Repensar la educación XXVI

Durante varios meses los contenidos de los artículos han tratado diversos asuntos sobre la educación. Realmente es un tema inagotable e importantísimo, nuestro futuro ascendente es posible si de esa influencia perfectiva gozamos todos. Por ahora recapitularemos.

Aunque la educación es ardua, constante y muy exigente, ese grado de dificultad no es motivo para que el docente justifique ciertos descuidos. La trascendencia de ellos es muy grave pues desde la realidad de que el niño imita es tremendo presentarles modos inadecuados. O que el niño experimente el rechazo al ser ignorado por no saberse el hijo o el alumno preferido.

Naturalmente el niño reproduce el ejemplo del maestro, por tanto, a tan temprana edad puede desviar su criterio y sin saberlo admitir una doble moral: lo que le dicen que es bueno no se vive y lo no bueno que hace el sujeto de admiración -el maestro- lo imita. La moral lógicamente será incongruente.

Siempre dar buen ejemplo es una de las influencias más eficaces, por supuesto es una responsabilidad que compete a todos, pero al maestro mucho más porque lo propio de esa profesión es enseñar el camino del bien y ese se menciona, se explica, se hace atractivo, pero si se muestra con la propia vida la lección es más clara y entendible. 

El ideal educativo es modelo universal en cuanto que es una auténtica inclinación a mejorar propia de todos, pero la vocación a la educación es un don espontáneo de los padres con los hijos y en los maestros es don para ejercitarlo profesionalmente y ponerlo al servicio de las personas.

Toda profesión requiere de actualización, de allí surge la necesidad de la preparación continua. Hay cursos, lecturas, seminarios, congresos. El efecto que producen depende del interés que se ponga en ellos, siempre mejoran el propio conocimiento y la apertura a los avances científicos y tecnológicos. 

La educación es dinámica porque debe incorporar todas las novedades que surgen en la sociedad, esta es otra razón por la que nunca termina la actualización del docente. Toda novedad -sean posturas intelectuales o costumbres- deben encausarse y darles un calificativo moral para adaptar lo adaptable o descartar lo descartable, pero siempre con una explicación de las razones para hacer eco a esas razones más adelante.

La vocación a educar y la formación profesional para ejercer esa profesión hacen a la persona más sensible para detectar los detalles que fomentan un ambiente educativo y también todos lo que provocan el efecto contrario. Por ese motivo una de sus actividades ha de ocuparles en promover un ambiente sano y a denunciar a las autoridades competentes la urgencia de combatir lo indebido. 

Por ahora va el resumen de los aspectos tratados:

  1. El peligro de despersonalizarse por la pertenencia a determinados grupos, o la ambición de ser “influencer”. Contrarrestar esos efectos con la educación de la dimensión sociable. Adoptar la comunicación sincera y veraz. 
  2. La educación familiar se caracteriza por educar en la singularidad. La educación familiar tiene al mayor nivel de responsabilidad.
  3. La formación del carácter para pensar, elegir y actuar. La educación es más profunda si alimenta el carácter con principios y forja convicciones. 
  4. Fomentar políticas educativas para favorecer la formación de todos. La educación familiar es prioritaria y debe exigir a las autoridades buena estructura de los planes educativos para las instituciones educativas.

5. Denunciar con fortaleza la influencia perniciosa de ciertos recursos       tecnológicos.

6. Personalizar la educación y dosificar el esfuerzo. Enseñar la importancia   de la amistad.

7. Adecuar el uso de la IA y prestar atención a cómo está programada.

     8. Educar el pensamiento crítico para aprovechar los contenidos de los recursos.

     9. Saber argumentar para no delegar los conocimientos en la tecnología IA.

    10. Importancia de las virtudes, promoverlas es el fin primordial de la educación. Adquirir virtudes para ser auténticamente libres y no someterse a la tecnología.

    11. Educar la inteligencia y la voluntad con verdad, bien y belleza para adquirir el arte de vivir.

    12. El maestro lo es si educa en la verdad y el bien.

    13. Impedimentos en el ambiente que obstaculizan la educación. Por ejemplo: el lenguaje confuso.

    14. Ambiente familiar educativo. 

     15. El padre y la madre como educadores: crianza y fidelidad mutua.

16.Tomás de Aquino como educador: la Suma Teológica.

     17. Benedicto XVI opina de Santo Tomás de Aquino.

18. Biografía de dos educadores: Tomás de Aquino y Víctor García Hoz.

19. Valorar y agradecer la labor de los educadores.

20. El educador: su responsabilidad y trascendencia, por lo tanto, revisar las características del buen maestro.

21. La formación del maestro.

22. Las experiencias educativas y el futuro del modelo educativo depende de que sea profundamente antropológico.

23. Sólo el ser humano es educable. Evaluación y autoevaluación.

24. La Ética en el uso de los recursos. La IA.

25. La escuela asume una nueva responsabilidad: enseñar a usar la IA.

Un buen profesor, según Jaime Nubiola, “tiene que ser competente, tiene que conocer la materia que trata y saber cómo se enseña, en segundo lugar, tiene que ser coherente, ejemplar, y, en tercer lugar, tiene que querer a los alumnos, eso es clave. Por eso lo que deseo es que los alumnos crezcan, aprendan, que sean cada vez mejores.

El maestro ha de practicar con delicadeza los detalles que inciden en la orientación ética. Ellos mismos ha de cuidar la ejemplaridad para actuar con la autoridad que produce la experiencia de vida. Han de dar cuenta de su ejemplaridad, siempre son un referente, pero mucho más los son para sus alumnos en la infancia.

La educación es una actividad tan noble que no requiere calificativos. La educación es siempre una actividad buena. Se ha generalizado calificar a alguno de poseer buena o mala educación y en realidad no hace falta el calificativo, es más acertado hablar de poca o mucha educación. 

La educación logra promover en la persona el empeño ´por alcanzar la perfección que le compete., y allí está precisamente la responsabilidad de ser educadores de los demás-. Cuando alguien se supera, aunque las circunstancias sean adversas, se hace maestro para los demás. Cuando alguien se descuida y se deteriora, aunque le parezca “muy poquito” traiciona su vida y la de los demás.

Conclusión: siempre buscar el buen ejemplo y ser parte de las personas que lo dan. Sin ser docentes todos somos sus colaboradores.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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