Diciembre por ser el último mes del año, es para muchos un mes muy especial, y entre los acontecimientos que más festejan un número muy importante de mexicanos es el 12 de diciembre en que se recuerdan las apariciones de la Virgen de Guadalupe, y en donde millones de mexicanos acuden a la Basílica del mismo nombre en un acto de fe que posiblemente sea el de mayor afluencia en todo el mundo, y adicionalmente en las parroquias de todo el territorio se celebran ese día misas en honor de la Virgen de Guadalupe con lo cual se hermanan los mexicanos de toda la nación.
Lamentablemente esta gran fiesta está envuelta en un marco de una gran violencia que todos los días ocupa espacio en todos los noticieros de radio y televisión además de narraciones en las redes sociales, y pese a que hay datos que se manejan en forma oficial por parte del gobierno en donde se dice que los delitos van a la baja, estos números se contraponen con la realidad que se nos presenta día con día.
Adicionalmente los conflictos que se manifiestan por disconformidades de como se están manejando las situaciones actuales y que hemos vivido por bloqueos de los transportistas que reclaman seguridad para poder ejercer su trabajo con tranquilidad, los campesinos que reclaman precios justos para sus productos y que adicionalmente muestran su disgusto por la llamada ley de aguas que dicen les va a perjudicar tanto en su operación como en su patrimonio.
Para las personas de fe será muy importante orar pidiendo una mejora en lo anteriormente expuesto, pero independientemente de la oración que para los creyentes es una acción muy importante es necesario un compromiso para que todos los ciudadanos religiosos o no, estemos comprometidos en actuar dentro de nuestras posibilidades para exigir que las actuaciones del gobierno cambien de dirección y se comprometan a actuar para respetar los derechos de todos los ciudadanos, como la libertad de expresión, la impartición de justicia, el respeto a la propiedad y sobre todo la restauración de la seguridad como elemento esencial para garantizar la vida e integridad física de todos los ciudadanos.
Esperemos que estas manifestaciones de fe se lleven a cabo con toda seguridad, y que sirvan también para reflexionar sobre el compromiso que tenemos todos los ciudadanos en el campo cívico y político para exigir que el gobierno trabaje por implantar todos los medios para que se pueda lograr el bien común que dé a todos oportunidades de desarrollo.
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