Se derrumba la industria de la construcción

La industria de la construcción se encuentra sumida en una crisis económica. A finales del año pasado se vislumbraba una ligera recuperación la cual será imposible debido a la aparición del COVID-19.



Toda vez que el gobierno federal no incluyó como actividad esencial al sector de la construcción, el próximo sábado las empresas cementeras dejarán de abastecer a la obra pública y privada a partir del sábado 4 de abril, de acuerdo con lo anunciado por la Cámara Nacional de Cemento (Canacem), a pesar de ello las empresas afiliadas a este organismo se comprometieron a pagar su salario íntegro a sus colaboradores en lo que corresponde al periodo del 30 de marzo al 30 de abril.

Debido a lo que económicamente significa la parálisis del sector, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) solicitó al gobierno federal, a través de una misiva, considere esenciales las actividades de este sector a fin de que puedan seguir operando, con precauciones, durante el tiempo que dure la alerta sanitaria por el COVID-19.

Cabe destacar que las empresas que pertenecen a la Canacem tienen 34 plantas en el territorio nacional, generan más de 20 mil empleos directos, producen más de tres millones 500 mil toneladas de cemento al mes y aporta el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

La industria de la construcción ha sido una de las más golpeadas en lo que va del sexenio no sólo por la cancelación de obras, sino por la falta de inversión en infraestructura y porque muchas empresas no han recibido el pago a tiempo por parte de las autoridades a las que ha provisto de servicios.

Al iniciar 2020, la CMIC era optimista y proyectaba una modesta recuperación calculada en un crecimiento de1.5 por ciento, sin embargo, debido a la aparición del coronavirus esta cifra no sólo no se logrará sino que los resultados impactarán negativamente al esperarse una caída de entre 3 y 4 por ciento.

El 96 por ciento de las 12 mil empresas que agrupa esta cámara son micro, pequeñas y medianas empresas a las cuales les afectaría severamente dejar de operar por un largo periodo, como el que se contempla de un mes, ya que de hacerlo no podrán mantener el pago a sus trabajadores.

De acuerdo con un análisis de la empresa de análisis Forecastim, debido al COVID-19 la industria de la construcción corre el riesgo de caer más de 9 por ciento en primer trimestre de 2020, además que la contingencia económica retrasará la recuperación del sector hasta 2021.
De frenar su actividad el 33 por ciento de las construcciones durante la última semana de marzo, el trimestre tendrá una caída de 8.8 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, destaca el estudio de la consultora.

Otra de las posibilidades es que si se reducen a la mitad los trabajos en el sector se afectaría a toda la cadena de producción, y representaría una caída del 9.5 por ciento de la producción en este rubro.

 

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