La renuncia de Alejandro Gertz Manero no cerró una etapa: abrió un campo político de enorme relevancia para el país. Su salida no solo desató el análisis sobre sus aciertos y errores, sino que encendió la pregunta inevitable: ¿quién tomará el control de la Fiscalía General de la República (FGR)?
En un México marcado por la impunidad, la violencia cotidiana y la desconfianza hacia las instituciones, el nombramiento del próximo fiscal general tiene un peso político, social y ético mucho mayor de lo que podría imaginarse.
Y no es solo un proceso administrativo. Es, como advierten especialistas, una disputa por el rumbo de la justicia en los próximos nueve años.
El procedimiento legal: una carrera contra el tiempo y contra la política
La ley es clara:
- Ante una ausencia definitiva del fiscal, el Senado tiene 20 días para elaborar una lista de al menos 10 aspirantes.
- Esa lista se envía a la presidenta de la República, quien debe reducirla a una terna.
- El Senado vota esa terna y elige por mayoría calificada (dos terceras partes) al nuevo fiscal.
En teoría, se trata de un proceso diseñado para salvaguardar la autonomía. En la práctica, diversos constitucionalistas —como Diego Valadés o María Marván— han señalado que la autonomía “existe en papel, pero está sujeta a las fuerzas del presidencialismo”. La sucesión llega en un momento crucial:
- Un nuevo sexenio recién arrancado.
- Una presidenta con gran influencia legislativa.
- Un país que exige instituciones más fuertes y menos politizadas.
En ese escenario, los perfiles que empiezan a circular generan debate, expectativas y temores.
Ernestina Godoy: la favorita del gobierno y la figura más polémica
De todos los nombres mencionados, Ernestina Godoy destaca por su cercanía histórica con el actual movimiento gubernamental.
1. Su trayectoria
- Exfiscal general de la CDMX.
- Exdiputada constituyente y excoordinadora de Morena en el Congreso capitalino.
- Actualmente consejera jurídica de la Presidencia.
Su paso por la Fiscalía capitalina estuvo marcado por una reestructuración profunda de la institución y por una narrativa muy clara contra la corrupción inmobiliaria. Sin embargo, organizaciones como el Observatorio Ciudadano de Justicia Penal señalaron retrasos en mecanismos de transparencia y cuestionaron la falta de independencia respecto al gobierno local.
2. Candidata natural, pero no neutral
La presidenta la conoce, confía en ella y la ha respaldado públicamente. Sin embargo, su perfil despierta críticas fuertes entre juristas y opositores. El abogado penalista Gabriel Regino la describe como “una operadora política eficiente, pero no una fiscal autónoma”. Mientras que la periodista María Scherer la definió recientemente como “la carta más lógica para un gobierno que quiere continuidad en justicia”.
3. Percepción ciudadana
La opinión pública está dividida. Martha, comerciante de Iztapalapa entrevistada para este reportaje, expresó: “Si ella va a ser fiscal, lo único que pido es que no se olvide de nosotros. Los robos aquí suben y nadie hace nada”. Voces jóvenes en redes también muestran preocupación: ¿seguiría la FGR una línea partidista?
Arturo Zaldívar: el jurista más visible y el más polémico
Desde que renunció a la Suprema Corte para integrarse al equipo presidencial, el nombre de Arturo Zaldívar se volvió inevitable en cualquier discusión sobre poder judicial.
1. Exministro y estratega político
Zaldívar fue presidente de la Corte entre 2019 y 2022. Defendió una agenda progresista en temas como derechos reproductivos, matrimonio igualitario y prisión preventiva para mujeres embarazadas. Sin embargo, su figura también se vio empañada por señalamientos de cercanía excesiva con el Ejecutivo.
Hoy funge como coordinador general de Política y Gobierno, un puesto clave dentro del nuevo gobierno federal.
