Como si se tratara de algo planeado y ejecutado eficazmente, todo está saliendo mal en este segundo piso de la Cuarta Transformación. No hay cosa que no esté podrida, por descomponerse o simplemente salpicada de lodo. Lo mismo da si se habla de homicidios o de la oposición, de la economía o de las relaciones internacionales o de Miss Universo: todo es un problema, un conflicto, un pleito.
La Presidenta no puede salir a la calle a caminar porque es agredida por un trastornado sin que la llamada “ayudantía” presidencial hiciera absolutamente nada ante la agresión. Es una Presidenta desprotegida. Está en el interés de todos su seguridad. Nadie cuestiona su popularidad sino su vulnerabilidad por falta de esquemas seguros de desplazamiento.
Una marcha convocada en redes sociales termina siendo materia de discusión en el escenario presidencial de las conferencias mañaneras. Se alega si participa la oposición en la convocatoria o no; si fueron jóvenes o gente adulta, si son conocidos o no. Si los violentos son anarquistas o de ultraderecha, si participa un empresario o las fuerzas internacionales del fascismo. Un pleito enorme sobre una marcha mientras el crimen sigue haciendo de las suyas en Sinaloa, Michoacán, Tabasco, Sonora.
De gira por Oaxaca, maestros de la CNTE irrumpen en un evento presidencial, exigen negociaciones con el gobierno y amenazan con perseguir por donde sea a la Presidenta. En Chiapas, también maestros de esa coordinadora detuvieron el convoy en el que viajaba Sheinbaum y la obligaron a firmar un documento con sus planteamientos. No es la primera vez que sucede con esos maestros. Pareciera que la Presidenta es presa de las extorsiones permanentes de ese contingente.
Al escándalo del líder de La Barredora, que se conoce como cercano al líder de Morena en el Senado, le siguió su aprehensión en Paraguay y el traslado a México. Del juicio y las declaraciones no sabemos nada. Pareciera que el asunto está muerto, que ya no va a pasar nada. Sin embargo, se trata de un tema que revela la complicidad político-criminal en Tabasco. Tratar de esconderlo es inútil, la dimensión de lo sucedido con ese nombramiento ha sido fatal para la vida de esa entidad. Mientras tanto ahí sigue el coordinador de senadores en su puesto tomando decisiones y participando de la vida pública. Ni una disculpa o un retiro para dejar a las autoridades actuar. El cinismo es la norma.
Todo se ha convertido en problema. A unos meses del Mundial, la Selección Nacional ha sido un desastre y es abucheada por sus aficionados; la CDMX sigue llena de baches, el aeropuerto se cae a pedazos y estamos a meses de que la fiesta mundialista llegue a la capital del país que es un caos.
Para colmo ni siquiera el que una mexicana ganara Miss Universo puede mantenerse al margen del cochinero que es la cuatroté. Denuncias de cochupos, compra de votos del jurado para favorecer a la tabasqueña, Pemex felicitándose por el triunfo en el certamen motivado por “la alegría popular”, mientras resulta que el papá de la flamante reina de belleza fue inhabilitado en esa paraestatal y hay acusaciones de que el mexicano socio de la empresa que realiza el concurso pidió favorecer a la connacional para obtener contratos en la petrolera vía el padre de la concursante.
Ni eso puede salir sin problemas, hay que enlodar hasta a la joven que ganó en Miss Universo. Puro fango, todo mal.
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