En la familia podemos mitigar la gentrificación desde la educación y fomento de la cultura

Mucho hemos escuchado en estos días sobre la gentrificación y los problemas que esta conlleva pero ¿sabemos con claridad que es?

La gentrificación es un proceso urbano y social en el que un barrio o colonia comienza a transformarse debido a la llegada de personas con mayores recursos económicos. Esta transformación suele incluir un aumento en los precios de alquiler y vivienda, la renovación o modernización de edificios e infraestructura, el desplazamiento de los residentes originales por no poder costear los nuevos costos, cambios en la oferta comercial y cultural del lugar como tiendas, restaurantes, servicios, entre otros. 

Aunque puede traer mejoras urbanas, la gentrificación suele tener consecuencias negativas para las comunidades locales, como la pérdida de identidad cultural, la ruptura del tejido social y el desplazamiento forzado.

Por eso hoy te dejo mis 5Tips para mitigar el proceso de la gentrificación desde la familia por medio de la educación y el fomento de la cultura. 

PRIMERO. Educa en el valor de la comunidad y sentido de pertenencia. 

Es necesario que enseñemos a valorar nuestra familia, nuestra colonia, nuestra escuela, nuestro estado, nuestra cultura, etc. 

El amor por la familia se cultiva con el amor a nuestros hijos y el amor entre los hermanos, y este amor se comparte con los que tenemos cerca, es decir los vecinos, los compañeros de escuela o trabajo, etc. porque se transmite en cada uno de nuestros actos. 

A las nuevas generaciones les cuesta mucho trabajo el trato con los vecinos porque les hemos dicho por mucho tiempo que no debemos hablar con extraños, pero está en nuestras manos que no lo sean. Si nosotros los saludamos y conversamos con ellos, si participamos en los eventos de la colonia o barrio, entonces nuestros hijos no los verán como extraños y podrán convivir con ellos. 

También es bueno que salgamos a pasear con nuestros hijos al parque de la colonia o por los andadores cercanos ya que conocer el lugar donde vivimos fortalece el sentido de pertenencia y anima a cuidarlo.

SEGUNDO. Haz tus compras en negocios locales.

Parte del problema de la gentrificación es la invasión de comercios y negocios sostenidos por grandes cadenas internacionales o por personas que tienen mayores recursos económicos y que desplazan a los negocios locales abusivamente. 

Esto provoca un cambio en la economía y nos lleva a buscar estrategias para que nuestra colonia no nos sea arrebatada. Como familia podemos elegir comprar en tienditas y mercados de la colonia, comprar en papelerías y ferreterías locales, hacernos tiempo para ir a comer una vez a la semana a algún restaurante atendido por los vecinos, etc. Esto apoya la economía local y evita que grandes cadenas desplacen a los comerciantes de siempre.

TERCERO. Participa en iniciativas vecinales.

Es importante involucrarse con otras familias de nuestra colonia. Es tan sencillo como saludar, compartir, participar en actividades barriales o apoyar causas comunes son una buena forma para comenzar y que nuestros hijos lo vean. 

Otra forma es animarse a ser parte de comités vecinales, asambleas o participar en eventos comunitarios pues la participación activa da voz a los residentes ante decisiones urbanas que puedan afectar la identidad del lugar.

Es necesario recordar que la unión de familias hace más fuerte a la comunidad frente a los cambios externos y es necesario educar a nuestros hijos para que adquieran en este estilo de vida. 

CUARTO. Transmite la historia del barrio

Cuidar nuestra cultura es básico para que nuestros hijos amen a su país y su estado evitando así que las nuevas culturas que nos quieren imponer les hagan tanta mella o generen un impacto mayor en ellos. 

Es importante que los mayores nos cuenten la historia de nuestra familia, que nos platiquen lo que nuestros antepasados hacían o dónde vivían. La historia nos permite no olvidar quienes somos y de donde venimos. 

En la medida de las posibilidades hablemos en casa sobre la historia del lugar: quién vivía antes, qué tradiciones había, cómo ha cambiado.

Si somos nuevos en la colonia podemos acercarnos con los vecinos para que nos platiquen la historia y la podamos apropiar, propiciando amor por la cultura local. Intentemos que nuestros hijos  participen en actividades culturales y recreativas en la casa de la cultura o parques locales para que generen identidad y sentido de pertenencia. 

Y QUINTO. Siéntanse orgullosos de ser una familia unida y con valores culturales. 

Enseñemos a nuestros hijos a que no les de pena seguir las tradiciones locales y nacionales. Celebremos los días dedicados a ellas y dediquemos tiempo para vestir nuestros trajes tradicionales. 

La moda que nos quieren imponer trata a toda costa de quitarnos nuestras raices, nuestra identidad, pero está en nuestras manos que, sin dejar de participar del progreso tecnológico, conservemos nuestras tradiciones y nuestra cultura en lo que es más importante, nuestra vida familiar.  

La familia es la célula de la sociedad y mientras mantengamos el amor por lo nuestro y sigamos fomentando nuestras tradiciones y nuestra cultura en nuestra familia, estaremos poniendo un granito de arena para que nuestra comunidad, colonia, estado y país se conserven como nuestros y con la verdadera identidad que desde hace muchos años y con muchos hechos se ha construido.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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