En los últimos días, México ha vivido una serie de acontecimientos que confirman el grado de inseguridad que se ha alcanzado en nuestro país, pues, a pesar de que desde el gobierno se esmeran en repetir todos los días que los índices delictivos están disminuyendo, la realidad desnuda las mentiras gubernamentales.
El artero homicidio del Presidente Municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, en plenas festividades del día de muertos, no sólo indignó a sus gobernados, sino que encendió las alarmas a lo largo y ancho del territorio nacional, pues quedó demostrado que el crimen organizado ya no se detiene ante nada ni nadie.
Manzo, popularmente conocido como “el del sombrero”, en referencia a su costumbre de portar esta prenda en su cabeza, o también señalado como “el Bukele mexicano”, en comparación con la actitud valiente del Presidente de El Salvador Nayib Bukele al enfrentar al crimen en su nación, se distinguió por ser un Presidente Municipal intolerante ante la delincuencia, por ello su exigencia continua hacia los gobiernos estatal y federal de realizar acciones para frenar al crimen organizado en su entidad.
Hay que recordar que en el estado de Michoacán tienen actividad al menos 5 carteles delincuenciales, por lo que es uno de los estados más peligrosos del país, ahí mismo han sido asesinados líderes de productores de limón que públicamente señalaron las extorsiones de que son objeto los campesinos limoneros y aguacateros.
La reacción de los michoacanos ante la muerte de Manzo ha sido variada, pero es de destacar como una sociedad cansada de vivir por años con el yugo de la delincuencia y el desinterés y complicidad gubernamental, ha decidido salir a las calles a manifestarse, primero en forma solidaria con la familia de Manzo, y desde luego en un franco y fuerte reclamo a las autoridades competentes con un estruendoso ¡YA BASTA!.
El próximo sábado 15 de noviembre, en no pocas ciudades de nuestro país, habrán de realizarse sendas manifestaciones en reclamo a las autoridades que han sido incompetentes en su obligación de proporcionar seguridad a los ciudadanos. De pronóstico reservado, pues es ya mucha la indignación y el hartazgo del pueblo.
Los gobernantes no se cansan de mentirle a los mexicanos, y repiten la cantaleta de que los crímenes van a la baja, y culpan a los gobiernos anteriores a la 4t, pero la realidad los desnuda y cada vez se conocen más las cifras que los desmienten.
Hace unos días, en el pleno del Senado de la República, el Senador Ricardo Anaya explicó a sus pares como es el amañado manejo de cifras por el oficialismo en materia de seguridad, por ejemplo, cuando señalan que han disminuido los homicidios dolosos, pero todo es un perverso manejo de cifras, porque en los llamados “otros delitos que atentan contra la vida” y en “personas desaparecidas” los casos van en aumento, y la realidad es que las muertes violentas se han incrementado en un 2% en comparación con el sexenio de López Obrador, que era el más violento de la historia con más de 200 mil homicidios y 50 mil desaparecidos.
Lo mismo ocurre en nuestro estado, en donde la gobernadora especialista en tik tok, Marina del Pilar Ávila, en su informe al que llama “de resultados”, presume que los delitos van a la baja, pero pareciera un descarado juego de palabras en donde acepta que los delitos se trasladan a la Baja California, pues las cifras demuestran que el aumento de víctimas en “otros delitos que atentan contra la vida de las personas” es mucho mayor a la disminución a los calificados como “homicidios dolosos”, según datos oficiales.
Y como si fuera poco, en nuestro estado todos los días se dan hechos que desmienten a la gobernadora y a sus corifeos, como el caso del ciudadano que fue secuestrado en su casa en un fraccionamiento privado de Mexicali y días después su cuerpo fue encontrado sin vida junto al de su hijo que había ido a reunirse con los delincuentes para pagar el rescate por su padre, pero solo encontró la muerte; o el del policía estatal que fue acribillado en una colonia popular de la ciudad de Tijuana a la luz del día.
Es mi opinión, al paso que vamos lo único seguro en México es la inseguridad, mientras los responsables de los diversos órdenes de gobierno no asuman su obligación constitucional de proporcionar a los ciudadanos la seguridad necesaria, el país seguirá siendo un lugar inseguro para vivir, trabajar y desarrollarse.
Por esto, todos los mexicanos estamos llamados a recomponer la vida pública a través de la democracia, prepárate para iniciar el cambio en las elecciones del 2027, manifiéstate, entérate, anímate y sé parte del cambio por venir.
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