El año 2025 no solo encuentra al mundo dividido: lo encuentra reconfigurado políticamente. Democracias que antes parecían estables enfrentan crisis de credibilidad, mientras regímenes autoritarios se fortalecen gracias al control digital, la desinformación y el debilitamiento de los contrapesos. Organismos internacionales advierten una tendencia inédita: la democracia liberal, tal como se entendió en los años noventa, está dejando de ser el modelo dominante.
Este reportaje ofrece una radiografía profunda del estado político global, basada en informes confiables como Freedom House, V-Dem, Naciones Unidas, Human Rights Watch, centros de investigación, universidades y testimonios recogidos en diversos continentes.
El retroceso democrático más prolongado en 50 años
El Índice Global de Democracia (V-Dem Institute, Universidad de Gotemburgo) afirma que 2024 fue el 17.º año consecutivo de declive democrático. El mundo de 2025 se parece más políticamente al de 1985 que al de 2005. Datos clave:
- Solo 43 países viven en democracia plena.
- Más del 70% de la población mundial vive bajo regímenes autoritarios o democracias híbridas.
- India, Turquía, Hungría, El Salvador, Túnez y Filipinas son casos emblemáticos de “erosión desde dentro”.
El mecanismo del declive ya está estudiado:
- líderes electos democráticamente,
- que gradualmente debilitan contrapesos,
- capturan la justicia,
- controlan medios y redes,
- modifican leyes electorales,
- y construyen una narrativa de salvación nacional.
La politóloga Sheri Berman, experta en democracia comparada, lo sintetiza: “La democracia hoy no muere con tanques: muere con aplausos”.
Autoritarismos reforzados: China, Rusia, Irán, Nicaragua y Venezuela
Varios regímenes autoritarios consolidaron su poder, aprovechando vacíos globales, tensiones internas y tecnologías de control social.
China
Sigue siendo la potencia autoritaria más sofisticada del planeta. Su sistema de vigilancia con IA, reconocimiento facial y monitoreo digital es el más amplio del mundo. La represión en Hong Kong, Xinjiang y el aumento de censura digital muestran un modelo político estable, aunque asfixiante.
Rusia
Tras invadir Ucrania en 2022, Moscú ha acelerado su conversión en régimen totalitario moderno:
- Censura total de prensa,
- Represión de opositores (incluida la muerte de Alexéi Navalni),
- Criminalización de protestas,
- Narrativa nacionalista permanente.
Irán
La represión tras las protestas por Mahsa Amini (2022) continúa. Miles de mujeres siguen encarceladas, varias ejecutadas, y la policía de la moral reactivada después de meses de pausa.
Nicaragua
Daniel Ortega mantiene presos políticos, cierre de medios, expulsión de órdenes religiosas y destierro de opositores. La ONU lo clasificó como “autoritarismo consolidado”.
Venezuela
Entró en su octavo año sin separación de poderes efectiva. Millones han huido; la diáspora venezolana ya supera los 7.7 millones de personas. La Iglesia Católica es uno de los pocos actores que aún denuncia abusos.
Las democracias en tensión: Estados Unidos, Europa y América Latina
Estados Unidos: polarización sin precedentes
La división política ha alcanzado niveles históricos. El Congreso está paralizado, la confianza en instituciones cayó a mínimos de 50 años (Gallup), y la violencia política ha aumentado. El asalto al Capitolio (2021) no fue un episodio aislado, sino un síntoma:
- millones creen que hubo fraude electoral sin pruebas,
- proliferan milicias civiles,
- redes sociales alimentan radicalización.
John Davis, profesor de Georgetown, afirma: “Estados Unidos no enfrenta una elección: enfrenta una crisis existencial de identidad democrática”.
Europa: derecha radical en ascenso
Partidos ultranacionalistas avanzan en Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Hungría, Suecia y España.
Sus discursos se centran en:
- rechazo a migración,
- euroscepticismo,
- identidades tradicionales,
- seguridad interna.
