También en lo económico hará daño el coronavirus

La aparición del Covid-19 en China ha generado un efecto dominó en el mundo no sólo en materia de salud sino también en las finanzas del orbe, ante lo que México debe buscar alternativas para no sumirse en una mayor crisis.


COVID-19 y economía


Al igual que el coronavirus (COVID-19) en poco tiempo se expandió de China a varios países del orbe, es probable que los daños financieros que ya está sufriendo el país asiático también se contagie por el mundo entero, por lo que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) indicó que para enfrentar estos embates se requiere fortalecer la economía interna a través de mayores condiciones de confianza y certidumbre para reactivar la inversión e impulsar la actividad económica.

La ya de por sí debilitada economía mexicana no se verá exenta de sufrir embates por este fenómeno del que se desconoce cuánto durará y la manera en cómo afectará a nuestro país, por lo que es necesario que además de tomar las medidas sanitarias pertinentes, se trabaje en mejorar las condiciones económicas internas.

En un análisis realizado por el sindicato patronal, se indica que China es, también, la segunda economía del orbe (lo que representa casi el 18 por ciento del PIB mundial), así como el primer comprador global de petróleo y metales, como hierro, aluminio y cobre. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la epidemia reducirá el crecimiento de la economía china al 5.6 por ciento, 0.4 % menos de los esperado.

Asimismo, el gigante asiático es el segundo socio comercial de México y el segundo origen de nuestras importaciones (18 por ciento en 2019), además del cuarto destino de nuestras exportaciones. Asimismo, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 3.8 por ciento de todo el valor agregado de México viene de territorio chino, y el 7.7 por ciento del valor agregado de las exportaciones mexicanas proviene del gigante asiático.

Las afectaciones a las finanzas de China repercutirán inminentemente en la salud económica de México, toda vez que la relación comercial entre ambas naciones disminuirá, por lo que es necesario que se busquen alternativas para generar confianza en el mercado interno.

El análisis señala que, en la medida en que China, baje las perspectivas de crecimiento económico, también bajarán las perspectivas de demanda de petróleo y los precios, lo que podría ser un factor que afecte a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a las finanzas públicas.

Asimismo, señala que en caso de que el coronavirus se expanda de forma veloz en Estados Unidos, dicho país podría cerrar algunas plantas armadoras, como del sector automotor, lo cual detonaría el retraso de producción de las plantas mexicanas.

También está el efecto en el tipo de cambio, ejemplo de ello es que el peso mexicano perdió casi 50 centavos frente al dólar estadounidense la semana anterior, lo que traería presiones al alza para la inflación.

“En la Coparmex creemos que ante este contexto es imperativo fortalecer la economía nacional con mayores condiciones de confianza y certidumbre para reactivar la inversión e impulsar la actividad económica”, destacó el sindicato patronal.

El organismo empresarial se comprometió a estrechar su comunicación con las autoridades de los tres niveles de gobierno, para colaborar en la implementación de las medidas preventivas para intentar mitigar los efectos sanitarios y económicos del COVID-19.

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