Es necesario impulsar mayor competencia de autoservicios: Cofece

Propiciar una mayor competencia en tiendas de autoservicio y facilitar la entrada de más participantes repercutirá en mejores precios de alimentos y bebidas, señala la Cofece.



Las tiendas de autoservicio están concentradas en pocos jugadores, quienes tienen ventajas competitivas debido a sus altas inversiones en centros de distribución y el uso intensivo de tecnologías de la información y comunicación, lo que junto con el rápido crecimiento de algunas cadenas comerciales genera preocupación sobre su capacidad para establecer precios altos para los consumidores y condiciones abusivas para sus proveedores, destaca un análisis sectorial de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

En el estudio “Competencia en el canal moderno del comercio al menudeo de alimentos y bebidas”, la Cofece identificó la necesidad de facilitar la entrada de más competidores, ya que detectó que existe una alta concentración en pocas cadenas de autoservicio con presencia nacional, principalmente en los formatos de bodega, supermercado, hipermercado y megamercado, de los cuales sólo Walmart, Soriana y, en menor medida, Chedraui tienen presencia nacional y sólo en algunas regiones del país enfrentan la competencia de cadenas regionales bien posicionadas.

El hecho de que no haya suficiente presión competitiva impide que los consumidores accedan a mejores precios, recalca el análisis. Además, señala que esta elevada concentración favorece el poder de negociación de las grandes cadenas minoristas frente a sus proveedores de menor tamaño, lo que podría provocar su salida del mercado y dañar su capacidad para innovar.

El documento señala que en 10 por ciento de las áreas de influencia del país sólo existe una tienda de autoservicio; en el 15 por ciento hay un duopolio; en el 24 por ciento hay tres participantes, y en el 51 por ciento restante hay más de tres tiendas de autoservicio, en el 87 por ciento de las áreas de influencia con un sólo participante, la marca presente es Walmart.

De acuerdo al análisis esta falta de competidores se debe, en parte, a obstáculos regulatorios que inhiben su entrada, mediante trámites y requerimientos que elevan los costos o, en su caso, prohíben la instalación de tiendas de autoservicio, por lo que sólo las grandes cadenas nacionales pueden sortear estas barreras, pues cuentan con la capacidad económica para conformar equipos legales especializados en trámites, a diferencia de las cadenas de autoservicio regionales o locales con menos recursos.

Del comercio al menudeo de alimentos y bebidas es importante para el bienestar de la población, las familias destinan 27 por ciento de su gasto a la compra de estos productos y 9.3 millones de personas trabajan en este sector.

El canal moderno de comercio al menudeo de alimentos y bebidas (las tiendas de autoservicio) capta 19 por ciento del gasto familiar, por ello, asegura la Cofece, es relevante fortalecer las condiciones de competencia en este mercado.

Por otra parte, el estudio indica que uno de los riesgos que trae consigo la concentración de mercado es que se otorga a las tiendas de autoservicio el poder de compra para realizar prácticas comerciales que provocan en sus proveedores de menor tamaño costos imprevistos, además de transferirles el riesgo de que no se vendan los productos que la cadena minorista adquirió.

Agrega que entre dichas prácticas están pagar fuera del plazo establecido, aplicar cargos no negociados o devolver mercancía sin acuerdo previo, lo que impacta en sus ganancias, al extremo de que podría precipitar su salida del mercado, pues no cuentan con suficientes recursos para hacerles frente.

Menciona que esto ocurre a pesar de que existe un convenio entre minoristas y las grandes cadenas que incluye el Código de Prácticas Comerciales Competitivas, el cual es poco conocido por los pequeños proveedores, no incluye todas las prácticas que pudieran ser consideradas abusivas y que requiere de una revisión por parte de la Secretaría de Economía (SE) respecto al uso de mecanismos de monitoreo, evaluación, sanción y solución de controversias.

A este respecto, la Cofece plantea la necesidad de promover entre las pequeñas y medianas empresas el Código de Prácticas Comerciales Competitivas, además de ampliarlo para prohibir que las cadenas minoristas cobren a sus proveedores por situaciones atribuibles a la tienda, pérdidas de artículos después de la entrega y errores en los pronósticos de ventas.

Asimismo, también se propone establecer medios de protección a los proveedores ante posibles represalias de las cadenas comerciales, y que la SE vigile de manera proactiva el cumplimiento de las condiciones del convenio.

Finalmente, el estudio de la Cofece asegura que generar una mayor presión competitiva en el mercado del canal moderno del comercio al menudeo impulsará su eficiencia, lo que se vería reflejado en mejores precios finales de alimentos, bebidas y otros bienes que adquieren las familias mexicanas.

Papeleo y leyes adversas

Otro de los aspectos que dificulta que exista mayor competencia en las tiendas de autoservicio son los obstáculos regulatorios que inhiben la entrada de nuevos participantes, destaca el estudio.

Menciona que el costo administrativo promedio de los trámites estatales y municipales requeridos para abrir un establecimiento del canal moderno varía, según el formato de bodega, supermercado, hipermercado y megamercados de 95 mil pesos –para los más pequeños– hasta 653 mil pesos. Adicionalmente, el mayor costo es el de las pérdidas en ventas por no poder operar hasta que concluya la gestión de trámites.

Se calcula que por cada día que una tienda de autoservicio tarda en recibir sus autorizaciones para abrir sus puertas, deja de vender 1 millón de pesos aproximadamente, con una duración promedio de casi un año. Esto también afecta a los consumidores, quienes dejan de tener la oportunidad de acceder a una opción diferente de abasto tanto en precio como en diversidad de productos, además de que impide la activación de mayores fuentes de empleo.

Los trámites y requerimientos elevan los costos o, en su caso, prohíben la instalación de tiendas de autoservicio, debido a esto el proceso para abrir una tienda se vuelve más difícil para los autoservicios regionales o locales con recursos que no se comparan a los de las grandes cadenas nacionales, quienes además tienen la capacidad económica de conformar equipos legales especializados en trámites.

Frente a ello, la Cofece propone que las autoridades estatales y municipales modifiquen o eliminen disposiciones que limitan el número y variedad de participantes. También recomienda establecer ventanillas únicas en estados y municipios para autorizar el establecimiento y operación de más tiendas de autoservicio, donde el Ejecutivo Federal podría colaborar mediante el diseño de un programa de asistencia o de mejores prácticas.

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