El 2025 fue presentado por el gobierno federal como un año de estabilidad económica. Desde Palacio Nacional, los mensajes insistieron en tres ideas: crecimiento moderado, baja inflación y fortaleza del mercado interno. Sin embargo, cuando se observan los datos a profundidad —los mismos que la administración presume— aparece un panorama muy distinto: estancamiento estructural, dependencia del gasto público, pobreza persistente y un país sostenido por programas sociales antes que por productividad real.
La narrativa oficial buscó mantener un tono de victoria, pero el análisis objetivo revela que el modelo económico de la 4T no está generando condiciones para el desarrollo sostenible ni para el bien común.
En cambio, se ha consolidado un esquema de clientelismo electoral, donde millones de mexicanos dependen de transferencias gubernamentales que, si bien alivian la pobreza inmediata, no generan movilidad social. Este artículo reconstruye el panorama económico de 2025 con una mirada crítica: datos, declaraciones, tensiones, testimonios y lo que la administración federal sí dijo… pero también lo que no dijo.
Crecimiento económico: un país que presume estabilidad pero no avanza
En el discurso oficial, el 2025 fue “un año de crecimiento sostenido”. Sin embargo, las propias cifras citadas por la presidenta Claudia Sheinbaum en enero reconocen que México tendrá:
- Crecimiento económico de entre 2.5% y 3.0%
- Inflación “controlada”
A primera vista parece positivo, pero no lo es. Un crecimiento de 2.5% es insuficiente para un país que arrastra décadas de rezago. Economistas coinciden en que México necesita crecer al menos 4% anual durante diez años solo para recuperar lo perdido desde 2015. Y sin embargo, el gobierno celebra este crecimiento como si fuera un triunfo histórico.
Esto revela una tendencia preocupante: la administración mide su éxito no con estándares internacionales ni con parámetros de desarrollo, sino con narrativas políticas. Es la economía convertida en herramienta de propaganda.
Programas sociales: alivio inmediato… pero dependencia permanente
La presidenta Sheinbaum informó que los principales programas sociales continúan y se amplían:
- Pensión para Adultos Mayores
- Jóvenes Construyendo el Futuro
- Beca universal para educación media superior
Estos apoyos representan un ingreso indispensable para muchas familias, pero el modelo tiene efectos perversos:
1. No generan movilidad social. Las becas y apoyos alivian la pobreza, pero no sacan a la población de ella. La movilidad se construye con empleos formales bien remunerados, educación de calidad y crecimiento productivo.
2. Crean dependencia hacia el Estado. En contextos de baja productividad, millones dependen de estos programas. Esa dependencia se transforma, en la práctica, en clientelismo político.
3. Se financian con deuda y recortes. El gasto social se sostiene con un presupuesto presionado por:
- Deuda creciente
- Déficit histórico heredado de 2024
- Recortes en salud, educación y seguridad
Empleo: cifras que maquillan la precariedad
El gobierno presume creación de empleos formales. Sin embargo, México continúa atrapado en:
- Alta informalidad
- Salarios reales estancados
- Productividad mínima
En el documento original se reconoce que el país está enfrentando retos laborales y económicos profundos, pero la narrativa pública evita cualquier admisión de fracaso estructural. La precariedad es el verdadero enemigo del bienestar: millones trabajan, pero no viven dignamente.
Megaobras: el mito del desarrollo
La administración presentó como logros económicos el avance de grandes proyectos:
- Tren Maya
- Corredor Interoceánico
- Dos Bocas
Sin embargo:
1. No están generando crecimiento regional real. Los empleos que producen son temporales y de baja especialización.
2. La derrama económica es menor a la prometida. Las cadenas de valor no despegan y la industria local no se integra.
3. No hay evaluación de impacto transparente. El gobierno opera bajo un modelo de opacidad estructural. No hay datos verificables sobre:
- Costos finales
- Corrupción en adjudicaciones
- Desempeño energético de Dos Bocas
- Rentabilidad del Tren Maya
Las megaobras son símbolos políticos, no motores económicos.
Seguridad y economía: un país de dos velocidades
La presidenta presume una reducción de 19.1% en homicidios a nivel nacional. Pero la violencia económica —la que afecta inversión privada y empleo— no se reduce mágicamente. Aunque la cifra total bajó, el país sigue entre los más violentos del mundo.
Peor aún: Sinaloa tuvo un incremento de 170% en homicidios debido a pugnas criminales tras la extradición de “El Mayo” Zambada. La violencia genera:
- Fuga de inversión
- Extorsión a empresas
- Cierre de comercios
- Incremento en costos logísticos
- Inhibición de turismo y capital extranjero
La economía no florece donde impera el crimen.
Migración: el costo económico de la crisis más grande de la historia
La nueva administración de Donald Trump complicó el escenario económico para México. Entre las medidas inmediatas estuvieron:
- Cancelar CBP One
- Endurecer políticas migratorias
- Dejar a cientos de miles de migrantes varados en México
Esto generó un impacto profundo:
1. Costos humanitarios asumidos por México. Comida, albergues, seguridad y servicios públicos absorbidos por estados fronterizos.
2. Tensiones comerciales. La amenaza constante de aranceles del 25% genera incertidumbre y reduce la inversión.
3. Presión sobre el empleo y servicios locales. Con millones de migrantes en México, las ciudades fronterizas operan al límite.
En palabras de Michelle Van Akin: “Miles de migrantes siguen en México con necesidades urgentes no cubiertas… las políticas de Trump complican aún más la situación.” —Plan International
El gobierno mexicano no tiene un plan económico integral para enfrentar esta crisis.
En Ciudad Juárez, Jorge Ramírez, comerciante, resume el impacto económico en su vida: “Yo no tengo nada contra los migrantes… pero aquí los dejaron. No hay apoyos, no hay orden. Subió la inseguridad y bajaron las ventas. El gobierno dice que la economía va bien, pero en la calle nadie ve eso.” Testimonios como este revelan la brecha entre la narrativa oficial y la realidad cotidiana.
Conclusión: un país que camina, pero sin dirección
El 2025 dejó al descubierto una economía que se sostiene más en discursos que en resultados:
- Crecimiento insuficiente
- Programas sociales sin salida a la movilidad
- Violencia que inhibe inversión
- Crisis migratoria sin estrategia
- Opacidad en megaobras
- Narrativa triunfalista sin sustento técnico
México necesita un modelo económico basado en:
- Productividad
- Estado de derecho
- Educación de calidad
- Instituciones fuertes
- Inversión y competencia
- Corresponsabilidad social
Es exigible que las decisiones económicas prioricen el bien común, no el control político ni el clientelismo electoral. 2025 deja claro que la transformación económica no ha llegado. México avanza, sí, pero en círculos.
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