Atacando a la secretaria

Hay situaciones en las que un escribidor novato, como su servidor, se cuestiona si de veras debe abordar algún tema. Hay cosas que vale la pena decir, temas que debatir, pero no cabe duda que las opiniones de este escribidor pueden tener el efecto de “patear un avispero”. Algo muy poco recomendable: se le hace daño a las avispas, el que causa el disturbio probablemente resulte más lastimado que todos los demás, pero no faltarán también espectadores que sin deberla ni temerla sufrirán las consecuencias. En este tema es muy probable que pierda algunas amistades, sobre todo la de las pocas feministas que me aprecian, seguramente la de muchos conservadores y también los pocos miembros de la 4T que me conocen. Ese es el caso del ataque a la nueva secretaria de Gobernación de nuestro país, la abogada y maestra Luisa María Alcalde Luján.

La mencionada secretaria tiene un título de posgrado en derecho en una prestigiosa universidad extranjera, casi 36 años de edad y con experiencia a nivel de Secretaría de Estado, desde 2018 a la fecha, casi 5 años. Se le ha criticado por su edad, y por el hecho de ser mujer: una vez más le han endilgado el mote de “florero”, es decir, un objeto decorativo que no tiene más propósito que precisamente decorar, pero que no interviene de fondo en las decisiones de su puesto.

Como parte de los ataques, empezó a circular por las redes unas fotos, supuestamente de la Secretaria, modelando trajes de baño y lencería junto con otro grupo de modelos. Y, por supuesto, quiénes publicaron dichas fotos, pusieron en el pie de página: “la Secretaria mostrando sus atributos y capacidades para hacerse cargo de su nuevo puesto”. Posteriormente apareció en los medios la auténtica modelo de esas fotos, aclarando que ella era la que aparecía en ese material. Tema que casi no fue mencionado por aquellos que circularon las famosas fotos.

Claramente no será la única vez de que se usen las llamadas “fake news” para atacar a los políticos. Pero el asunto es más de fondo. Supongamos que la mencionada secretaria efectivamente hubiera modelado en algún momento de su vida. ¿Hay algún ordenamiento en la Constitución o en leyes emanadas de esta, que prohíban a una modelo ocupar un puesto de Secretaría de Estado? ¿Y, si a esas vamos, hay un límite de edad para poder ocupar esa posición ¿O, como se usaba hace relativamente poco, vetarla por el hecho de ser mujer? Realmente lo que importa son las capacidades para ocupar ese puesto y, preferiblemente, poder presentar referencias de puestos de nivel similar al que va a ocupar. En su caso, la maestra Alcalde fue secretaria del Trabajo y Previsión Social. Una funcionaria discreta y efectiva. Su manejo de los aumentos del salario mínimo, fue impecable. Logró aumentos muy sustantivos, negociando con las centrales obreras, las cámaras y asociaciones empresariales, así como los sectores del Gobierno. Todo ello sin que los aumentos impactaran de modo desmedido la inflación. Y su manejo de la tragedia de la mina El Pinabete, en Coahuila, fue callado y eficaz. Pocos pueden mostrar ese tipo de resultados.

Naturalmente, tratándose de una funcionaria de la 4T, nuestra secretaria se defendió diciendo que quienes la atacan demuestran que son conservadores. Lo cual probablemente sea cierto, pero tampoco hay ninguna ley que prohíba a los conservadores tener libertad de expresión, o atacar a los funcionarios de la administración en curso. Mala respuesta: el problema no es que los conservadores la ataquen. Como decía un famoso presidente de Estados Unidos, cuando alguno de sus colaboradores se quejaba de que estaba haciendo atacado: “Si le molesta el calor, no se meta en la cocina”. Ese es el caso: a usted, estimada secretaria, la seguirán atacando con y sin razón. Usted tendrá que “aprender a tragar sapos sin hacer gestos”. Eso va en la descripción de su puesto.

No, el tema no está ahí. El tema es que muchos, incluyendo como usted misma dice, algunas que se dicen feministas, al no encontrar argumentos sólidos para criticarla en la posición qué está ocupando, buscan argumentos sin base, como el hecho de que usted pudiera haber sido modelo, sabiendo que dentro de su propio partido habrá muchos que les parezca que no es apropiado para ocupar su puesto. Que si algún varón, nominado para su posición, hubiera sido modelo en su juventud, nadie lo hubiera ventaneado porque sabrían que no habría ningún efecto. Ese es el tema. Y tenemos que reconocer como sociedad, que todavía tenemos que avanzar en ese aspecto. Tenemos que hacerlo mujeres y hombres, jóvenes y viejos, conservadores, neoliberales e izquierdistas.

Es muy difícil saber de dónde salió esa patada bajo la mesa. No tengo suficiente conocimiento de las diferentes tribus que conforman Morena. Alguna pista: se dice que usted tiene una buena amistad con la doctora Claudia Sheinbaum. Y, por supuesto, para algunas de las corcholatas les resultaría amenazante saber que la secretaria de Gobernación tiene amistad con alguno de los contendientes.

En fin, señora secretaria. Esto sólo está comenzando. Conforme pasen las semanas y los meses el ambiente se calentará cada vez más. A usted le tocará ser el pararrayos del movimiento al que pertenece y del señor presidente que lo encabeza. Y no hay mucho para dónde hacerse.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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