La nueva Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020–2024 revela que la obesidad y el sobrepeso siguen creciendo en México sin distinciones geográficas ni sociales. Cuatro de cada diez adolescentes ya presentan exceso de peso, un umbral que obliga a revisar políticas públicas y estrategias de prevención. Los resultados, presentados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dibujan un panorama que confirma que la epidemia del sobrepeso se ha convertido en uno de los mayores retos de salud pública del país.
La fotografía que arroja ENSANUT 2020–2024 muestra una epidemia que ya no se concentra únicamente en las ciudades ni en ciertos estratos sociales: las diferencias entre zonas rural y urbana se han estrechado, o incluso desaparecido, lo que sugiere que los determinantes del exceso de peso están presentes en todo el territorio. En entrevista posterior a la presentación de la plataforma IDEAS-ENSANUT, la doctora Teresa Shamah, directora del Centro de Investigación y Evaluación de Encuestas del INSP, advirtió que la expansión del problema en adolescentes anticipa una carga futura de enfermedades crónicas que exige intervenciones integrales y sostenidas.

En términos de adultos, los datos preliminares muestran un aumento sostenido en la prevalencia de obesidad y una reducción de las brechas de género que existían a inicios de la década. Mientras en 2020 se observaba una diferencia de alrededor de 10 puntos porcentuales entre hombres y mujeres con obesidad, las cifras más recientes revelan que esos porcentajes se han acercado considerablemente. Este desplazamiento evidencia que el problema ya no es exclusivo de un sexo y que las exposiciones a factores de riesgo se han generalizado, impulsadas por hábitos alimentarios poco saludables y un entorno cada vez más sedentario.
La ENSANUT, una herramienta que durante más de una década ha permitido conocer el estado de salud y nutrición de la población mexicana, es hoy la principal fuente de información sobre la evolución de la obesidad, el sobrepeso y sus determinantes sociales. La versión continua de la encuesta permite identificar tendencias anuales y, en esta entrega, los analistas del INSP destacan no sólo los porcentajes absolutos, sino la velocidad con la que la prevalencia crece en ciertos grupos, en especial adolescentes y sectores con menor acceso a entornos alimentarios saludables.
Teresa Shamah enfatizó la necesidad de políticas multisectoriales que combinen la regulación de productos ultraprocesados, el fomento de entornos escolares saludables y acciones locales que garanticen acceso a alimentos frescos y agua potable. Adelantó además que la presentación formal y la liberación completa de los resultados y de la nueva plataforma IDEAS-ENSANUT se realizarán la próxima semana, cuando el INSP comparta los tabulados finales y los microdatos que permitirán a investigadores y autoridades diseñar estrategias con base en evidencia científica.
Especialistas advierten que, sin una respuesta coordinada, el aumento del exceso de peso en la infancia y la adolescencia puede traducirse en una mayor carga de diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares en las próximas décadas. El costo sanitario y social de esta tendencia será alto si no se actúa con rapidez. Por ello, además de medidas fiscales o de etiquetado, los expertos insisten en políticas educativas y urbanas que promuevan la actividad física y faciliten el acceso a alimentos saludables, especialmente en comunidades con menor infraestructura.

Las reacciones del sector público y de la comunidad científica se centran ahora en la importancia de utilizar los datos de ENSANUT 2020–2024 para diseñar políticas públicas más efectivas. La nueva plataforma IDEAS-ENSANUT promete poner a disposición de la ciudadanía más de 20 años de información acumulada, lo que permitirá analizar con mayor precisión las tendencias y los factores asociados a la epidemia del sobrepeso. Para Shamah, el reto no es sólo medir, sino traducir los números en acciones sostenibles que modifiquen los entornos donde se decide lo que comen millones de niñas, niños y jóvenes mexicanos.
Mientras tanto, la invitación de los investigadores es clara: la ENSANUT vuelve a colocar sobre la mesa la urgencia de actuar ahora. Sólo con acciones integradas entre salud, educación, agricultura y gobiernos locales se podrá evitar que la actual generación de adolescentes cargue con el peso de una crisis de salud pública que aún puede prevenirse.
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