente incertidumbre a las inversiones que tanto necesita el país.
Abundó que después de que las inversiones cayeron, lo que se necesita es dar certidumbre jurídica y el hecho de que se introduzca una nueva variable genera incertidumbre y esto traerá como consecuencia que se detengan las inversiones.
Medina Mora hizo notar que después del Ejército y la Marina, el INE es la institución en la que los ciudadanos confían más, por lo que es comprensible la defensa que muchas personas han hecho en las redes sociales ante los ataques de que su labor carece de certeza, de verdad y que en las elecciones no se respeta la voluntad del pueblo.
Ciudadanos a las calles
Desde el pasado fin de semana se viralizó en las redes sociales una invitación a participar en la “marcha por la democracia” que se llevará a cabo el domingo 13 de noviembre del Ángel de la Independencia al Hemiciclo a Juárez, en la Ciudad de México, al filo de las 10:30 de la mañana, y cuya intención es la defensa del INE.
A este llamado ya se han sumado públicamente personajes de todos los ámbitos e inclusive el presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, pidió a los militantes de su partido unirse a la manifestación del próximo 13 de noviembre, además de que aseguró que su partido también luchará desde el Congreso en defensa del INE.
“No se trata de una simple discusión legislativa en el Congreso o de una iniciativa más, la democracia y el país entero están en riesgo, la Constitución se encuentra bajo una amenaza emprendida desde Palacio Nacional”, apuntó.
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