El Parlamento Europeo de 2024 registró la presencia más fuerte de partidos de extrema derecha en su historia.
América Latina: desencanto generalizado
La región vive una ola de anti-política. El Latinobarómetro 2024 muestra que solo 48% de latinoamericanos creen que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno (era 63% en 2010). Causas:
- inseguridad,
- corrupción,
- pobreza,
- incapacidad estatal,
- polarización ideológica,
- violencia contra periodistas.
Países como Perú, Haití, Ecuador, Argentina y México enfrentan tensiones institucionales y pérdida de confianza ciudadana.
La guerra híbrida como norma: ciberataques, desinformación y manipulación
La política ya no se juega solo en urnas o parlamentos: se juega en pantallas.
Desinformación
El 2025 es el año con más campañas de manipulación digital documentadas. La ONU, la OTAN y la UE han confirmado operaciones sistemáticas provenientes de:
- Rusia
- China
- Irán
- Corea del Norte
- Grupos privados con IA generativa
La IA generativa permite:
- crear deepfakes indistinguibles,
- manipular audios,
- fabricar discursos políticos falsos,
- simular declaraciones de líderes,
- influir en elecciones locales y nacionales.
Ciberataques
Hospitales, bancos, empresas energéticas y sistemas electorales han sido hackeados. El ataque a la infraestructura eléctrica de Ucrania en 2024 marcó un precedente: la guerra híbrida ya es cotidiana.
5. Derechos civiles en retroceso
Libertades fundamentales se han debilitado en más de 50 países:
- libertad de expresión,
- libertad de prensa,
- libertad religiosa,
- autonomía judicial,
- independencia de organismos electorales.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) indica que 2024 fue uno de los años con más reporteros encarcelados en las últimas décadas. Un periodista ugandés, cuya identidad se reserva, declaró: “Antes temíamos a los militares. Hoy tememos a los algoritmos que deciden si nuestro reportaje vive o muere”. El miedo ha vuelto a ser un instrumento político.
La geopolítica de las grandes potencias: un mundo sin árbitro
Las tensiones entre EE. UU., China y Rusia generan un sistema tripolar frágil:
- EE. UU. sigue siendo líder militar y tecnológico, pero dividido internamente.
- China lidera economía, manufactura y control digital.
- Rusia lidera la disrupción geopolítica y energética.
Las alianzas también cambiaron:
- El Sur Global exige poder real, no solo discursos.
- India se consolida como potencia autónoma.
- La Unión Europea pierde cohesión.
- Medio Oriente vive tensiones permanentes y reacomodos estratégicos.
El resultado: un mundo sin árbitro, donde cada crisis regional puede escalar rápidamente.
La política del futuro: juventud, dignidad y digitalización
El elemento más transformador del panorama político global es la irrupción de los jóvenes.
Por primera vez, las generaciones de 18 a 35 años:
- desconfían profundamente de los partidos,
- exigen transparencia radical,
- buscan sentido ético en los liderazgos,
- apoyan causas globales (clima, salud mental, igualdad),
- consumen política en formatos cortos y visuales,
- rechazan discursos vacíos.
En múltiples países, movimientos estudiantiles han funcionado como contrapeso moral ante gobiernos abusivos (Chile, Irán, Hong Kong, Nigeria, EE. UU., Francia).
La política es “una forma eminente de caridad”, y hoy los jóvenes la reclaman así: humanizada, honesta y orientada al bien común.
Conclusión: un mundo por reconstruir
La política global enfrenta una crisis profunda:
- democracias en retroceso,
- autoritarismos en ascenso,
- migración masiva,
- desinformación digital,
- instituciones debilitadas,
- sociedades polarizadas.
Pero en medio del caos, millones de jóvenes, comunidades de fe, organizaciones civiles, periodistas y movimientos ciudadanos luchan por defender valores universales: dignidad humana, justicia, libertad, solidaridad y verdad.
2025 no es el fin de la democracia. Es el momento de decidir qué democracia queremos.
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