En 2026, México enfrentará el mayor deterioro fiscal de los últimos 25 años, alertan el Mexico Country Outlook 2026 del Baker Institute, el Fondo Monetario Internacional y múltiples analistas del sector energético y financiero. El país no está quebrado, pero sí entrando a una fase crítica donde:
- el crecimiento económico es insuficiente,
- el gasto público es insostenible,
- la deuda supera niveles históricos,
- Pemex se convierte en un riesgo sistémico,
- la inversión pública se desploma,
- y las remesas —que habían sido un salvavidas— comienzan a caer.
Para millones de mexicanos jóvenes, esta combinación significa algo concreto: menos empleos, menos crédito, menos oportunidades y más presión fiscal en el futuro. Lo resume Valeria Mendoza, economista recién egresada en Guadalajara: “Nos prometieron que el país crecería con justicia. Pero la realidad es que no hay crecimiento, y sin crecimiento no hay futuro. Siento que mi generación va a pagar la cuenta.” Los datos le dan la razón.
Deuda histórica: el nivel más alto en un cuarto de siglo
El Banco de México y la Secretaría de Hacienda reportaron que, para finales de 2024, el Balance Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (BHRFSP) —la medida más amplia de deuda— alcanzó 51.3% del PIB, el nivel más alto en 25 años. Según el Baker Institute, es altamente probable que esta proporción aumente en 2025 y 2026.
¿Por qué importa este dato? Porque significa:
- Más dinero destinado a pagar intereses
- Menos recursos para educación, salud e infraestructura
- Menor margen de maniobra en crisis
- Riesgo de degradación en calificación crediticia
El FMI ha advertido que México “ha agotado su espacio fiscal” y que, sin una corrección estratégica, podría enfrentar presiones severas hacia 2026–2027. La calificadora Moody’s fue clara en 2025: “El deterioro fiscal no es transitorio, sino estructural. El riesgo principal proviene del aumento de pasivos de Pemex y del crecimiento del gasto corriente.”
Por primera vez desde 1995, se habla abiertamente de riesgo de crisis fiscal en un gobierno federal.
Gasto improductivo: más recursos, menos resultados
El presupuesto mexicano ha crecido, pero no en áreas que generen desarrollo. Entre 2018 y 2025, aumentaron:
- Pensiones (gasto irreversible)
- Programas sociales clientelares
- Subsidios a Pemex y CFE
- Gasto militar y obras administradas por SEDENA
- Servicios personales y gasto administrativo
Pero disminuyeron:
- Inversión en infraestructura
- Educación y ciencia
- Salud
- Investigación y desarrollo (I+D)
- Programas de competitividad
- Policías estatales y municipales
El Baker Institute señala que la inversión pública cayó 30.4% en el primer semestre de 2025, el nivel más bajo en más de una década. Esto significa que México está dejando de construir carreteras, plantas de energía, hospitales, redes de agua, centros de innovación
Sin inversión pública, no hay crecimiento sostenible. El economista del ITAM Luis Serra explica: “México no tiene un problema de ingresos; tiene un problema de prioridades. Se gasta más en consumo político que en inversión productiva.”
Pemex: el agujero negro fiscal
Pemex es la petrolera más endeudada del mundo. Su deuda financiera supera los 110,000 millones de dólares, según cifras de 2024. Y su producción sigue cayendo. Para el Baker Institute, Pemex no solo es una empresa quebrada: es el mayor riesgo fiscal del país.
Por qué Pemex amenaza las finanzas nacionales
- Requiere rescates anuales multimillonarios
- No genera valor económico
- Tiene costos operativos y laborales insostenibles
- Carece de inversión en modernización
- Su producción declina aceleradamente
- NINGÚN gobierno se atreve a reformarla por miedo al costo político
En 2024, Pemex recibió 521,000 millones de pesos entre subvenciones, capitalizaciones y devoluciones fiscales. Ese dinero pudo haberse destinado a:
- 15 líneas de Metro
- 80 hospitales de alta especialidad
- Programas nacionales de vivienda
- Universidades tecnológicas
- Redes eléctricas para el nearshoring
Pero México ha apostado, una y otra vez, por mantener viva una empresa que compite en un mundo donde la transición energética avanza sin retorno. El especialista petrolero Gonzalo Monroy lo resumió así: “Pemex ya no es una palanca de desarrollo; es una palanca de deuda.”
