La dictadura más democrática

La cuarta transformación, desde su llegada al poder, nos tiene acostumbrados a una especie de concurso de ocurrencias que ya lleva más de seis años. Hay que decir que, en el gobierno pasado, el principal competidor en ocurrencias y boberías era el presidente López Obrador. Leales a su líder, pocos le competían.

Y quizá no solo por lealtad sino también por falta de micrófono pues el expresidente tabasqueño podía durar horas hablando sin parar en las mañanas. Lo mismo hacía una broma sin chiste que contaba una anécdota o daba lecciones de historia a los presentes. Una puntual lección de lo que significa verborrea.

Es claro que el presidente López Obrador dejó escuela. No se trata de poner aquí una lista interminable de las participaciones de las mentes más estúpidas de Morena –que son legión-, pero podemos comentar un par de la semana pasada que son verdaderamente de colección. Y para no desentonar con el tabasqueño presidente van dos de senadores también tabasqueños.

Por un el senador Óscar Cantón Zetina, en un alarde de conocimiento de ciencia política definió a la cuarta transformación como una dictadura. Pero aclaró: “la dictadura más democrática que haya conocido en el mundo”. Es probable que el señor Cantón Zetina tenga en su haber sesudas investigaciones sobre dictaduras y democracias en el mundo y eso lo llevara a decir esa definición del gobierno de la señora Sheinbaum y su segundo piso. Lo que dijo el senador es una gran estupidez, pero muy en el estilo de la “dictadura democrática” de la 4T, un movimiento en el que nada se castiga y todo se premia y mientras más tonto, más agresivo, o más estrafalaria la declaración, más puntos se acumulan.

El senador Adán Augusto López ha dado un cambio notable de un gobierno para otro. Si en el sexenio pasado llamaba la atención por su bajo perfil, sus operaciones silenciosas y, según muchos eficaces, ahora está convertido en una especie de cadenero de bar de mala muerte. Don Adán ha mostrado una gran capacidad para la violencia y la falta de contención. Ha intentado golpear a uno de sus compañeros, hace públicas negociaciones que se suponen discretas, en fin, que ha construido para sorpresa de muchos una carrera de porro legislativo. La semana pasada en la tribuna del Senado, el senador dio una muestra de su gran calidad humana. “yo siempre tiendo la mano, sobre todo, a los que tienen alguna discapacidad, por eso yo reitero que las locas y a los locos hay que tenerles mucha consideración”. Qué tal, ¿eh? Así o más despectivo el legislador. Así que como es muy lindo y buena onda, le tiende la mano a los ciegos y sordos, a los mancos y cojos a los paralíticos, incluso a los mudos ¡Qué gran tipo es Adán Augusto! Además, es tan empático, tan cariñoso con los más desvalidos que recuerda a San Francisco de Asís porque el senador ¡también saluda a las locas y a los locos! Conmovedor.  Hay que decir que López pidió una disculpa por lo de los discapacitados, pero pidió que se quedara lo de los locos. Faltaba más, si están locas y locos.

Es normal que, en política, en el intercambio diario, se digan muchas babosadas; sin embargo, parece que en Morena es la norma para sobresalir. A la mejor es una característica de las dictaduras democráticas.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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