Del Estado benefactor al Estado mago

Todo mundo feliz, porque el presidente “ha sido el primero en darnos dinero para ayudarnos”. El argumento tiene lógica y lleva fuerza de marketing político, pero nada más.



YA SE SABÍA

Muchos observadores lo señalaron y muchos más lo predijeron. Esa aferrada y enfermiza idea del populismo mexica, de constituirse como un “Estado Benefactor” y generar la idea de que “gobernar es repartir dinero”, nunca ha funcionado ni en la entelequia cubana que tanto admira el presidente mexicano.

Y no funciona, por varias razones: Si la actividad productiva no opera, no hay empleos; y sin estos, tampoco hay dinero, la depauperización es generalizada y todo el tejido social se convierte en un caldo de cultivo genial para que la violencia, la criminalidad y el narcotráfico se transformen en los amos de cualquier país.

UN BOTÓN

Todo mundo feliz, porque el presidente “ha sido el primero en darnos dinero para ayudarnos”. El argumento tiene lógica y lleva fuerza de marketing político, pero nada más.

Sin embargo, como el dinero –en términos filosóficos de mi santa agüe- “no se barre con la escoba”, irremediablemente se acaba. Entonces, el estado benefactor-apapachador tiene que ver de dónde saca más dinero porque si no lo hace, se le cae su clientela electoral, que ya es mucha y dramáticamente dependiente para este instante.

Las opciones no son muchas: Una, aumenta los impuestos y/o inventa varios nuevos. Dos, le aprieta el cogote a empresarios y emprendedores a través de la UIF o el SAT, hasta que deciden cerrar su negocio, irse a la economía informal o, de plano, llevarse sus inversiones a otro lado.

Si eso no funciona eficazmente, entonces surge la estrategia de “andar pidiendo fiado” por todas partes. Y cuando el Fondo Monetario Internacional, la Banca Mundial o el BID ya no quieren prestar ni un dólar, porque el país está hipotecado, es entonces cuando aparece el “Estado Mago”.

Este proceso no significa que deba seguirse el orden descrito por este amanuense. Es viable que, como sucedió en México, el macuspano entró, desapareciendo del escenario a un montón de instituciones: El Seguro Popular, las guarderías y varios organismos autónomos que sintió que lo podían criticar.

De esta forma, la cartera presidencial se allegó más recursos. No obstante, ese dinero ya se evaporó también, porque una parte ya se fue de “ayuda” o en forma de “contratos” de personal, a otras latitudes castro-chavistas.

PRESTIDIGITACIÓN

Y como “nadie sabe y nadie supo”, en la narrativa de “Los relatos Macabrones”, apareció el impresentable Jorge Alcocer, que cobra como Secretario de Salud, para echarle más incienso a su patrón con otra de las propuestas anfetaminocanábicas:

Desaparecer los hospitales psiquiátricos porque cuesta mucho dinero mantenerlos y no sirven de mucho. Por lo tanto, al cerrar esas instituciones especializadas, el secretario propuso QUE SEAN LOS FAMILIARES DE LOS PACIENTES QUIENES SE ENCARGUEN DE CUIDAR A SUS ENFERMOS MENTALES.

PREGUNTAS VARIOPINTAS

1. Si el gobierno no tiene dinero para sostener los hospitales psiquiátricos… ¿Las familias si cuentan con esos recursos?

2. Si el fracaso del INSABI y la fumarola del IMSS-BIENESTAR están colapsados, quebrados financieramente, endeudados y sin medicamentos… ¿Las familias tienen la capacidad técnica, el conocimiento médico y la estatura económica para darle a sus enfermitos la atención requerida?

3. Si el “Estado mago” cierra los hospitales psiquiátricos, (pregunta triple): ¿El personal médico, técnico, administrativo y operativo, también se irá a la calle para abrir nuevos puestos a otros esclavos cubanos?… los equipos especializados, ¿serán vendidos como chatarra, siguiendo el modelo del aeropuerto de Texcoco?… Las instalaciones e infraestructura serán reutilizados –que no remodelados- para ubicar la “Biblioteca Central Fidel Castro”?… El “Centro Cultural Hugo Chávez Frías”?… Se creará “El Circuito Ciclista Díaz Canel”?… “El parque ecológico Ernesto Guevara”?… O la “Fundación Democrática Daniel Ortega”?

Que conste…. Son preguntas para el Estado Mago.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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