Refresco, placer que daña

México ocupa el primer lugar en consumo de refresco y obesidad infantil a nivel mundial.


Consumo de refresco 


La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) informaron que cada mexicano consume al año 163 litros de refresco, cantidad que nos coloca como los mayores consumidores de esas bebidas en el mundo.

Además, de acuerdo con la consultora Mercawise, 30% de mexicanos consumen refresco 2 o 3 veces por semana y cuando lo hacen beben entre 1 y 5 litros de esta bebida. Por otro lado, los sabores de refresco más consumidos en México son el de cola, con 63% de preferencia, y el de manzana con 17%.

Juan Rivera Dommarco, directos del INSP, indicó que el hecho de que México ocupe el primer lugar en consumo de refrescos es una de las principales causas de los altos índices de diabetes en el país, pues esa enfermedad es la primer causa de muerte entre los mexicanos.

“Hay países, como México y los Estados Unidos, donde el consumo de bebidas azucaradas es el principal causante de sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas”, comentó Rivera Dommarco, pues México no sólo ocupa el primer lugar en consumo de refrescos, también en obesidad infantil, mientras que en obesidad adulta tiene el segundo lugar.

El refresco en tu cuerpo

Al ingerir refresco, tu cuerpo tiene diferentes reacciones, pues aunque no lo notes, al beber refresco puedes estar ingiriendo el equivalente a un total de 8 a 10 cubos de azúcar, pero el ácido fosfórico disfraza el empalagoso sabor del endulzante de estas bebidas.

¿Qué sucede en tu cuerpo después de tomar refresco? A los 20 minutos, el nivel de azúcar en tu sangre aumenta masivamente y el páncreas segrega mucha insulina, sustancia responsable de transformar el exceso de azúcar en grasa. Luego de 30 minutos tu cuerpo absorbe la cafeína presente en la bebida, por esta razón tus pupilas se dilatan, tu energía aumenta y tu hígado se satura de azúcar.

A los 45 minutos de ingerir refresco, tu cerebro genera dopamina, que es la hormona que se encarga de darte la sensación de placer; 60 minutos después, tus energías física y mental descienden bruscamente, y tienes una sensación de cansancio. El refresco no te quita la sed, sino que la aumenta, de manera que, si tienes sed, tu última opción debe ser tomar refresco. El único líquido capaz de saciar tu sed es el agua.

Tomar refresco no es dañino si se hace de manera ocasional y no como parte de una dieta diaria. Ingerir refresco eleva en 15%el riesgo de contraer diabetes tipo 2; además, el ácido y el azúcar de esa bebida elimina el esmalte natural de los dientes y puede causar problemas renales, además de cálculos, y finalmente ocasiona gastritis.

Leer: México, a dieta de huachicoleo pero no de obesidad 

Dejar de tomar refresco es tu decisión

El azúcar y la cafeína que contienen varios refrescos es adictiva y por eso, sin darte cuenta, puedes haber desarrollado una adicción a esas bebidas. Sin embargo, dejar de tomar refresco es una decisión que mejorará tu salud en todos los sentidos, pues te hará sentir ligero, acumularás menos gases y mantendrás tus niveles de azúcar nivelados.

Te enlistamos cinco consejos para disminuir tu consumo de refrescos:

1.- Ve poco a poco: Dejar de consumir refrescos es un proceso que requiere tiempo y paciencia; empieza sin prisas y con convicción.

2.- Haz ejercicio: Al caminar 7 kilómetros o salir a correr durante 40 minutos quemas las calorías equivalentes a medio litro de refresco. Además, podrás ejercitarte y desarrollar gusto por hacer deporte.

3.- Agua por refresco: Sustituye la ingestión de refresco por agua. Para facilitar este punto puedes preparar aguas frutales con poca azúcar o saborizantes artificiales; sin embargo, nada será mejor que beber agua simple.

4.- No te lo prohibas: El refresco en exceso es malo, pero no hay motivos para expulsarlo por completo de tu vida. Si se te antoja, toma refresco de vez en cuando, pero no te excedas.

5.- Fíjate en las calorías: Consulta a un nutriólogo para que te explique cuántas calorías debes consumir, por tu salud. Al darte cuenta de tantas calorías como contienen los refrescos, te será más fácil evitarlos. Existen diversas aplicaciones que te pueden ayudar en esa tarea.

Ya tienes varias razones para dejar de tomar refresco o minimizar su consumo; ahora recuerda que llevar una vida balanceada y con salud te beneficiará a largo plazo. Empieza a cuidarte, los resultados de llevar una buena alimentación se verán reflejados pronto en tu estado físico y mental.

 

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