Al término de un año y el inicio del siguiente, la mayoría de nosotros tenemos la costumbre de evaluar lo vivido, los acontecimientos que marcaron nuestra vida, la de nuestra familia y a la comunidad en que nos desarrollamos, y como consecuencia, nos hacemos propósitos para el año por venir.
Para algunos, la mejor manera de buscar el cumplimiento de sus deseos y propósitos es confiando en la suerte mediante la práctica de algunas costumbres que se han hecho populares, por ejemplo, vestir ropa interior de determinado color el día último del año, salir por la puerta de tu casa cargando maletas en los momentos en que inicia el año nuevo, comer 12 uvas al momento de las campanadas que anuncian el fin de año, etcétera. Todo esto no es lo mío.
Otros, más que buscar la suerte pensamos y confiamos más en la bendición de Dios, por ello, a la llegada del año nuevo tenemos un pensamiento y una oración pidiendo al creador lo que sabemos y lo que no sabemos que será bueno para nosotros, nuestra familia y para nuestra comunidad.
En lo personal, al término del año 2025 y al inicio del 2026, quiero compartir con ustedes mis deseos para este año nuevo.
Primero, y sin querer ser egoísta, pido a Dios por mi salud, que tenga la fuerza suficiente para continuar guiando correctamente a mi familia, que pueda seguir siendo útil en la vida familiar y social, y que no me falten las oportunidades para que no falte lo materialmente necesario y elemental en mi casa.
Para mi familia, pido a Dios que todos los integrantes, y si hubiera alguno más por venir, encuentre la felicidad plena en compañía de cada uno de quienes los acompañamos en la vida, que mis hijos sigan siendo buenos esposos y padres, que mis hijas también cumplan como esposa y madres, que mis nietos, vean en ellos el ejemplo a seguir y el soporte necesario par su desarrollo. Que no falte lo necesario en nuestras casas, que sean un hogar en donde podamos alimentarnos y desarrollarnos, convivir, divertirnos y sobre todo podamos seguir siendo una familia que tenga muy presente a Dios, en donde los ejemplos de María y José sean un camino para estar más cercanos a Él.
Para mi comunidad, pido a Dios que en este 2026 sepamos vivir en unidad, respetándonos unos a otros, que cada uno, y cada cual sepa cumplir con sus obligaciones ciudadanas, que a final de cuentas es lo que hace de un espacio común una verdadera comunidad, que busquemos el bien común.
Que los deseos de mis amigos y familiares se vean cumplidos, con el favor de Dios.
También pido al Creador, que vivamos con seguridad, que la justicia llegue, que respetemos los espacios comunes al menos disminuyendo la contaminación, que haya verdadera justicia social más que populismo, que quienes generan empleos encuentren las condiciones gubernamentales para seguir haciéndolo, que quienes tienen trabajo cumplan con sus obligaciones como trabajadores que reciben un pago por ello y que en ello encuentren desarrollo personal.
Que las condiciones de las calles de la ciudad se vean verdaderamente mejoradas, que todos respetemos las señales de tránsito y evitemos accidentes viales, que quienes gobiernan nuestra ciudad, estado y país cumplan con sus obligaciones y no defrauden a quienes votaron por ellos, que ya no haya corrupción y que termine la militarización de los diversos órdenes de gobierno.
De igual manera, pido a Dios que en este 2026 las mentiras gubernamentales lleguen a su fin y que la transparencia y la honestidad lleguen a ser lo común.
Es mi opinión, debemos respetar a todos en su forma de pensar y de actuar para este fin de año y como buscar que sus deseos para el 2026 se hagan realidad, pero, no podía dejar de expresar mi opinión, como lo he hecho siempre. Espero que compartamos algunos de los planteados en este artículo y juntos podamos trabajar para lograr que se hagan realidad.
Y si me permiten, vamos trabajando para que en el 2027 llegue la democracia a nuestro querido país, que tengamos las elecciones más copiosas de la historia y hagamos juntos un mejor Baja California para el bien de México.
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