Donde está tu corazón está tu tesoro

En esta época en la que se llenan nuestros bolsillos con el aguinaldo y que las tiendas nos ofrecen un sin fin de “ofertas” que en realidad no son ofertas, debemos tener cuidado de no poner nuestro corazón en las cosas materiales y cuidar lo poco que tengamos para que nos rinda y podamos atender las cosas necesarias que van surgiendo de la vida cotidiana.

Esto también lo deben tener claro nuestros hijos, para que no nos pidan cosas superfluas o de moda, sino que pongan su corazón en las cosas trascendentes y que no necesariamente implican inversión de dinero.

Aquí te dejo mis 5Tips para lograr que nuestro corazón no tenga apegos ni atesore bienes materiales.

PRIMERO. Haz una lista de las necesidades familiares.

Siempre que ponemos las cosas en papel y con palabras concretas logramos ubicar muy bien las problemáticas y ponerle nombres concretos.

Si logramos enunciarlo, es más fácil que podamos ubicarlo en el tiempo y en el espacio y así sea algo real.

Es muy fácil que tenemos muchas necesidades porque no tenemos todo lo que nuestros conocidos tienen o porque no tenemos lo que está de moda, pero debemos tener la capacidad de discernir que es lo que verdaderamente nos hace falta y lo que solo puede ser un gusto o capricho.

Las listas nos ayudan a ubicarnos muy bien y nos permiten también saber cómo va el avance para lograr lo que queremos. 

De ser necesario podemos hacer una lista de las necesidades familiares y otra de las necesidades de cada miembro de la familia y después ver como las podemos atender todas haciendo una estrategia.

SEGUNDO. Define prioridades.

Es importante tener la capacidad de decir esto tienen prioridad, es decir, es de vital importancia conseguirlo, es indispensable para la vida familiar.

Y así poco a poco ubicar que tanta urgencia o necesidad tenemos de cada cosa que pusimos en la lista.

Estoy segura que nos daremos cuenta de qué hay cosas que pueden o no estar y a esas cosas le podemos dar poca prioridad. Así podemos enfocar nuestros esfuerzos a conseguir lo prioritario.

TERCERO. No compres por impulso. Analiza.

Cuando tenemos el aguinaldo en la mano o en la bolsa nos dan impulsos de gastarlo lo más pronto posible, pero debemos ser fuertes y esperar para gastarlo de forma inteligente.

También están las tentaciones que los centros comerciales y las tiendas nos ponen ya que nos presentan ofertas de cosas muy vistosas pero que quizá no sean tan necesarias.

Es importante hacer un análisis de los precios de las cosas en diferentes tiendas de diferentes niveles y ubicar cual es la mejor opción, aunque a veces sea una que no tiene “oferta” pero tiene mejores condiciones de calidad y precio.

Cuidado con comprar por impulso porque es casi seguro que no sea la mejor opción.

CUARTO. Haz una estrategia. Los sobres son buenos aliados.

Cuando definimos las prioridades, entonces podemos definir presupuestos y lo que no alcancemos a comprar de una vez, podemos ir apartando poco a poco hasta juntar lo que necesitamos.

Yo uso unos sobres con los nombres de lo que necesito y así le voy poniendo un poco de dinero a cada sobre cada vez que me llega dinero, de esta forma, cuando me doy cuenta, ya tengo casi todo lo que necesito y entonces el desembolso es menor.

Otra estrategia es ahorrar las monedas que nos llegan en un bote, toda la familia puede participar y así, sin darnos cuenta, juntaremos mucho en poco tiempo, en lugar de que las monedas anden rodando o haciendo peso en el monedero.

Y QUINTO.  Comparte esta estrategia con toda la familia.

Muchas veces estas estrategias que diseñamos no tienen éxito porque solo las sabemos nosotros por eso es necesario hacerlas en conjunto con nuestro esposo o esposa y también que nuestros hijos la conozcan, para que todos caminemos juntos hacia lograr nuestros objetivos.

Nuestros hijos pequeños no van a comprender todo, pero si les podemos decir que vamos a ahorrar para comprar tal o cual cosa y que nos pueden ayudar a poner en el bote todas las monedas que se encuentren.

Además, podemos decirles que ahorramos si no compramos todo lo que se nos antoja y mejor ese dinero lo ponemos en el sobre para comprar algo de lo que tenemos como prioridad.

La verdad es que el éxito de nuestra estrategia está en que sepamos comunicarla adecuadamente con nuestra familia y que los motivemos a entrar todos en esta dinámica familiar.

Estamos en prefecto tiempo para hacer esta estrategia ahora que está por comenzar el año.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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