La legalización de la marihuana en México

Resulta contradictorio que ante las evidencias científicas, legisladores y políticos aplaudan la legalización de la marihuana, pues causará un gravísimo daño en la salud pública nacional.



El pasado 10 de marzo en la Cámara de Diputados se aprobó el proyecto de ley de legalizar la marihuana con 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones. Se comenta que para antes del 30 de abril pasará por el Senado de la República y entonces quedará regulado el consumo, cultivo y el comercio de la marihuana con fines recreativos en todo el territorio nacional.

Sin duda, se trata de una noticia trágica para todos los ciudadanos, en especial para los niños y adolescentes.

Todos los que vivimos en la década de los años sesenta, fecha en que se puso de moda entre la juventud el consumo de esta droga, observamos sus terribles consecuencias.

Me vienen a la memoria recuerdos de algunos conocidos y compañeros de escuela, que por “novedad” o por “llamar la atención” se dedicaron a consumir esta droga con el pretexto de que no hacía ningún daño al organismo.

¿Qué ocurrió en ese entonces? Algunos alumnos de enseñanza media o superior comenzaron a reprobar materias, otros perdieron el año escolar. Era evidente que les comenzó a fallar la memoria; disminuyó su capacidad de aprendizaje; tuvieron una notable pérdida de atención o concentración mental; les costaba mucho la coordinación física y mental, lo mismo que la toma de decisiones; sus emociones se volvieron muy inestables, con bruscos cambios en su estado anímico.

Recuerdo que algunos adictos incluso perdían la noción del día, de la hora o en qué lugar estaban. Por otra parte, su discurso verbal se volvió tremendamente lento y daban la impresión de estar en un permanente estado de confusión.

No se adecuaban a la situación social en la que se encontraban. Por ejemplo, si había una reunión social de amigas y amigos para bailar y conversar, la gran mayoría iban bien vestidos, aseados y con loción. En cambio, los adictos llegaban sin bañarse, ni rasurarse, apestosos, muy mal vestidos para la ocasión, y después, hacían cosas raras, como sentarse en el pasto o quitarse la playera, en vez de danzar con las chicas o mantener una amena conversación. Y si se les hacía ver esa rara conducta, respondían “¿Qué tiene de malo?” “Lei it be” aludiendo a una popular canción de los Beatles que, entre otras cosas sostenía, que cada quien es libre para comportarse como le plazca; que lo importante es que cada quien sea feliz como vive y con lo que hace.

Naturalmente algunos jóvenes prefirieron guardar sus distancias con respecto a los adictos. Porque un buen número de ellos, dieron el salto a consumir drogas más fuertes como la cocaína, la heroína, derivados del opio, los hongos alucinógenos, el LSD (dietilamida de ácido lisérgico) conocida como una substancia con efectos psicodélicos.

Como es lógico, ante el abuso de esas drogas fuertes, muchos fallecieron por sobredosis y otros más quedaron fuera de la realidad y nunca volvieron a ser los mismos en su personalidad. Son célebres los casos de los músicos como Jimi Hendrix, la cantante Janis Joplin, Brian Jones (del grupo “Los Rolling Stones”), Kurt Cobain (cantante del grupo “Nirvana”), Jim Morrison (vocalista de “Los Doors”). Otro caso lamentable fue el fundador, compositor y cantante del grupo “Pink Floyd”, Syd Barret, quien acostumbraba a consumir LSD y en cierta ocasión tuvo un grave daño cerebral y perdió toda noción de la realidad. En su memoria, esta banda de rock le compuso la melodía “Wish You Were Here” (”Desearía que Estuvieras Aquí”), cuya letra es un verdadero lamento por el amigo perdido.

Ahora bien, un buen número de personas afirman que el consumir únicamente la marihuana es una droga completamente inofensiva.

Pero en serias investigaciones científicas, como “National Institute on Drug Abuse” de Estados Unidos (publicación “Drug Facts”, Septiembre de 2015), Boletín de Información Clínica y Terapéutica de “La Academia Nacional de Medicina” (2015, No. 243); “Revista Médica de Perú, Salud Pública” (2012, No. 29); “Centro para el Control y Prevención de Enfermedades” (Estados Unidos, publicación actualizada el 17-abril-2017),) ha quedado demostrado lo siguiente:

-Puede afectar al ritmo cardiaco y tiende a subir la presión arterial.
-Aumenta el riesgo de un ataque al corazón.
– Daña a los tejidos pulmonares.
-Causa daño en los pequeños vasos sanguíneos.
-Aumenta el riesgo de tener accidentes cerebro-vasculares y otras enfermedades cardiacas.
-El mismo humo de la marihuana es tan dañino como el humo del tabaco y afecta incluso a los no fumadores.
-He conocido a personas con diversos trastornos mentales debido a su consumo.
-Algunos padecen de delirios o alucinaciones.
-En otros casos provoca depresión nerviosa, ansiedad y pensamientos suicidas.
-He conocido casos que, en un ataque de agresividad compulsiva y por robar algo de dinero para comprar más droga, golpean o asesinan a sus víctimas.
-Además, suelen vivir en soledad, con un notable aislamiento social y falta de participación familiar.

Realmente resulta contradictorio que ante las evidencias científicas y por instituciones de gran prestigio nacional e internacional, legisladores y políticos aplaudan esta resolución histórica que causará un gravísimo daño en la salud pública nacional.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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