Cuando el Amlove se acaba

Esta ñora notó que a partir de aquel fin de semana de silencio frente a la matanza de 13 personas en Minatitlán y luego la tardanza en dar un pésame o algo emocionalmente significativo fue el momento en que muchos votantes se sintieron con la suficiente confianza para empezar a decir que la habían regado.


Recortes al presupuesto


Esta ñora lleva unos años casada… –y cansada también, pero eso es desde que nacieron los escuincles, perdón, las bendiciones–… y tiene muchas amigas ñoras también, o sea, que se considera a sí misma con credenciales suficientes para hablar del matrimonio. Así que procede a expresar su experta opinión sobre el matrimonio del soy-tan-juarista-que-toda-mi-comunicación-internacional-es-por-carta y sus votantes está entrando en graves dificultades.

Esta ñora notó que a partir de aquel fin de semana de silencio frente a la matanza de 13 personas en Minatitlán y luego la tardanza en dar un pésame o algo emocionalmente significativo fue el momento en que muchos votantes se sintieron con la suficiente confianza para empezar a decir que la habían regado.

No es que antes no lo hubieran pensado, es que todavía el peso de su aura y encanto estaba vigente, como ocurre en los primeros meses de casados. ¡Que deja los calcetines tirados! Es que el bote de la ropa sucia está muy lejos; ¡que aprieta por todas partes la pasta de dientes y no le pone la tapa! Es que sus papás eran prianistas fifís y no les importaba ahorrar. ¡Que no es capaz de lavar un plato aunque ya no quede ni uno limpio! Es que antes era investigador becado que nada más iba a turismo político. ¡Que ronca como tren maya alimentado por Dos Bocas! Es que antes tenía seguro médico para hospitales privados y no había probado las mieles del servicio del IMSS…

O sea, al principio no era socialmente aceptable criticarlo; y para los problemas que evadía, los que complicaba o los que de plano se creaba, siempre había una esperanza, un rayito de esperanza que hoy padece un apagón como si fuera la Península de Yucatán. La perseverancia con la que el-me-piden-permiso-todos-calladitos-y-de-buen-modo se ha hecho de enemigos en todos los frentes es una cosa que maravilla a esta ñora: primero las Estancias Infantiles, luego los refugios para mujeres golpeadas, después una sospechosa muerte de un activista en Morelos, y así hasta que los recortes en salud le han pegado a muchísima gente, que no era nuevo el desabasto; pero se puso peor.

Hoy por hoy ni la construcción de Santa Lucía –un juez las suspendió–, ni la de Dos Bocas ni el Tren Maya han iniciado en forma, siguen dando vueltas buscándose la cola. La proporción de contratos que no se han licitado, que simplemente se han dado a empresas directamente, llega a un alarmante 80% y calla a casi cualquiera que tenga un resquicio de sentido común, como la ñora vio el sábado en una comida. Alguien intentó una vaga defensa, y el ñor le citó ese 80% y calló…

Queda claro que ante los acontecimientos de esta semana con convocatoria a mitin “por la defensa de la dignidad” en lugar de negociar como los estadistas, habrá casos de almlovítis crónica que seguirán justificando lo que sea.

Después de todo, salir de una relación de violencia familiar es terriblemente difícil –y claro sin la red de refugios todavía peor–, pero por más feliz luna de miel que hayan tenido, cuando los problemas económicos empiezan y sobre todo si son causados por las acciones o inacciones de uno de cónyuges, suelen ser la kriptonita de muchos matrimonios. La ñora lo ha visto en muchos más casos de los que quisiera. El Amlove no es inmune a los trancazos de la realidad.

La pequeña diferencia que la ñora ve en esta situación, es que mientras el matrimonio es de ñor y ñora, nomás dos; en una república pues hay como 500 en la cámara de diputadas y 128 en la de senadores. Y desde ahí, la presión puede dar resultado, ahí hay que voltear los ojos. Los examlovers, los que siempre lo supieron, los que se animen mañana, ya saben a donde voltear. Después de todo, la “pensión alimenticia” a esos representantes populares ya se las pagamos a todos.

 

Te puede interesar: La ciencia, la canción y el toloache 

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

@yoinfluyo

redaccion@yoinfluyo.com

 

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.