AMLO, como Salinas, fomenta el clientelismo

Los programas sociales son una política gubernamental que teóricamente ayuda a la sociedad más vulnerable del país a tener una vida digna.


López Obrador


Desde que Andrés Manuel López Obrador estaba en campaña presidencial, había anunciado una lucha frontal contra la pobreza, el cual es un problema que afecta a más de 4 millones de mexicanos.

Incluso Fernando López Macri, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, reiteró antes de que AMLO asumiera el control de la presidencia de la República en diferentes ocasiones que existía muy poco margen de recursos para los programas sociales que, en aquel entonces, el presidente electo había ya propuesto.

Pese a lo expresado por especialistas económicos, AMLO decidió que la mejor manera de enfrentar la pobreza es entregar recursos económicos e incentivos sociales, acción que comenzó cuando asumió el Poder Ejecutivo, el 1 de diciembre del 2018.

Su forma de llevar a cabo la entrega de programas sociales, ha sido muy cuestionada por especialistas políticos, económicos y en sociología, al considerarlo clientelista, lo que provocaría un aumento en la pobreza en lugar de reducirla.

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El especialista en política Pablo Majluf indicó que el gobierno tiene una responsabilidad directa en la disminución de pobreza y seguridad, pero existe una diferencia entre una asistencia inmediata y un combate de la pobreza a largo plazo con condiciones estructurales para crear empleo y oportunidades.

En ese sentido, estamos ante el diseño de programas para que los beneficiarios voten. Hay una semejanza entre el gobierno actual y el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, quien diseñó programas sociales que tuvieron efectos directos en elecciones políticas, dijo Majluf.

“Un ejemplo son los programas sociales de Salinas con la planeación de Solidaridad, que respondía a necesidades inmediatas de la población y no a la capacidad de generar condiciones de progreso en cuanto a salud, educación, etcétera”.

El estudioso atribuyó esta política obradorista a la intención de volver a centralizar y no ayudar al federalismo, por ello la figura de los “superdelegados”, que fiscalizan y condicionan los programas sociales a los gobernadores.

Por otro lado, el especialista advirtió que el clientelismo desacelera el crecimiento económico, porque el gasto no se invierte, se regala dinero y se incentiva la perpetuidad de la pobreza si no se acompaña con planes de desarrollo en educación y salud.

Dentro del marco de programas sociales de AMLO se encuentran:

El programa de pensiones para mayores de 68 años; que si bien ya existía, hoy es diferente en cuanto a la cantidad de dinero y la forma en que se distribuyen los recursos en cada entidad federativa, pues este programa era de carácter local. Con el gobierno de AMLO, el monto se definió en mil 600 pesos mensuales y se decidió que pensionados y jubilados del IMSS y el ISSSTE también recibirían el apoyo económico.

Jóvenes construyendo el futuro, programa que entrega 3 600 pesos a jóvenes sin empleo que no están estudiando y tiene como meta alcanzar a 2 millones de jóvenes.

Jóvenes escribiendo el futuro, una beca mensual de 2 400 pesos para estudiantes universitarios, además de la unificación del antiguo programa de becas a estudiantes de nivel medio superior llamado Prepa sí, que pertenecía a la Ciudad de México, y que renombró Becas Benito Juárez, que otorga mil 600 pesos bimestrales.

Becas para El bienestar de las familias, enfocado a niños, niñas y adolescentes que estudian kínder, primaria y secundaria, a quienes se les dan 800 pesos mensuales.

El programa Sembrando Vidas, que da un apoyo económico de 5 mil pesos y material para producción agroforestal y acompañamiento físico a todos los campesinos que tengan un ingreso bajo, además de un pago de 18 mil pesos al mes a los supervisores de siembra de árboles.

Préstamos de entre 6 mil pesos y 20 millones de pesos a la palabra, a pequeños negocios y personas en general que tengan entre 30 y 64 años.

El rediseño de las estancias infantiles. El gobierno federal canceló los subsidios a 9 339 estancias infantiles, dejando a miles de niños sin guarderías y, posteriormente, el Ejecutivo decidió entregarle de manera directa 800 pesos mensuales a los padres con hijos inscritos en las estancias.

El especialista también se dijo muy preocupado por la forma en la que se entregan los programas sociales, a los que considera clientelistas por la estructura paralela y discrecional en la que se está usando el dinero público.

Al respecto, señaló que estas formas no están sujetas a escrutinio y advirtió que esa práctica tendrá un resultado político electoral, como ocurrió con el gobierno de Salinas, cuando los principales funcionarios de Prospera se promovían como candidatos a gobernadores, diputados y senadores en las entidades en las que operaban.

Pablo Majluf aseguró que el más grave problema del clientelismo es que se eclipsa el voto libre.

 

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