4 voces, un momento histórico

Mamberti, Marx y Tagle aportan visión, experiencia y comunión a las Congregaciones previas al Cónclave: un puente entre fidelidad y renovación

La Iglesia Católica atraviesa uno de los momentos más solemnes y definitorios de su vida: el periodo de sede vacante y las Congregaciones Generales que preparan el camino hacia un nuevo Papa. En el centro de esta etapa se encuentra el Camarlengo, cuya misión administrativa y espiritual es clave. Pero no está solo: a su lado, tres cardenales de gran calado —Dominique Mamberti, Reinhard Marx y Luis Antonio Tagle— lo acompañan en una tarea de discernimiento colegial que marca el alma del Cónclave.

No se trata solo de un acompañamiento formal. Cada uno de estos tres purpurados representa un rostro complementario del catolicismo actual: la fidelidad doctrinal, el impulso reformista y la pasión evangelizadora. Juntos configuran un equipo que construye puentes, enriquece el diálogo y custodia la comunión, en consonancia con el espíritu que el Papa Francisco imprimió a la Iglesia: una Iglesia en salida, inclusiva, misionera y arraigada en la verdad.

¿Cuál es la misión de las Congregaciones y quién las sostiene?

Las Congregaciones Generales son reuniones diarias del Colegio Cardenalicio donde se discute el estado de la Iglesia, se comparten diagnósticos desde todos los continentes y se perfilan los desafíos que enfrentará el nuevo Pontífice. No son reuniones ceremoniales: son el verdadero “laboratorio” espiritual e institucional de la Iglesia.

El Camarlengo preside este proceso, pero lo hace respaldado por tres cardenales asistentes elegidos (o confirmados) según la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. En este periodo, los elegidos han sido Dominique Mamberti, quien representa el equilibrio canónico y diplomático; Reinhard Marx, figura clave del reformismo eclesial; y Luis Antonio Tagle, símbolo de la nueva evangelización global.

Cardenal Dominique Mamberti: la ley al servicio de la misericordia

Jurista y diplomático de carrera, el cardenal Dominique Mamberti es Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y Protodiácono del Colegio Cardenalicio, lo que lo posiciona como una figura de altísima autoridad en el proceso de transición.

Francisco lo eligió para encabezar la reforma de la justicia canónica en un momento en que el acceso a nulidades matrimoniales y la agilidad de los procesos eran cuestionados por su lejanía pastoral. “No se trata de diluir la doctrina, sino de hacerla accesible a quienes la necesitan”, ha repetido Mamberti.

Su presencia en las Congregaciones aporta discernimiento legal sin rigidez, una visión que sostiene el marco normativo pero siempre con la mirada puesta en la cercanía pastoral. Para él, “la ley debe ser instrumento de comunión, no de exclusión”.

Testimonio: “Gracias al nuevo proceso de nulidad impulsado por Mamberti, mi esposo y yo pudimos regularizar nuestra situación. Por primera vez sentí que la Iglesia me escuchaba”, dice Teresa Herrera, madre de familia en situación regularizada.

Cardenal Reinhard Marx: reformas con rostro humano

Arzobispo de Múnich y ex coordinador del Consejo de Economía del Vaticano, Reinhard Marx ha sido uno de los protagonistas del pontificado de Francisco, impulsando reformas de transparencia, sinodalidad y justicia social.

Fue miembro permanente del Consejo de Cardenales que asesoró al Papa, y su voz ha sido clave en temas como el abuso clerical, la equidad económica y la inclusión de las personas LGBTQ+.

En las Congregaciones, Marx ha insistido en que la Iglesia debe ser una casa donde quepan todos: “No se trata de cambiar la doctrina por moda, sino de reconocer que el Evangelio se encarna en realidades vivas que claman por acompañamiento”.

Ha bendecido a parejas del mismo sexo en Alemania —aunque sin respaldo vaticano explícito—, y ha defendido la necesidad de que las conferencias episcopales tengan mayor corresponsabilidad en decisiones pastorales.

Testimonio: “Yo me alejé de la Iglesia por sentirme juzgado. Cuando el cardenal Marx nos bendijo, no vi una ruptura doctrinal, vi un gesto de humanidad. Volví a creer”, comparte Lukas Bauer, joven católico alemán.

Cardenal Luis Antonio Tagle: la voz de los pobres y las periferias

Ex arzobispo de Manila y actual Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Luis Antonio “Chito” Tagle es uno de los más estrechos colaboradores del Papa Francisco. Conocido como “el Francisco asiático”, ha llevado la voz de los pobres y los migrantes a los más altos foros internacionales.

Tagle ha sido incansable en promover una Iglesia de cercanía. Durante su presidencia en Caritas Internationalis, visitó zonas de guerra, campos de refugiados y comunidades marginadas. “No podemos predicar la resurrección si pasamos de largo frente al que sufre”, ha afirmado con vehemencia.

En las Congregaciones, su aporte es misionero y espiritual: ha propuesto momentos de oración profunda, lectura orante de la Palabra y espacios de escucha a los testimonios de la Iglesia perseguida. En palabras del propio Tagle: “Un Papa que no escuche el llanto del pueblo no puede anunciar la Buena Noticia”.

Testimonio: “Lo escuché hablar en Manila durante una misa al aire libre. Fue como si el Evangelio me hablara directamente. Su humildad no se puede fingir”, narra Elvira Roldán, inmigrante filipina en Italia.

Tres trayectorias, una sola misión: construir una Iglesia fiel, abierta y creíble

Aunque sus estilos son distintos, Mamberti, Marx y Tagle convergen en la misión de preparar a la Iglesia para el discernimiento del próximo Papa. No representan facciones en competencia, sino dimensiones complementarias del mismo proyecto: fidelidad a la verdad, apertura pastoral y coraje evangélico.

● Mamberti asegura la continuidad doctrinal sin cerrar puertas.

● Marx impulsa reformas que respondan a los desafíos de hoy.

● Tagle encarna la Iglesia misionera que se hace prójimo del pobre.

Como lo dijo recientemente el cardenal Grech, secretario del Sínodo de la Sinodalidad: “La unidad no significa uniformidad, sino comunión en la diversidad”.

La Iglesia se prepara desde el corazón, no solo desde la estructura

Estas Congregaciones no son solo un preámbulo administrativo del Cónclave. Son el verdadero examen de conciencia de la Iglesia universal. Y el equipo que rodea al Camarlengo está haciendo de este momento una oportunidad de renovación real, no solo nominal.

Mamberti, Marx y Tagle no representan equilibrios frágiles ni tensiones veladas, sino una comunión madura en la diversidad, una muestra de que la Iglesia sabe construir unidad en la pluralidad. Ellos no solo preparan el Cónclave: están modelando, con sus vidas, el perfil del próximo Papa.

En las palabras de Tagle, que bien podrían hacer eco en cada rincón de estas Congregaciones: “La Iglesia no necesita guardianes del templo, necesita constructores de puentes”.

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