2. ¿Puede ser fiscal? Legalmente sí; políticamente, un terremoto
Expertos como Javier Martín Reyes han señalado que elegirlo como fiscal sería “prácticamente diluir la frontera entre los poderes”. Otros, como el constitucionalista Pedro Salazar, opinan que su nombramiento enviaría “un mensaje de control político sobre la justicia”. Zaldívar es quizá el perfil más competentes técnicamente, pero también el que podría generar un choque institucional mayor.
Arturo Medina: un perfil operativo, menos visible, pero muy cercano al poder
Menos mediático que los dos anteriores, Arturo Medina ha escalado posiciones clave:
- Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.
- Exprocurador fiscal.
- Perfil técnico con lealtad demostrada al proyecto del gobierno.
Diversos académicos, como Carlos Bravo Regidor, lo describen como “un cuadro disciplinado y eficaz”, pero sin la trayectoria jurídica o pública de Godoy y Zaldívar. A su favor tiene algo importante: su bajo nivel de conflicto político comparado con los otros perfiles.
¿Autonomía o continuidad? El debate de fondo
La sucesión en la FGR no es solo un concurso de currículums. Es, como advierte la académica Ana Laura Magaloni, “una de las decisiones más profundas para definir si la justicia mexicana podrá aspirar a ser verdaderamente independiente”.
1. Riesgo de politización
La Doctrina Social de la Iglesia señala que las instituciones del Estado deben servir al bien común, no al poder de unos pocos. La autonomìa de la Fiscalía es clave para evitar abusos, venganzas políticas o decisiones selectivas. El papa Francisco admitió varias veces que “cuando la justicia se subordina a intereses políticos, se corrompe y daña a los más pobres”.
2. Un país que ya no tolera improvisaciones
México tiene 95% de impunidad según el índice de Impunidad Cero. La ENVIPE 2023 indica que solo 8% de los delitos se denuncian. El próximo fiscal enfrentará:
- el crimen organizado,
- la violencia familiar,
- extorsiones masivas,
- el colapso de los ministerios públicos,
- el rezago forense,
- la crisis de desapariciones.
México necesita no solo un abogado, sino un líder civil comprometido con la verdad, la técnica y la justicia para la gente común.
Para este reportaje se consultó a jóvenes universitarios que enfrentan diariamente la violencia del país: Daniel, 21 años, estudiante de ingeniería, contó que su hermano fue víctima de extorsión y que nunca denunció: “¿Para qué? Nunca pasa nada”. Paola, 19 años, estudiante de derecho, comentó: “El próximo fiscal debería ser alguien que no responda a un partido. Estamos cansados de que usen la justicia como herramienta política.” Estos testimonios recuerdan que la verdadera legitimidad del próximo fiscal no vendrá solo del Senado o del Ejecutivo: vendrá de la gente.
Los valores que México exige al próximo fiscal
Desde la ética pública, hay pilares indispensables:
- Dignidad de la persona humana
Poner en el centro a las víctimas, especialmente a los más vulnerables. - Bien común
La procuración de justicia debe servir a todos, no a intereses partidistas. - Subsidiariedad
Fortalecer capacidades locales, no solo dar órdenes desde el centro. - Solidaridad
Acompañar a víctimas, comunidades y familias, especialmente en desapariciones. - Legalidad y verdad
Sin estas dos, no hay justicia posible.
Conclusión: No es solo quién llegue, sino para quién va a gobernar la justicia
La disputa por la FGR será intensa, mediática y profundamente política. Pero detrás de currículums y nombres hay una pregunta que debería guiar el proceso: ¿El próximo fiscal gobernará para el poder… o para las víctimas?
Porque México no necesita un fiscal cercano al Ejecutivo ni a la oposición. Necesita un fiscal cercano a la gente, a la ley y a la verdad.
Como afirmó el papa Francisco: “La justicia sin verdad no puede llamarse justicia; solo es poder disfrazado”. La renuncia de Gertz dejó claro que la justicia mexicana necesita una reconstrucción profunda. La elección de su sucesor dirá si caminamos hacia instituciones más sólidas… o si seguimos repitiendo la historia. El país está mirando. Las víctimas están mirando.
Los jóvenes están mirando. Y esta vez, México no puede fallar.
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