La medición de la pobreza en México estuvo a cargo del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) quien tenía un amplio reconocimiento nacional e internacional. Desgraciadamente el gobierno de Morena lo extinguió porque no les parece que estas mediciones no sean manipuladas por el Poder Ejecutivo y, entonces, le pasaron algunas de sus facultades al Inegi. El talante autoritario del gobierno hará que crezca la duda de los datos que en los próximos años se presenten en esta materia. Por lo pronto, lo datos presentados por el Inegi, el pasado 13 de agosto, parecen provenir de metodologías diseñadas por el desaparecido Coneval.
Esta medición arroja un dato que no debemos escatimar en cuanto que la reducción de la pobreza, sobre todo en ingresos, es totalmente plausible. Es natural que los ingresos hayan aumentado —y por ello disminuido la pobreza por ingresos—, ante el alza del salario mínimo, el mayor ingreso laboral (incluido el proveniente de la economía informal) y las transferencias directas de dinero de los programas sociales.
Sin embargo, junto a esta buena cifra, la misma presentación nos ofrece datos en materia de salud que son verdaderamente alarmantes, que exhiben el mayor desatino de decisiones de políticas públicas en el sector salud.
A manera de ejemplo, comparto tres datos del propio Inegi que ilustran el deterioro:
1. El aumento en la falta de acceso a los servicios de salud. En 2018 eran 20 millones de personas sin acceso a servicios de salud, pero con esas decisiones en el 2024 aumentaron a 44.5 millones de mexicanos que no tiene posibilidad de acceder a servicios de salud pública.
2. La ineficiencia institucional de los servicios públicos. Mientras en el Seguro Popular pudieron afiliarse 51 millones de mexicanos con póliza (incluyendo tratamientos de los niños y niñas con cáncer), el IMSS-Bienestar reporta beneficiar a 4.6 millones de mexicanos aun cuando se le invierte más de 300 mil millones de pesos.
3. El desabasto de medicinas. El claro aumento de quejas que por este motivo se presentan en el IMSS lo confirma.
Si un país tiene como única política social la entrega directa de dinero, es un país que tenderá a regresar a sus nacionales a la pobreza. Por eso, aunque la gente lea que hay menos pobreza por ingresos, al mismo tiempo, siente que la necesidad y la tragedia aumentan porque la calidad de vida en realidad no ha mejorado.
El 8 de septiembre el gobierno federal entregará el Paquete Económico que incluye el Presupuesto de Egresos. Ojalá tengamos buenas noticias. Nuestras abuelas nos lo enseñaron: “La salud, es lo primero”. Para el gobierno de López Obrador, la salud no fue ni lo primero, ni lo segundo, ni siquiera lo tercero, fue sólo abandono y opacidad.
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