¡Padres!… ¿Idiotas útiles?

Hay frases que dejan muy claro a qué se refieren. Lenin, autor de los más grandes magnicidios (millones de asesinados por el régimen), igual que Stalin (lo que se calla sistemáticamente), iniciadores de la difusión del socialismo (izquierda), que tanto daño está haciendo al mundo, tenía una frase muy suya con la que definía a todos aquellos que servían de instrumentos para lograr sus fines, sin siquiera darse cuenta: “idiotas útiles”.



Hemos tratado sobre la des-educación oficial en la que no hay ninguna educación, sino simplemente una instrucción, pues la mafia de izquierda tiene interés en que no se imparta educación. Pero no son solamente las autoridades las responsables de esto, sino que los padres tienen también una gran culpa en que los hijos no tengan una educación correcta.

La juventud actualmente, en general, está totalmente desubicada, confundida, en la que el ego es el que rige, el principio del yo-yo, ¡Primero yo, luego yo y siempre yo!, que es motivado porque en el matrimonio, en los padres, también prevalece ese principio, que inclusive normalmente lleva al divorcio, aumentando consecuentemente todavía más la confusión y desubicación de los hijos.

Muchas veces los padres por compensar a los hijos por la falta de tiempo y atención que les dedican por motivo del trabajo, les dan demasiadas libertades y los consienten con bienes o permisos innecesarios. Esto cuando hay una separación es aún mayor. Otras veces por comodidad o por falta de firmeza, se les deja hacer lo que ellos quieren, se les da todo lo que piden, se les deja crecer en un mundo irreal, con la consecuente desubicación. Fácilmente son presa del alcohol, de las drogas y los vicios, inclusive de la delincuencia.

Se supone que los padres quieren y buscan lo mejor para sus hijos, a los que supuestamente adoran. Pero no toman en cuenta: “Que el mayor mal que los padres le pueden hacer a un hijo, es consentirlo”. En esta forma se convierten sin quererlo ni darse cuenta en instrumentos de la izquierda y las mafias económicas al servicio de la cultura de la muerte. Ni más ni menos, los padres se han constituido ingenuamente en unos auténticos idiotas útiles al servicio del mal, según lo define Lenin, dañando profundamente a sus hijos, a los que se entiende pretenden hacerles el bien.

Se nota de inmediato, lo desubicados, confundidos, falta de madurez, de los hijos, en su corte de pelo, su peinado, su arreglo, ropa y sombreros, aretes los muchachos, tatuajes y cualquier otro detalle para llamar la atención. Son caprichudos, rebeldes, agresivos, incapaces de razonar y de amar al próximo, no les importa nada más que lo que piensan puede darles un placer o satisfacción inmediata. Esto por supuesto se presenta más o menos pronunciado según la degradación del o la joven. Los principios morales ya no les importan, afirman que son cosas del pasado, cosas de la momisa. Las relaciones sexuales se tienen con el fin de obtener placer, nunca con el fin de establecer una familia por amor (familias felices con hijos centrados) cuando se tiene ya la madurez y el desarrollo adecuados. Victimas de todo esto y bajo la influencia de la droga y del alcohol, llegan los muchachos hasta a matar a golpes a su novia, de lo cual no se le debe echar la culpa a un supuesto machismo inherente al mexicano (hace unos días el 8 de marzo, se presentó un caso dramático en Puebla).

¿Y qué han hecho o hacen los padres para que no se llegue a esto?

Por supuesto, hay muchos, muchísimos padres que luchan por evitarlo. Hay asociaciones de padres de familia que trabajan duro y con entrega por la vida, la familia y la libertad religiosa, por reinstaurar la cultura de la vida y del amor, tan combatida por las mafias de izquierda y las mafias económicas, que han creado el ambiente tan adverso y que tratan de imponer en el mundo “leyes antinatura” (contra la naturaleza), lo que está causando tanto daño a la juventud, pero también a toda la sociedad.

Tanto en el caso de las autoridades y las leyes, como en el caso de los padres, está claro que lo que provoca el problema de la des-educación de la juventud y de la sociedad en general, en el fondo es exactamente lo mismo: La cultura de la muerte, impulsada frenéticamente por las mafias de izquierda y las mafias económicas por interés y odio a la Obra de Dios.

Por otro lado, nuestros graves problemas y crisis, empezando por la más importante de todas: la crisis del medio ambiente, sólo se podrán superar si logramos hacer a un lado la cultura de la muerte con su consecuente corrupción, mentiras, calumnias y desinformación, para lo que utilizan los medios de comunicación, que los que no controla se han convertido también en idiotas útiles, según Lenin.

Empecemos por lo pronto con lo que sí podemos abordar de inmediato, salvar nuestras familias de la maquinación que tiene contra ellas la mafia y que en los últimos meses ha recrudecido a través de la “ideología de género” (Obama, la Clinton y marionetas) contra la vida, la familia y la libertad religiosa. Logremos que no sea sólo el esfuerzo de unos cuantos valientes (en realidad ya son millones), sino que seamos la gran mayoría, pues los buenos mexicanos somos la mayoría. ¡Dejemos de ser idiotas útiles!

“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”.

@yoinfluyo

redaccion@yoinfluyo.com

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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