Caída de remesas: el último salvavidas se debilita
Las remesas representaron más del 3.5% del PIB en 2024, un récord histórico. Sin embargo, en 2025 comenzaron a disminuir, y para 2026 se espera un descenso mayor por dos razones:
- Política de deportación acelerada del gobierno de Trump
- Arancel del 1% a las remesas mexicanas
Este golpe tiene un impacto directo en:
- hogares pobres
- consumo interno
- pequeños comercios
- estabilidad regional en estados migrantes
- bienestar familiar
María Luisa Rangel, madre de familia en Michoacán, cuenta: “Mi hijo me mandaba cada mes. Desde las redadas en su ciudad, ya no puede trabajar igual. Y con el descuento del impuesto, llega menos.” Las remesas habían sido el único motor estable de consumo en zonas vulnerables. Esa estabilidad ya no está garantizada.
. Nearshoring detenido: México perdió la oportunidad de oro
México tenía la oportunidad histórica de convertirse en el centro manufacturero de Norteamérica.
Pero entre 2023 y 2025, los indicadores muestran que la ola de nearshoring se estancó. Causas principales:
- incertidumbre por reformas constitucionales
- militarización de la economía
- debilitamiento del Estado de derecho
- falta de energía y agua
- señales negativas a inversionistas extranjeros
- presión comercial de EE. UU.
El Consejo Coordinador Empresarial estimó que México dejó ir entre 30,000 y 35,000 millones de dólares en inversiones que terminaron en Vietnam, India y Malasia. La empresaria Claudia Junquera, de manufactura automotriz, lo dijo en entrevista: “Los inversionistas preguntan tres cosas: energía, agua y Estado de derecho. Y México falló en las tres.”
. La tormenta de 2026: tres amenazas fiscales combinadas
Los analistas coinciden en que México enfrenta tres presiones simultáneas:
- Deuda histórica en aumento
- Gasto corriente que no se puede recortar
- Un Pemex que exige rescates permanentes
A esto se suman:
- caída de remesas
- nearshoring estancado
- bajo crecimiento (1.3%–1.5%)
- menores ingresos petroleros
- obligaciones jubilatorias crecientes
- dependencia del gas de Texas
Es lo que el economista Carlos Serrano (BBVA) llama “una tormenta fiscal estructural”.
¿Estamos ante una crisis fiscal?
No hoy. Pero sí en riesgo en 2026 o 2027 si no se corrige el rumbo. Moody’s y Fitch han advertido que la calificación podría deteriorarse si Pemex sigue devorando recursos federales. Los jóvenes serán quienes paguen la factura.
¿y qué debería pasar?
- La administración económica debe orientarse al bien común
- Las decisiones materiales tienen consecuencias morales
- La justicia intergeneracional es un deber ético
- El desarrollo integral requiere inversión en personas
Cuando un gobierno recorta inversión en educación, ciencia, salud y familias para sostener una estructura política o empresas insostenibles, viola el principio de destino universal de los bienes y afecta a los más vulnerables. México necesita un modelo económico que ponga en el centro a las personas, no a los proyectos ideológicos.
Conclusión: 2026 exige un cambio de rumbo
El deterioro fiscal no se corrige con discursos. Requiere:
- disciplina presupuestal
- reforma profunda de Pemex
- fortalecimiento del Estado de derecho
- inversión en infraestructura y educación
- energía suficiente y competitiva
- visión de futuro basada en personas
México tiene talento, creatividad y trabajo. Lo que falta es un Estado que administre con responsabilidad y piense en las generaciones que vienen. El país está a tiempo. Pero la ventana se está cerrando.
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