Al aprobarse la nueva Ley de la Guardia Nacional en la Cámara de Diputados aprobaron legisladores de Morena, PT y PVEM, esta corporación se convertirá en una Fuerza Armada Permanente, con lo que quedaron sepultadas todas las promesas de que siempre sería una institución de carácter civil.
Además, se aprobó que los miembros de la Guardia Nacional que deseen competir por algún cargo de elección popular podrán pedir licencia, las cuales también estarán disponibles para que ejerzan empleos civiles en dependencias de cualquiera de los tres órdenes de gobierno o en organismos descentralizados o empresas de participación estatal y otras dependencias públicas.
Los diputados federales del PRI se manifestaron en contra de la militarización de la Seguridad Pública que plantea la Ley de la Guardia Nacional, ya que aseguraron que no es la solución para combatir la violencia que vive el país y, en cambio, da paso a la construcción de un Estado represor que perseguirá a los inocentes y no a los delincuentes.
Los legisladores del tricolor indicaron que esta ley representa un retroceso inaceptable en la construcción de un Estado democrático, y abre la puerta a un modelo autoritario donde el uso de la fuerza se concentrará en una sola institución sin contrapesos ni control parlamentario.
Al posicionar a nombre de la bancada tricolor, el diputado Alejandro Domínguez, sostuvo que lo que Morena pretende, con un cinismo desmedido, es militarizar el país y tener controlados a todos los mexicanos y mexicanas.
En tanto, el coordinador parlamentario del PRI, Rubén Moreira Valdez, destacó, que esta ley, junto a las dos leyes de Seguridad que están por discutirse en este Periodo Extraordinario, y la de Telecomunicaciones, forman parte de un bloque legal que busca restringir libertades, a fin de blindar políticamente al oficialismo y perpetuar su control sobre el Poder.
Por su parte, la diputada Margarita Zavala (PAN) consideró que la Guardia Nacional debió haber sido civil y que su grupo parlamentario sí ha aceptado que el Ejército debe intervenir en la seguridad, pero bajo dos premisas: que fuera transitoria y subsidiaria. “Han dejado más indefenso a México al cerrarle la posibilidad de una fuerza púbica civil. Hay confusión, no hay armonía. No cumplen y abandonan al Ejército”.
Hoy, la mayoría artífice y la sobrerrepresentación de este país 𝙨𝙚 𝙚𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖.
— Margarita Zavala (@Mzavalagc) June 24, 2025
Abandonaron al Ejército, dejan a #México más expuesto, más indefenso. Cierran la puerta a la posibilidad de construir una fuerza pública civil. pic.twitter.com/Z9v3q4aEbn
A su vez, el diputado Luis Agustín Rodríguez Torres (PAN) se prende aprobar una reforma que convierte por completo a la Guardia Nacional en una extensión militar que podrá intervenir telecomunicaciones, hacer operaciones encubiertas y la seguridad pública ya no estará en manos de civiles como dice la Constitución. “Estamos en contra de un modelo autoritario que pone en riesgo los derechos. La seguridad debe ser humana, transparente y civil”.
El también panista Theodoros Kalionchiz De la Fuente dijo que la reforma pone a la Guardia Nacional en manos del Ejército, vulnerando el sistema de seguridad, defensa nacional y genera grandes afectaciones en el país. “No permitiremos que bajo el pretexto de seguridad se impongan a las y los mexicanos un modelo autoritario que ponga en riesgo la democracia y a la ciudadanía”.
En opinión de la diputada Patricia Flores Elizondo (MC) el dictamen no representa una estrategia de seguridad, sino una claudicación del poder civil frente al miedo. Con esta reforma se quiere normalizar la militarización y otorgar nuevas facultades de inteligencia y uso de la fuerza sin controles civiles, enfoque en derechos humanos y sin una estrategia de prevención del delito.
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